Estuve viendo un supuesto caso de maltrato de una madre hacia su hija adolescente. Se hizo viral en Twitter bajo el HT #justiciaparavictoria.
Hay varias cosas que aún no aprendemos:
- Linchamos a los supuestos culpables sin tener todas las versiones del caso.
- Presumimos que todo lo que nos dicen es verdad.
- Tenemos solidaridad automática y sin razonamiento.
Independiente de eso, el maltrato existe, las madres tóxicas existen, y es algo con lo que hay que luchar.
Madre, si tú me lees quiero que sepas que quizás tú fuiste maltratada cuando pequeña. La educación de antes era bastante ruda. Un «correazo», un «chancletazo», era lo normal. Sí, lo sé. Mi mamá también me pegaba. Pero eso era antes. Hoy día podemos hacer las cosas diferentes.
Existe la psicología, y el mito de que al psicólogo van solo los locos o gente con problemas emocionales, ya es cada vez menos. Antes de maltratar, ve al psicólogo. Busca ayuda. No maltrates.
Tampoco se trata de ser permisivo o de ser una «madre amiga». No. Se trata de aprender sobre refuerzos y también sobre extinción de una conducta negativa. Se trata de aprender formas de comunicación, maneras de tratar diferentes problemas, y también acerca de buscar la mejor forma de entender a tus hijos.
No niego que también hay hijos tóxicos, rebeldes irracionales, ofensivos y hasta violentos. También se que manipulan y mienten. Pero créeme, hay formas de tratar esto. Hay maneras de abordarlo, pero algo si te digo: el golpe, el grito, el insulto, el maltrato, no es la opción correcta.
No me sumaré al linchamiento en redes. Eso trae muertes, prisiones injustificadas, etc. Tampoco me sumaré a la solidaridad automática. A lo que sí me sumaré es a aportar sugerencias, posibles soluciones y orientaciones. El maltrato existe, el hijo maltratador también existe. Ante ambos: psicología.
Sepan.