Lo que más me llena…

Si algo me llena a mí, es el contacto con la tierra, con los paisajes, con lo natural.

Eso es algo que ha venido en mi madurez. Antes no era así. Era más de rumba, sexo, joda. Hoy en día prefiero una puesta de sol en un lago hermoso, en vez de un trago en una discoteca. Etapas que van pasando y van entrando otras.

No sé si tener muchos planes para el 2024.

De hecho, solo quiero las cosas básicas de la vida: salud, amor y prosperidad. Adicional a siempre tener la oportunidad de disfrutar de viajar, conocer, aprender y vivir la vida.

¿Cómo van con sus propósitos de año nuevo?

Les deseo a uds. lo mejor de este nuevo año que comienza pronto, y que todo lo bueno caiga sobre uds. Y si no ocurre así, entonces les deseo fuerza, fe y esperanza para sobrellevar las situaciones negativas que muchas veces nos tocan vivir.

Recuerden elegir la vida, porque mientras estemos vivos, hay esperanzas.

Un abrazo grande.


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La decisión de perdonar o no una infidelidad

La infidelidad es una herida que duele y no cicatriza absolutamente. Eso significa que aquello de pensar que vas a ser infiel y la otra persona te va a perdonar, tipo borrón y cuenta nueva, eso no va a suceder. Olvídate de eso.

Perdonar una infidelidad pasa por varios procesos, que van desde la perdida y restitución de la confianza, hasta lidiar con sentimientos tan fuertes como el odio, el amor, la autoestima.

No todos perdonan una infidelidad y eso hay que tenerlo presente, y no sólo eso, sino que muchas veces se perdona rápido y luego la persona no sabe lidiar con los otros sentimientos, y termina arrepintiéndose de haber perdonado. Es eso que muchos conocen como ir hacia adelante y luego hacia atrás, incluso muchas veces.

Así que el proceso del perdón de una infidelidad no pasa por empezar de cero, sino por empezar con útiles gastados y tiempo transcurrido. No se puede pretender pasar por este trance de manera fácil y rápida. Es imposible, e intentar hacerlo es un error importante.

Así que tómense su tiempo, procesen sus duelos, y permítanse sentir. No se apuren en esto del perdón, y vean si son capaces de hacerlo o no, y luego, en caso de perdonar, entender que jamás es borrón y cuenta nueva.

¿Qué puede hacer?

Acompañar su decisión de perdonar, con ayuda psicológica. ¿Por qué? Porque la va a necesitar para que ese perdón no se convierta en un drama insufrible en el que finalmente usted se quede sin ese amor al que decidió darle una segunda oportunidad.

Sepa.


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La decisión de cambiar

La decisión de cambiar, ya sea irse del país, buscar otro trabajo, cortar una relación amorosa, nace de varios sentimientos: desesperanza, decepción, frustración y, a su vez, motivación, esperanza y optimismo.

Son muchas preguntas las que nos hacemos cuando vamos a dar ese salto: ¿qué haré? ¿cómo me irá? ¿podré adaptarme? Cada una con cargas emocionales importantes.

Ud. debe entender que la decisión de cambiar es una elección personal, derivada de motivaciones propias. Por ejemplo, emigrar buscando una vida mejor no tiene nada de malo. Lo importante es que ud. asuma que el acto de emigración no puede ser depresivo, porque para deprimirte, entonces mejor te quedas en tu país.

Adaptarte al nuevo lugar es fundamental. Se extraña al familiar, al amor dejado atrás, a los amigos, los sabores, los lugares, pero no por eso debemos vivir llenos de melancolía, como si emigrar fuese la peor noticia.

Sí, lo sé, al emigrar, se vive un día a la vez y se siente como un año. Es parte del aprendizaje.

Si ud. no sabe manejar esto, estará peor que cuando estaba en su país. Justamente por eso, quien emigra debe prepararse emocionalmente, buscar ayuda profesional de ser necesario, porque definitivamente, emigrar pone a prueba tu capacidad de adaptación y tu fortaleza de carácter.

También se debe considerar como trastorno emocional esa compulsión de algunos de andar criticando a la gente que no se quiere regresar, que desea cambiar de nacionalidad, o incluso rechaza el país que perdió. No entienden que muchos que se fueron de su país se sienten traicionados, y sienten que su país y su gente, no son realmente el mejor país del mundo.

Sepa.


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¿Desconfías de tu pareja?

Desconfiar siempre es enemigo del amor. No puedes comprometerte en una relación y, a la vez, pensar que la persona que amas te está traicionando. Sobre todo porque el amor implica vulnerabilidad y confianza, en consecuencia, andar pensando que el otro está en vainas raras, hace que tu capacidad de amor, autoestima y seguridad, sean erosionadas a tal punto, que puedes llegar a perderlas totalmente.

Por otro lado, ese círculo vicioso de revisar, no encontrar, volver a desconfiar y volver a revisar, se puede tornar compulsivo y producir una enfermedad mental (Trastorno Obsesivo Compulsivo).

Revisar el teléfono de tu pareja implica que si descubres algo, necesariamente tendrás que terminar la relación, ya que si no es para eso, ¿para qué revisas? Así que al hacer esta práctica, en el fondo estás, no solo mirando a ver si te están traicionando, sino siempre pensando en que la relación, de ser así, va a terminar.

¿Qué sentido tiene estar en una relación así? ¿Verdad? Piénsalo.

Por último, sé que al leerme estarás pensando «entonces si no reviso, ¿cómo sé si no me están traicionando?». La respuesta es: si te están traicionando, mientras más relajado esté (sin sentir tu vigilancia), estará menos atento, y cometerá más errores.

Al final, si te traicionan, lo vas a descubrir, sin necesidad de que vivas paranoica o paranoico, con obsesión compulsiva, o siempre pendiente de cualquier señal que implique traición.

Sepa.


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Es peligroso creer que eres más inteligente que los demás.

Con más de 50 años de vida he aprendido claramente a diferenciar las verdades que acepto y las mentiras que soy capaz de digerir para mantener la fiesta en paz, pero también me he dado cuenta que muchas veces creer que eres más inteligente que el otro o que puedes engañar a alguien fácilmente, es una apuesta difícil de ganar.

Siempre habrá alguien más inteligente y con más capacidad que tú, y no sólo eso, siempre habrá quien se haga el tonto para hacerte creer que eres tú quien lleva la voz cantante, cuando en realidad «te están esperando en la bajaíta».

Sepa.


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Cambio de imagen y emociones

Cuando elegimos cambiar nuestra vida muchas veces empezamos por nuestro aspecto. Pero no caigas en la trampa de creer que solo cambiando tu aspecto, tu vida habrá cambiado automáticamente. Hablemos sobre los cambios de imagen y también sobre nuestras emociones.

Hace algún tiempo estuve hablando con alguien que estaba sumamente deprimida.

Tenía una melena rubia hermosa y cuidada, muy bella realmente. Un día de forma intempestiva se cortó el pelo casi al ras y me dijo que lo hizo para hacer un cambio en su vida.

Le pregunté si lo había logrado y ella me dijo que no, que solo fue una sensación momentánea pero que su tristeza y melancolía continuaban. Exploramos sus emociones, vimos las cosas que la afectaban y los pensamientos al respecto, y poco a poco fue cambiando su visión. Al tiempo dejó de estar deprimida.

Yo dejé de verla y hace poco me la encontré en redes, había abierto un onlyfans. Yo me sorprendí ya que ella no era especialmente sexualizada ni la veía con intención de exhibirse. 

Le pregunté por qué lo hizo y me dijo que para cambiar su vida. Le volví a preguntar si lo había hecho y está vez me respondió que sí. De hecho, me contestó que justamente por haber cambiado su vida, es que ahora sentía que por fin afloraba su yo verdadero.

Me dijo que toda su vida había estado reprimida y que mostrarse sexy y erótica, le daba una nueva pasión en cuanto a sí misma. No lo hago por dinero, me dijo, lo hago porque realmente me divierto en mostrar una faceta mía que sabía que estaba allí y que nunca me atreví a soltar.

Le dije que sí ella estaba feliz con eso yo también estaba feliz por ella, y que su cambio había empezado por cortarse el pelo, pero cuando cambió emocionalmente fue cuando todo su proceso fue integral.

Ella lo reconoció y nos despedimos porque tenía una sesión de fotos. Por cierto, seguía con el pelo casi al ras.


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