Ser un adulto y aun vivir temiéndole a los padres y a su rechazo, es sencillamente seguir siendo niños
Nuestros padres nos educan de acuerdo a sus tiempos. Vivir bajo sus reglas cuando los tiempos cambian, es sencillamente no crecer
Echarles la culpa a tus padres, de tus conductas como adulto es el colmo de la irresponsabilidad
Una educación es valida siempre y cuando te permita ser flexible a los cambios sociales
Cuando por temor al rechazo de tus padres, en la adultez, te anulas tus propios deseos, admítelo, eres un cobarde
Unos buenos padres son aquellos que te permiten vivir tu propia vida sin que te impongan sus puntos de vista
Ser adulto y vivir con tus padres, sin duda alguna evidencia un escaso nivel de superación personal
Una buena educación es aquella que te permite vivir sin depender de nadie
Ser rígido es un síntoma inequívoco de desadaptación social
Un buen padre es aquel que te enseña a no depender de el
Vivir bajo la moral que te enseñaron tus padres, siendo adulto, es sencillamente no tener tu propia moral
Depender de los padres, siendo adulto, es claramente un mensaje que dice “yo sigo siendo niño y no se valerme por mi mismo”
Cuando tienes un rencor no superado por algo que tus padres te hicieron cuando niño, sencillamente es seguir siendo niño
Temer a tus padres cuando ya eres adulto y con criterio, es claramente síntoma de que no eres adulto ni tienes criterio
Los principios enseñados por los padres deber servir como referencia a los principios creados después de adulto, no como normas
Es muy frecuente que muchos padres quieran vivir a través de sus hijos, es menester del hijo vivir su propia vida
Una cosa es respetar a los padres y otra es anularse a causa de ellos
Nuestros padres saben muchísimo sobre el pasado, nosotros los hijos sabemos muchísimo sobre el presente
Mientras tus padres te regañen, sigues siendo un niño
Escuchar a los padres es un deber, seguir sus reglas sin evaluarlas, siendo adulto, es un fracaso
Un buen padre es aquel que te enseña a ser la versión mejorada de si mismo
Si un padre no teme rechazarte implica sin duda alguna que tampoco teme a que tú lo rechaces
Madurar es empezar a tener propio criterio. Mientras vivas bajo los criterios de tus padres, aun no has madurado
Mientras no vives de forma autogestionada, independiente y madura, vivirás sin duda en estado de dependencia infantil
Si siendo adulto temes a tus padres, no eres adulto
Para que tus padres dejen de verte como un niño, debes comportarte de forma adulta
Amar y respetar a los padres es un deber humano, siempre y cuando ellos se ganen ese amor y ese respeto
Y si uno sigue viviendo en la misma de sus padres siendo adulto? ¿Dónde quedan ciertas normas que hay que respetar porque es su casa? Pasa que a las mujeres sobre todo cuando aún no nos hemos casado, aun quieren saber dónde andamos…Y claro a uno no la coartan de tomar sus propias decisiones, pero igual están pendientes de uno…
Por lo regular sigue siendo un estigma el que la mujer soltera se independice porque los padres lo ven mal y muchos llegan al chantaje para que ellas se queden, ya que piensan que si se van a vivir solas es para andar con un hombre y otro. Es triste pero es la cruel realidad, y por ello muchas chavas se quedan, a menos que se salgan por otra cosa, cambio de residencia por estudios o trabajo.
EXCELENTE PAGINA LO FELICITO QUE AYUDA TAN MARAVILLOSA. GRACIAS–
Sin lugar a dudas y en gran manera estoy muy invadida por huellas fundamentales que dejaron la educación de mis padres y la identificación con mi madre,No es sólo mi caso es también el de tantos, «el repetir la historia» al tomar distancia del hogar paterno.Esta también ha sido de sumisión y anulación.Hoy no tengo a quien echarle la culpa.Pero al leer su artículo me doy cuenta de cuan imperfecta soy.La verdad que a ésta altura de mi vida, puedo decir de mi que soy una mujer INmadura de 58 años,y debo exigirme prontos cambios.Gracias por el artículo,muy útil
En alguna oportunidad leì o escuchè que «no existe fòrmula didàctica para ser buen padre»… en mi experiencia ellos copiaron patrones de sus padres… es lo que nos tranmitieron… mis padres dieron lo que tenìan para darme… probablemente con muchos errores, pero lo hicieron lo mejor que pudieron… sentirse vìctimas de ellos, es seguir el mismo patron … aprendemos del ejemplo… mis hijos aprenden a gritar si yo lo hago siempre… reconocer que tengo fallas, ya es un paso importante que me ayudarà a encontrar maneras sanas de tratarlos… Estoy convencida de que el amor es la clave… y sè que siempre encontrarè la forma de hacerlos crecer espiritualmente un poco màs felices, pues mañana tambièn a ellos, les tocarà ese hermoso, pero muy comprometido rol.
Me han servido muchísimo tus escritos.
Aveces cuesta cortar el cordón umbilical.
Yo a mis 50 años aún veo a mis hijos como peques.