Las emociones y las enfermedades

Psic Alberto Barradas

Publicado en Suplemento Médico de El Carabobeño

 

La enfermedad es un estado de alteración de la armonía en el organismo por lo que consideramos enfermo todo aquello que afecte el buen funcionamiento corporal.

 

La Organización Mundial de la Salud define salud como el completo bienestar físico, mental y social y no meramente, la ausencia de enfermedad física. ¡La ciencia ya no separa mente y cuerpo!

 

Por su parte, las emociones son la reacción orgánica ante estímulos ambientales que producen en nosotros, acciones determinadas. Por ejemplo, si me golpeo contra un objeto pienso “que tonto soy” y siento frustración.

 

Esta emoción (frustración) tiende a ser momentánea pero puede suceder que se mantenga, dependiendo de que me golpee muchas veces o de que piense constantemente que soy un tonto.

 

Si esa frustración se convierte en rabia y luego en tristeza puede generar depresión, una enfermedad mental caracterizada por la tristeza, apatía, falta de voluntad o iniciativa y ausencia de placer.

 

La depresión trae como consecuencia, muchas anomalías personales y sociales. Se ha demostrado que en muchos casos tiene incidencia en las enfermedades coronarias e inclusive en aparición de ciertos tipos de cánceres y otras enfermedades graves. Una emoción al principio podría convertirse en una enfermedad mental y luego, en una patología física aguda o crónica con un desenlace impredecible.

 

Existen investigaciones y experimentos científicos que avalan que ciertos tipos de emociones son capaces de generar algunos tipos de enfermedades. Una muestra clara es la incidencia de las rabias en la aparición de gastritis y úlceras. Otro claro ejemplo puede ser la relación entre depresiones severas –generadas por eventos estresantes violentos- y la aparición de cáncer. También se sabe de la relación frecuente entre migrañas y dificultades en la sexualidad.

 

De hecho, en la psicología existe una corriente llamada psicoanálisis que estudia, comprueba y promueve la relación que existe entre enfermedades mentales y la aparición de enfermedades físicas evidentes, que luego de ser evaluadas concienzudamente, no tienen una causa física aparente tales como la ceguera histérica, aquella que se produce sin que un motivo físico la produzca.

 

También se ha demostrado que una enfermedad grave muchas veces entra en remisión al cambiar el estado emocional del paciente de negativo a positivo. La psicoterapia, meditación, risoterapia, yoga y muchas otras técnicas han servido de gran ayuda a los tratamientos farmacológicos en la cura de enfermedades graves en pacientes, incluso  terminales. La psiconeuroinmunología (técnica consistente en afirmaciones y visualización dirigida) se usa en la remisión de cáncer, sobre todo en niños.

OBESIDAD Y MIEDO AL CONTACTO

Una de los aspectos más característicos de nosotros los obesos es la incapacidad que tenemos para poder hacer contacto con nuestras emociones, sobre todo las negativas. Generalmente evitamos cualquier animo disforico y recurrimos a la comida como elemento aliviador de esas emociones que  nos molestan. Comemos porque no queremos sentir, lo cual siempre fracasa, ya que aunque no sintamos la rabia, tristeza o miedo del momento, terminamos después del atracón, sintiendo una culpa infinita.

 

Otro aspecto de nuestro comportamiento es que así como no hacemos contacto con nosotros mismos, tampoco lo hacemos con los demás. Se nos dificulta sentir lo que los demás sienten y recurrimos a frases tipo cliché para poder interactuar con los demás. Nos sentimos acomplejados y feos y en consecuencia evitamos compartir esas emociones con los demás, de allí que generalmente seamos chistosos, alegres y el “alma de la fiesta”. Llenamos de comportamiento “aceptados” los espacios sociales a fin de que nadie nos vea como en realidad somos.

 

Otro elemento que puede verse en muchos obesos es la recurrencia en meternos a salvadores de los demás, oídos prestos a escuchar los problemas de los demás. Adicionalmente nos convertimos en excelentes consejeros y maravillosos apoyadores de oficio, cuando en muchos casos nuestras vidas son un caos apocalíptico. ¿Por qué hacemos eso? Pues por la sencilla razón que mirando el problema de los demás, dejamos de ver el nuestro, además que por muy fuerte que eso suene, ayudando a los demás, nos quitamos la sensación de que no servimos para mucho (aunque eso sea falso). Yo no conozco obeso con buena autoestima.

 

Por último otro comportamiento que forma parte de muchos de nosotros los obesos es la sempiterna necesidad de conseguirnos parejas inseguras. Pareciera que somos adictos a unirnos a personas celosas, obsesivas, codependientes y demás yerbas aromáticas. Pareciera que necesitamos que estén pendiente de nosotros, no importa si es patológicamente pendientes, igualmente no podemos colocar limites a los celos de nuestras parejas ni colocar fronteras en relación a las cosas que no nos gustan. Estamos tan necesitados de refuerzo y cariño que nos sometemos a cualquier cosa con tal de conseguirlo. Necesitamos la seguridad de una relación, no importa si es dañina, y sobre todo no sentirnos solos ya que en el fondo pensamos “¿y quién se va a fijar en una persona como yo?”.

 

En la medida que cada uno de nosotros que nos veamos identificados con lo antes escrito, asumamos nuestros conflictos y podamos entender que la obesidad nos atormenta la vida no solo en lo físico sino en lo mental, podemos iniciar el proceso de cambio. No basta con bajar los kilos, es necesario, yo diría imperativo, sanar nuestras emociones, contactarnos con nosotros mismos y nuestros sentimientos mal llamados negativos y contactarnos con los sentimientos de los demás. En la medida en que puedo ser yo mismo y dejar que los demás lo sean en mi presencia, sin duda alguna tendremos un mejor manejo emocional y no tendremos que esconder esos sentimientos en la comida.

 

En caso que desee ingresar al programa que tenemos en la Unidad de Apoyo Psicológico a la Persona Obesa, llene el siguiente formulario y le enviaremos información para que pueda asistir. Igualmente el día 26/11/2011 estaremos dictando una conferencia gratuita en el auditórium de El Carabobeño, en Naguanagua, Edo. Carabobo,  a la 9 am, llamada “La Obesidad, el peso de las emociones”