Venezuela es un infierno. Quien tenga duda de eso, es porque no vive allí o al emigrar se le olvidó como era el asunto allá.

Siendo el infierno que es, la gente tiene dos opciones: emigrar o adaptarse.

Emigrar tiene dos opciones también: legal o ilegal. El tema de emigrar legal es que cada vez es más difícil. Prácticamente todos los países nos piden visas, y luego cuando llegamos, el tema de la regularización es de espanto (en Chile por ejemplo, una visa definitiva se está demorando casi dos años). La gente recurre a la vía ilegal ya que le es imposible seguir en Venezuela. Eso implica riesgos de vida como el caso que ejemplifica este post. Adicional, al llegar es peor aún el tema de la regularización migratoria. Sales de un infierno y te metes en otro.

Dicen que a guaidó lo apoyan 60 países. Eso es mentira. Todos sabemos que es mentira. Si lo apoyaran, harían más flexible el tema de emigrar legalmente y tendrían más agilidad en regular la emigración. Incluso habrían más alternativas en cuanto a pasaportes, etc. Al final del camino, nadie quiere emigrantes «pobres». No lo dicen, pero todos sabemos que es así. No les importa lo que sufran.

¿Estoy de acuerdo con la emigración ilegal? ¡Absolutamente no¡ pero no están dejando alternativas. Ni ayudan a erradicar la tiranía en Venezuela, ni ayudan con el tema migratorio. Ni lavan ni prestan la batea.

Mientras eso ocurra, los países seguirán sufriendo la emigración ilegal, los migrantes seguirán muriendo en los caminos prohibidos, y la tiranía seguirá produciendo más y más de este éxodo.

Así que mientras no nos ayuden, mientras no apoyen de verdad, mientras solo sea política de micrófono, y mientras los políticos opositores venezolanos sean tan imbéciles como siempre han sido, esto no va a parar.

Sepan.

Hace poco hablé de Trump y de lo que pienso sobre el inconsciente colectivo del norteamericano. En post más atrás lo encuentran.

Ahora quiero analizar algunos aspectos que me quedaron por fuera de ese análisis.

Sostengo que ganará Trump. ¿Por qué? Porque el personifica el inconsciente colectivo norteamericano. Ellos internamente desean, piensan y aspiran actuar y vivir como lo hace el. El personifica perfectamente el sueño americano. Aman odiarlo y aman como el se defiende. Creo que es lo que más aman de él.

Ahora bien, ¿y Biden? El aglutina el voto de odio contra Trump. Creo que nadie inteligente votaría por una persona que evidentemente no está en facultades mentales ni personales para ejercer la presidencia. Pero los que odian a Trump, que no son pocos, votarán por Biden. Por odio.

Los venezolanos conocemos bastante eso. Vivimos votando en contra de Chávez y de maduro, y no importaba quién fuera el opositor, se votaba por el, solo por ir en contra del chavismo. Así fue como colocamos en la oposición a la gente más estúpida, corrupta y buena para nada del mundo.

En consecuencia el punto es que para mi ganará Trump, y si por algún milagro gana Biden, no será que ganó, sino que quienes odiaban a Trump, tuvieron más fuerza. Pero realmente no lo creo. El inconsciente siempre es más fuerte que la conducta propiamente dicha.

Sepan.

Les contaré la historia de ésta foto.

Me la tomé hace 12 años. Lugar: Puerto Ordaz. Venezuela. Estado civil: totalmente jodido.

Estaba separado de @psicamel. Le había sido infiel y nos habíamos dejado. Ahora estaba con otra persona (fue quien me tomó la foto), y ese fue el peor viaje de mi vida.

Ella se acababa de divorciar, con un hijo, yo era su profesor universitario, y empezamos una relación. A Mel no le fui infiel con ella, sino con otra, y bueno, uds imagínense la vaina. Todo un desastre. A esta persona también le fui infiel, y me descubrió días antes del viaje (pero no me dijo nada), y para hacer el cuento corto y menos enredado, solo puedo decirles que este viaje fue un infierno. Y si le sumamos que yo pesaba 200 kilos, el combo desastroso completo pues.

Esta foto siempre me recuerda que uno puede hacer de su vida un infierno, y todo se basa en las decisiones que no se piensan, que no se meditan y sobre todo, cuando no se miden consecuencias.

La mayoría de la gente usa los recuerdos buenos para refugiarse de los malos tiempos. Yo uso los recuerdos malos para valorar los tiempos buenos.

Me veo y encuentro un tipo que era un imán de problemas. Siempre recordaré esa época como «la época en que me di cuenta cuan destructivo puedo ser para mi mismo».

Así que allí se las dejo para invitar a la reflexión: ¿ud puede recordar cuando eran un desastre? ¿Pudiste superarlo? ¿Eres mejor o peor persona hoy día? ¿Te atreves a subir en tus redes una imagen de tus peores tiempos y donde hiciste cosas de las que te arrepientes?

Yo si.

Sepan.

Hermanos venezolanos en Chile, esto es con uds.

Hoy #Chile hizo un ejercicio de democracia en su #plebiscito y ganó la opción de #apruebo. Ante eso quiero hacerles un llamado.

Los venezolanos en Chile somos gente que vinimos escapando del infierno producido por el régimen dictatorial de Maduro, escapando del socialismo, la tiranía, la muerte, el hambre y la destrucción. Cientos de muertos, miles de presos, miles de heridos, cientos de torturados, y una oposición buena para nada, hicieron que 5 millones de venezolanos estemos por el mundo. 500.000 estamos en Chile. Estamos traumatizados, heridos.

Nuestra experiencia es muy importante. Somos el símbolo claro de lo que hace el socialismo, somos el ejemplo perfecto de una población que no supo elegir políticos, somos la representación clara de un pueblo que erró al dejar pasar tantas cosas, sobre todo al principio del caos. Eso tenemos que decirlo, denunciarlo y jamás cansarnos de advertir a los demás para que no caigan en lo que caímos nosotros.

Pero eso no nos da fuerza moral para aconsejar a nadie y mucho menos juzgar sus procesos políticos. Decimos que venimos del futuro? No! La verdad es que no siempre sabemos y no tenemos la sabiduría correcta. Sólo tenemos una experiencia, que merece ser contada, pero no un dictamen.

Debenos mirar el proceso chileno con respeto, con aporte y con la conciencia clara de que este bello país tiene su historia, tiene su experiencia y haga lo que hagan, tienen el derecho de escribir sus historias. Debemos ser hermanos de los chilenos, pero no un hermano fastidioso, sino un hermano que ayude, aporte y siempre este dispuesto a dar lo mejor.

Los llamo a respetar, a abrazar el ejercicio democrático de Chile y aplaudir lo bueno. Lo que pase de ahora en adelante ya se verá y nosotros tomaremos decisiones personales, pero los procesos sociales son indetenibles, y siendo nosotros extranjeros, tenemos un rol claro: ayudar, aportar, analizar, opinar, adaptarnos, respetar, y si, contar nuestra experiencia, pero nunca imponerla.

Los llamo a eso y les mando un fuerte abrazo a cada uno de ustedes.

Hoy #Chile tiene una elección profundamente importante: #plebiscito para ver si están de acuerdo en redactar una nueva constitución o no. Yo quiero decirles algo.

Soy venezolano en tierra chilena desde hace 3 años. Cuando llegué, venía del infierno venezolano. Una tierra hermosa de gente buena, convertida en un holocausto de hambre, miedo y muerte. Saben la primera fotografía que me tomé? Una selfie en un supermercado lleno de artículos.

Encontré en Chile gente maravillosa, amable y respetuosa, que entendía el drama venezolano. Vi en Santiago una metrópolis hermosa, llena de vida, luz y color. Me impresionó su limpieza, su orden y sobre todo su belleza.

El 18 de octubre de 2019 todo cambió.

El miedo, el fuego, la destrucción y la violencia fueron la nueva norma de vida. De repente todo era hostil, peligroso y feo. Luego llegó la pandemia y nos encerraron 7 meses. Ya nada era igual. Todo había cambiado.

Bajo ese clima hoy Chile decide su destino. Ojalá decidan bien, ojalá entiendan claramente que todo lo que inicia mal, termina mal. Que la violencia no es opción, que el miedo genera odio, que la destrucción genera depresión, y que nunca será un buen país, aquel donde el estado controla todo y ser rico es malo. La riqueza no es mala, lo malo es ser pobre. La igualdad tiene que ser para arriba, no para abajo. Ojalá los chilenos lo entiendan.

Los venezolanos no lo entendimos en su momento. Los cubanos tampoco. Los argentinos de igual manera.

Mis letras nacen del amor a este país que me acogió. No tengo críticas para ellos ni tengo consejos, solo experiencia. La experiencia de venir del infierno. Un infierno que nació de cantos de sirena, igualmente de la violencia, de cambio de constitución y de discursos llenos de mensajes en contra de la libertad, lo privado y la riqueza. Vengo de allí. De un paraíso venido a menos. Esa es mi experiencia.

Ojalá pueda volver a caminar por la Alameda y Baquedano, viendo su belleza, sus flores, sus colores y arquitectura. Ojalá los chilenos elijan bien el día de hoy, y escojan lo que realmente sea mejor para ellos.

Los amo Chile. Gracias siempre.

Trump me parece un personaje profundamente interesante. Es una especie de «amo odiarte pero no puedo vivir sin ti». Desde mi punto de vista, el personifica perfectamente el inconsciente colectivo del norteamericano promedio.

Sinceramente creo que Trump es todo lo malo que dicen de el. No cabe duda que es profundamente antipático, egocéntrico, narciso, totalmente prepotente, y no dudaría que en el fondo (y quizás no tan en el fondo) es racista y xenofobo.

Ahora bien, con todas esas características negativas por qué gana elecciones y por qué desde mi visión, ganará las próximas? Yo lo llamo «Efecto Berlusconi», lo que significa que no importa todo lo que hagas, yo quisiera vivir la vida que vives tu, y ser como tú. Y no sólo eso, siento lo mismo que tu, pero me da vergüenza admitirlo, incluso conmigo mismo. Es exactamente lo que produce Berlusconi en la mayoría de los Italianos. Trump produce lo mismo.

Esto es indiferente de si es un buen presidente o no. No tengo como juzgar eso, pero si me queda claro que si al norteamericano promedio le preguntan en una encuesta si votará por Trump, el dirá que no ya que le dará algo de vergüenza, pero en las urnas votará por el, sin duda alguna.

Trump ganará las elecciones próximas en USA. El sabe que aman odiarlo pero que no pueden vivir sin él.