Periodistas que se equivocan y los justificas porque «todos cometemos errores». Políticos que no hacen lo que tienen que hacer y los justificas porque «al menos están dando la cara». Alguien que debía llegar temprano y llega tarde, y lo justificas porque «caramba, suceden imprevistos». Negocios que atienden mal y lo justificas «porque son empleados y les pagan muy mal. Si no comprendió lo que leyó, lo justificas porque «no todos tienen el mismo nivel de comprensión».
Y así al infinito.
Es verdad que en muchas cosas hay que ser flexibles pero también es verdad que si sigues en el «pobrecitismo» (pobrecito por tal o cual cosa) lo único que vas a fomentar es la mediocridad.
Los países desarrollados no aceptan nada, no toleran nada que tenga que ver con mediocridad, no permiten que nadie pise sus derechos, no son flexibles en el incumplimiento de las leyes, no permiten faltas de civilización, no aceptan errores que impliquen desprestigio, no toleran que sus medios mientan, sus políticos sean corruptos, y pare de contar las cosas que no aceptan. Llegan al punto de ni siquiera aceptar que su crack más grande en el fútbol, no juegue para su selección, así tenga un musculo roto. En fin, los países que entienden que si se dejan, se joden, no aceptan nada que no sea calidad.
Y eso empieza por la calidad individual.