Madurez es darse cuenta de las cagadas que metemos

Cuando empecé a darme cuenta de mis propios errores, de mis metidas de pata, y del daño que podían causar algunas actitudes mías, ese día maduré.

Yo tengo infinitos defectos en mi personalidad. De hecho, a veces creo que con la edad como que me van apareciendo más, pero tengo una enorme fortaleza, algo que me enorgullece muchísimo.

Soy capaz rápidamente de darme cuenta cuando la cago.

Esa habilidad nació en terapia.

Me la enseñó una psicóloga a la que fui para tratar mi adicción sexual. Ella era sumamente dura conmigo, sin contemplaciones. No me dejaba escapar. Sus terapias siempre eran muy dolorosas para mí ya que ella siempre hacía que yo me diera cuenta de las cosas que hacía.

Siempre recordaré a esa psicóloga. Era flaquita, menuda, con una voz suavecita, pero era despiadada.

Con ella aprendí a verme, a reconocerme y a jamás dejarme escapar en mis actitudes negativas.

Sigo teniendo bastantes defectos, bastantes sombras, pero las conozco al pelo y ya no me joden. Y cuando lo hacen, las veo.

¿Tú? ¿Eres capaz de verte? ¿Eres capaz de reconocer tus más profundos defectos? ¿Eres lo suficientemente adulto para entender que la cagas de forma infinita muchas veces?

Vente a terapia, para ayudarte desde allí. ¿Sí va?

Nosotros sí sabemos cómo ayudarte. Pide aquí tu consulta.

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