Yo soy un convencido de que es plenamente imposible que un individuo prospere como persona si solo es inteligente pero carece de cultura. Hablo de prosperar no en el sentido económico sino más bien en el sentido humano, incluso espiritual, entendiendo espíritu como aquello que se eleva más allá del psiquismo y entra en el campo de lo incognoscible. La cultura, construida como intelecto te produce el matiz necesario para poder entender el mundo que te rodea, es una especie de manual de instrucciones que hace que puedas codificar la morfogenesis de la entropia alienante en la que vivimos pero que a su vez magnífica la miriada de posibilidades que un criterio constructivista puede otorgar a una sociedad que se despegue de su propia proyección. No es que el intelecto sea mostrado en un derroche semiologico de rebuscadas ingenierías de palabras, es colocarse lentes especiales para deconstruir realidades que para el ojo sin entrenar en las lides del conocimiento intelectual, es imposible observar. Es imperativo ser cultos, es taxativa la obligación de prepararnos, es necesario abandonar a bruto para que no mate a puñaladas al cesar del intelecto que impera siempre silente, en los albores del crecer y evolucionar, como las contingencias biológicas que habitamos en gea, y que tenemos el privilegio de intentar civilizarla.
ABANDONEMOS A BRUTO
Publicado por Psic. Alberto Barradas
Psicólogo con mención en clínica que un día se montó en su moto, se hizo varios tatuajes, vendió el diván, se olvidó de que se había graduado cum laude y empezó a difundir reflexiones muy personales sobre la vida, llevando un mensaje con el que la mayoría se pudiera identificar y verse reflejado. Hoy convertido en fundador y director ejecutivo de Psicovivir Internacional, la más importante red de psicólogos online de América Latina, sigue marcando pauta en psicoterapia, a través de lo que él mismo llama: la rebelión de la psicología. Como escritor y conferencista, lleva sus reflexiones a millones de personas a través de sus redes sociales y sus giras internacionales. Con un lenguaje cotidiano, lleno de humor y, a veces, sarcasmo, intenta ayudar a mejorar la salud emocional de quien así lo desee. Radicado en Santiago, Chile. Ver todas las entradas de Psic. Alberto Barradas