Yo no soy un tipo religioso. De hecho, durante muchos años fui ateo. Antes de emigrar tuve experiencias religiosas que me hicieron mirar este asunto de otra manera, y aprendí a mirar la vida desde una perspectiva un poco más mística.
He aprendido que todo suceso importante en la vida tiene un significado. Ese asunto de que «nada pasa por casualidad» no es una frase cliché sino una profunda realidad. El tema acá es que no siempre sabemos qué significado tiene un suceso determinado, y también, a veces no estamos atentos a los sucesos que nos pasan. Pero sí, yo no tengo ninguna duda, cada cosa que nos pasa, tiene un significado específico.
Ahora bien, ¿Cuál es el sentido de esos significados?
En mi experiencia he notado que cada mensaje que yo logro interpretar de las cosas que me suceden, implican una especie de camino que me lleva a mejorar mi vida, a ser un poco más feliz y a lograr cosas que luego me dan paz, satisfacción o tranquilidad. Es como si al yo interpretar significados, mi vida mejora. Hay una intencionalidad amorosa en esos mensajes.
También he notado que, a pesar de que la intención es amorosa, los mensajes muchas veces son duros y devastadores. Es decir, no todo lo que me sucede es bueno. He vivido dolores, pérdidas y sufrimientos, que en el momento he pensado que son terribles, mala suerte, que Dios no existe, etc., y luego me doy cuenta de que eso tenía un aspecto positivo, un mensaje importante, o una enseñanza fundamental.
En resumen, yo hoy sí creo que algo rige nuestros destinos, que el libre albedrío es la capacidad de entender, escuchar y asimilar o no los mensajes que «eso» nos da, y creo absolutamente en que toda decisión mía, si yo quiero que sea positiva para mí, tiene que ser previo un entendimiento de las cosas o señales que me suceden.
No creo en libros sagrados ni en instituciones religiosas, no creo en el pecado ni en las leyes morales religiosas, no creo que nada que me controle o juzgue desde una religión, pero creo fielmente que existe «algo» que me ama, orienta, enseña y guía, con la intención de tener una vida llena, plena, y con propósito.
Y uds. también, aunque quizás muchos aún no se hayan dado cuenta.
Sepan.