Apuntes sobre comida, obesidad y emociones

La mayoría de nosotros asociamos emoción y comida. Aquí te dejo algunas consideraciones sobre este tema.

El primer acto que calma a un niño al nacer es el hecho de alimentarse. Desde allí asociamos comida, amor y calma.

En términos psicoanalíticos, la obesidad se asocia con analidad, contrario a lo que piensa la sociedad que lo ve como oralidad.

Cuando se asocia emoción a comida, el individuo tiende a sustituir la emoción negativa con el acto alimenticio. La emoción asociada al acto de comer generalmente es placentera, por lo tanto, se puede uno volver adicto a generarse ese estado.

Generalmente cuando somos adictos a la comida, en realidad somos adictos a una emoción en específico.

Generalmente al iniciar una dieta, los sentimientos negativos o displacenteros aparecen. Se asemeja a un acto de desintoxicación.

La emoción asociada a comer generalmente es compartida en los grupos sociales, de allí que la gente se reúna a comer. De hecho, la comida en los medios siempre son asociados a sexo, éxito, placer y prestigio.

La adicción a la comida implica muchísimas veces la necesidad de evadir emociones que nos hacen infelices.

La obesidad no siempre es causada por una adicción, pero una vez obeso, sin duda eres adicto. En este sentido, no se puede salir de la obesidad sin asumir un cambio de vida integral.

Cuando nos acostumbramos a cambiar emociones por comida, la desvirtuación de la realidad se convierte en obesidad.

Si se desea iniciar una dieta, se debe empezar por hacer dieta de estrés, pesimismo, emociones negativas y rencores.

Para consultas psicológicas con mi equipo, toca y escríbeme directamente a este chat

Deja un comentario