Los que me conocen deben estar muy sorprendidos de que yo monte esta foto en mis redes. La mayoría sabe que no soy católico, y que desde que dejé de ser ateo, soy agnóstico. Pero la resurrección tiene algunos elementos que creo pertinentes analizar.
Vamos a olvidarnos un poco de la religión y vamos a meternos en un tema más ligado a la simbología y la psicología. Los invito.
Jesús, en una sociedad absolutamente machista, se aparece después de resucitar no a un hombre, no a Juan, no a pedro, sino a una mujer. Allí hay un símbolo. El más grande, el divino, se aparece a la mujer. Es importante entonces el lugar donde Jesús la coloca. La iglesia nunca entendió ese símbolo. De hecho, no existen curas mujeres y mucho menos Papa mujer. Nunca entendieron que Jesús nace de mujer y resucita ante mujer.
Por otro lado, hay otro elemento en la resurreccion. Jesús no teme probar su existencia ante Tomás. No condena al no creyente, no condena incluso la duda. Al contrario, da una muestra de humildad y le muestra sus heridas. Bienaventurados los que creen sin ver, no significa que son condenados los que no creen. Si no crees, yo te muestro y te lo pruebo. Ese fue el mensaje que dio Jesús a los no creyentes. La iglesia tampoco entendió ese símbolo y aunque no condena a quienes no creen, tampoco es que los mira con buenos ojos.
Por último, la resurrección es más importante que la crucifixión. Cualquiera puede ser crucificado pero no cualquiera puede resucitar. La iglesia dice que Jesús murió por nosotros. Una forma sutil de hacernos sentir culpables. Jesús resucitó por nosotros. Eso es lo que importa. Claro, un mensaje así no podía ser difundido, el miedo y el temor controlan mejor. Es la resurrección el verdadero legado del mensaje de Jesús, no su muerte, ni siquiera su sufrimiento. Miles de héroes han sufrido y muerto por los demás. Cualquier bombero o policía lo hace. Cualquier médico luchando contra el covid lo hace. Es la resurrección el mensaje, no la muerte ni el sacrificio.
Tengan esto en cuenta para sus propias vidas. Es levantarse y seguir. Es resucitar ante las adversidades. Es resurgir del sufrimiento. De eso se trata.
Se trata de la vida.
Sepan.