UN MENSAJE

No cabe duda que este año 2012 que acaba hoy fueron 365 días bastante intensos en cuanto a situaciones del país, mundiales y sin duda alguna también a nivel personal en cada uno de nosotros. No es una fantasía pensar que los macro acontecimientos afectan nuestros micro ecosistemas individuales. Yo como psicólogo tuve la oportunidad de ver estos procesos en muchos de ustedes. También pude interactuar con miles por las redes sociales y aparte de llenarme de experiencia, también pude contribuir en ayudar a sobrellevar muchos de los procesos complicados y duros que un sinnúmero de ustedes tuvieron que pasar este año.

Para mí fue un año de muchísimo movimiento. Atendí un número aproximado de 460 pacientes, repartidos en más de 2000 consultas. Estuve en decenas de programas de televisión y de radio. Dicté más de 20 conferencias y escribí más de 100 artículos en medios de comunicación y más de 230 en mi blog. Lo mínimo que puedo decir es que para mí fue un año profundamente intenso. Al final no puedo negar que al terminar quedé totalmente exhausto y ya las vacaciones decembrinas más que un deseo era una absoluta necesidad.

Al mirar para atrás en este 2012 lo único que puedo sentir es un profundo agradecimiento hacia cada uno de ustedes. El que cada uno haya puesto su confianza en mí, haya ido a mi consulta y me haya leído en las redes sociales ha sido para mí un inmenso orgullo y un gran honor. El universo al que ustedes me han dejado entrar contándome sus problemas, sus intimidades, escribiéndome en las redes y en preguntas que me hicieron en la radio y la televisión, ha sido un privilegio, ya que dejarme entrar allí es una muestra de confianza en mis capacidades y no defraudarlos ha sido siempre mi más estructural compromiso.

Desearles un feliz 2013 es más que un cliché, es un deseo genuino y sincero. Es una prerrogativa que cada uno de nosotros debe asumir ya que la felicidad es generalmente una decisión y el que el 2013 sea un año feliz para cada uno de nosotros es más que un deseo, es una elección. Así que mi cariño, respeto y agradecimiento a cada uno de ustedes, un abrazo fraterno y lleno de cariño, con mi total compromiso de entregarme a la orientación, compartir y ayudar a cada persona que lo requiera y a escribir siempre en base a las  vivencias que nos ocurren a fin de alumbrar el camino de quienes como yo, en muchas oportunidades, hemos estado un poco perdidos. No olvidemos que un psicólogo es un ser tan perdido como cualquiera, pero con un mapa, una linterna y profundo valor para acompañar a quien se lo solicite, en la búsqueda de los caminos correctos para solucionar nuestras crisis existenciales.

Un inmenso abrazo y mis mejores deseos en este 2013.

Gracias por acompañarme y leerme en esta aventura llamada vida.