Hacer un resumen de este año es bastante complicado en mi caso. Si algo es un signo de mi vida es el constante movimiento y actividad casi frenética. Conocí gente increíble, otra no tanto. Sufrí algunas decepciones, incluso traiciones, se me ocurrieron ideas geniales y otras profundamente estúpidas. Hice crecer a mi equipo y ellos a mi, atendí más pacientes de lo que es sano atender, ayude a sanar a la mayoría, otros lamentablemente no. Construí una plataforma de ayuda a la mujer víctima de violencia, con atención gratuita y a nivel nacional, di muchas conferencias que ayudaron a mucha gente a cambiar su vida, escribí un libro que fue un éxito glorioso y del que se agotaron dos ediciones en menos de 6 meses. Tuve que decirle adiós a muchos amigos que se fueron, yo también quise irme pero decidí aguantar un poco más a un país que te patea para que te vayas. Este año he amado profundamente y también dejé de amar. Vi morir grandes afectos, animales y humanos. El país me estresó este año horriblemente pero también me dio muchas satisfacciones. Mentí a veces, dije la verdad la mayor parte del tiempo, intenté ser ético en mi trabajo pero cometí algunos errores, fui una buena persona la mayor parte del tiempo, no tuve envidia de nadie aunque a veces fui hipócrita con algunos. Me alejé de conflictos en redes y en mi vida personal, vi crecer a mi hija, seguí amando a mi familia, y en general fue un año bastante bueno en circunstancias muy malas. Podría decir que mi año fue una poesía con algunas faltas de rima, un viaje borrascoso con paisajes hermosos y brisa fresca que a veces sorprendía con tormentas. Veo a mi esposa, hija, perrita, padres, equipo, gente que quiero y amo, y definitivamente de este año solo me queda decir gracias. Y mil gracias a uds por leer a este psicólogo metido a rebelde, escritor de sentimientos y un loco que finge cordura. Muchas gracias. Siempre
Psicovivir 