EL RESENTIMIENTO EN EL OBESO

No temo decir verdades que puedan dolernos pero en mi experiencia personal y profesional, muchos obesos tienden al resentimiento
La obesidad tiende a ser discriminada. Se nos señala de forma brutal y despiadada. Es lógico, así nos tratamos los obesos a nosotros mismos
Ser obeso implica estar por fuera de la “moda social”. Las sociedades no perdonan a quienes se alejan de ellas
El resentimiento de los obesos se expresa mayoritariamente ante las personas que le dicen que no coma tanto
Es una característica de nuestro comportamiento como obesos el hecho de ocultar nuestros sentimientos negativos
El resentimiento es causa y efecto de la obesidad
Es duro admitir que uno como obeso en el fondo es un resentido, pero si nos vemos profundamente, nos daremos cuenta
El resentimiento del obeso es una defensa ante la discriminación el sentirse menos que los demás
Ser obeso, al incluir en su bagaje psicológico el resentimiento, se defiende a priori de cualquier comentario de los demás sobre su gordura
La obesidad es tan caótica que hace imposible un comportamiento congruente
Cuando nuestro objetivo es adelgazar y no cambiar nuestra vida, la obesidad continuará así te operes. El resentimiento será mayor
Para el obeso su máximo objetivo es adelgazar, por eso fracasa. Su objetivo no es cambiar de vida y allí la gran falla
Cuando uno como obeso se da cuenta que se está matando comiendo porque en el fondo su vida no le gusta, empieza el camino de cambiarla
Sin discriminar a las personas delgadas debo decir que no hay nadie más sensible que una persona obesa
La obesidad es una enfermedad, una adicción, una patología del comportamiento y habito de vida. ¿Con solo dietas piensas superarlo?
El resentimiento en el obeso nace de tanto insistir y fracasar. No nos damos cuenta que haciendo lo mismo no obtendremos nada diferente
La mayoría de los obesos fingimos ser felices y es lógico que lo hagamos. ¿Quién demonios quiere andar dando lastima por allí?
El deseo frustrado de ser delgados, los obesos lo usamos como motivo inconsciente para comer más
El momento más patológico de mi obesidad lo viví cuando me vi comiendo una hamburguesa doble viendo un programa sobre dietas
Hubo un momento en mi psicopatología en que yo veía “perdiendo para ganar” (prog de ejercicios) Comiendo bolsas de Torontos
Para uno dejar el resentimiento como obeso lo primero es entender que nadie es culpable de tu situación
El resentimiento desaparece en el justo momento en que empezamos a amarnos a nosotros mismos, inclusive siendo obesos
Uno sabe que una persona ex obesa no ha cambiado su mentalidad cuando aun la vemos resentida. Engordará de nuevo. Sin duda
En la medida en que cambiamos nuestra mentalidad, la obesidad se convierte en algo solucionable y no en una cruz a cuestas
Operarse para ayudarse en la lucha contra la obesidad sin cambiar nuestra psicología obesogena, es perder ese dinero
Dejar de estar resentidos es perder muchos kilos de sobrepeso sin apenas haber iniciado dieta
Cuando te aceptas a ti mismo, aun estando obeso, el camino a la recuperación empieza a allanarse
Cambiar de mentalidad implica siempre un trabajo personal y en equipo. En mi experiencia, la mayoría de los obesos no podemos solos
No existen formulas mágicas para dejar de ser obeso. Para recuperar la vida se debe tener claro que es un proceso
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LA FELICIDAD EN EL OBESO ES UN MITO

Lo digo de manera radical y sin ánimos de polemizar pero si contundentemente: no existe nada parecido a “ser un gordo feliz”
Para el obeso la felicidad es una utopía. Nos duele todo, no podemos hacer casi nada y nos sentimos enfermos casi todo el tiempo
El gordo feliz es solo una máscara que uno se pone para no producir más lastima y criticas por ser obeso
Ser feliz implica un estado de bienestar y el ser obeso es lo más alejado de allí
Los obesos nos escudamos que no necesariamente ser flaco implica ser feliz, eso es cierto, pero siendo obeso, no tienes alternativa de serlo
El mayor drama del obeso es que come para no sentirse infeliz y justamente eso es lo que mas logra, no ser feliz
La obesidad no solo es una enfermedad, es también un estigma, una especie de situación de la que se burlan y critican
Una vez un niño me miro y viendo a su mamá le dijo: mira mama un monstruo. Me sentí morir. Fui y me comí un helado
Sin temor a decirlo, las personas delgadas, en su mayoría, internamente, a veces sin saberlo, sienten que el obeso es menos
Yo como psicólogo no pude adelgazar por mis propios medios. Eso habla de lo fuerte y caótica que es esta lucha
Hoy en día, siendo aun obeso en proceso de dejar de serlo debido al bypass, he descubierto que los obesos erramos en la motivación
El mayor error que cometemos los obesos es motivarnos a adelgazar. Eso no sirve. Nuestra motivación debe ser otra
¿Me preguntan que moral tengo para hablar de obesidad? La tengo toda: lo soy, lo estoy dejando de ser y aprendí psicológicamente sobre mi
Si la motivación de un obeso es adelgazar, la mayoría fracasará como de hecho está demostrado. La motivación debe ser el amor a si mismo
Muchos obesos adelgazan y vuelven a engordar fundamentalmente porque aun siguen sin quererse a si mismos
La psicología sola no me ayudo a adelgazar ya que es una enfermedad multifactorial, pero sin ella nunca hubiese decidido operarme
Si uno se fija en las preguntas que le hacen a los obesos, la mayoría tiene el tinte de juicio implícito
De hecho uno de mis mas grandes estigmas era ser obeso y ser psicólogo. El juicio de los demás es implacable. Así es la vida del obeso
La obesidad es un problema psicológico, físico y hasta espiritual. Son múltiples aspectos que la conforman
El acto más frecuente y preciso que hacemos los obesos es el lastimarnos a nosotros mismos
Tomar conciencia de dejar la obesidad pasa por el sencillo y profundo acto de empezar a amarse a uno mismo
Adelgazar o no es solo una necesidad creada por los fabricantes de moda. El verdadero sentido para dejar de ser obeso es amarse
Hoy en día como psicólogo no me centro en ayudar a las personas a adelgazar, me centro en que se amen a sí mismas.
Yo solo decidí operarme cuando me di cuenta que me estaba matando, odiándome a mí mismo. Al quererme, decidí operarme
Les contaré un secretico que nos guardamos la mayoría de los gordos: nosotros rechazamos a otros obesos. Terrible, ¿no?
Como psicólogo lo digo claramente: la psicología sola no sirve para tratar la obesidad. Sirve para apoyarte en el camino. Es fundamental
Conozco un nutricionista que se hizo un bypass. Me dijo “nosotros solos no podemos, necesitamos al psicólogo” y yo dije “y nosotros a uds”
Amarse uno mismo es dejar de ser obeso. Dejar de ser obeso no es adelgazar, es dejar de matarse a través de la comida
Salir de la obesidad implica dejar de criticarse y odiarse a sí mismo. Implica aceptar que estas muriendo y debes ir a la vida
En próximas entregas hablaremos de cómo hacer eso de amarse a si mismo
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RELACIONES DEPENDIENTES (parte I)

Uno de los aspectos más controversiales de la humanidad es el hecho de meterse contantemente en relaciones que lejos de ser felices son un marasmo de tristezas y descontentos, lo peor es que no salen de allí. De allí la incógnita ¿Qué hace que personas sanas e inteligentes continúen en relaciones que no los hacen felices?
Yo he escuchado de manera repetitiva varias excusas. Generalmente son las mismas en casi todas las consultas. Las mismas son (en orden de repetición)
  1. No me separo para que no sufran los hijos
  2. No me separo porque no tengo dinero como mantenerme
  3. No quiero perder lo que he logrado todo este tiempo
  4. Nadie me querrá
Es impresionante la cantidad de veces que escucho lo mismo, una y otra vez, lo que resulta en consecuencia que más que un problema de pareja, este asunto es una cultura establecida en sociedad. Las personas se relacionan de esta forma, establecen vidas dependientes y luego cuando quieren salir de ellas, les es imposible ya que configuraron una vida infantil (dependencia) siendo adultos. Por otro lado, necesidades de estas personas los impele a buscarse amantes (así descargan su necesidad afectiva) o se meten en conflictos emocionales debido al “corto circuito” que nace de “quiero estar en esta relación pero no quiero estar en estar relación”. Es siempre lo mismo. Las personas buscan soluciones temporales a sus necesidades pero no cambian su forma de vivir.
El miedo es otro factor importante. No temo decirlo pero la mayoría de las personas que se meten en relaciones dependientes son individuos que de alguna u otra manera fueron sobreprotegidos por alguno o ambos padres o por el contrario, sufrieron carencias importantes de alguna o ambas de estas figuras. No con esto les atribuyo la culpa a los padres de las relaciones dependientes de sus hijos, pero es un factor importante para que esto ocurra. El problema radica en que cuando una persona dependiente sabe esto, lejos de mejorar, se ancla aun peor en esa relación disfuncional, ya que les echa la culpa a sus padres y deja de asumir la responsabilidad de sus actos y decisiones.
No salir de una relación que ya no sirve es un acto malsano y enfermizo hacia uno mismo, es la demostración clara de que no has madurado, que has convertido tu vida en un hecho dependiente y sumiso, implica que tu autoestima esta por el suelo y que poco valoras tus propias capacidades de desarrollo e independencia, no hablemos de madurez, que en este caso, sencillamente brilla por ausencia
Continúa en la próxima entrega
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