Hay gente que no lo tiene claro, así que hay que repetirlo siempre. Hay discusiones que a mí me fastidia tener, ya que es como discutir con idiotas, pero bueno, nada, hay que repetirlo.
Le podré un ejemplo claro.
Si ud. ve a una niña, por ejemplo, de 14 años, usando minifalda, sexy, super erótica, y le dice que quiere tener sexo con ud. y ud. lo tiene… usted es un abusador de menores. Un enfermo. Ella una víctima.
Si ud. le paga a una chica menor de edad para tener sexo, y ella lo hace, incluso todo alegre, va y busca una amiga, y ambas disfrutan con ud. y todo el tema, ud. es un abusador de menores, enfermo, y ellas unas víctimas.
¿Por qué son víctimas si se le están ofreciendo, gozando, aceptando plata y todo?
Porque son menores de edad, porque son vulnerables, porque seguramente no tuvieron un hogar funcional, una buena educación, o sencillamente están alienadas a una sociedad hipersexualizada, y ud. en vez de decir «carajita, vaya a estudiar o a ver si el gallo puso», ud. se aprovechó de todo eso.
Así que no hay relatividad en este tema.
Si ud. busca alguna justificación para el abuso, o relativiza eso, o pone la responsabilidad en la víctima, ud. tiene su gustico por las carajitas, y no sólo eso, ud. quizás hasta tenga su cuento escondido y anda buscando justificarlo.
Y si eres mujer la que hace eso de justificar el abuso, colocarlo en la víctima o relativizarlo, ojalá seas estéril.
En una oportunidad yo estaba buscando una asistente para mi equipo y hablando con una amiga le dije «¿Tú no tendrás a alguien de tu confianza que quiera trabajo?». Ella muy emocionada me dijo que sí, que tenía una amiga que estaría muy interesada.
Contacté a la persona y le dije que le ofrecía trabajo. Ella se emocionó muchísimo y se puso muy alegre, pero me di cuenta que se estaba demorando en contestar mis mensajes. Le dije que sí estaba ocupada hablábamos cuando pudiera. Ella me dijo que estaba caminando y que al llegar a casa me escribiría.
Así lo hizo.
Le comenté sobre el trabajo, remuneración, condiciones, etc. Ella me refirió que se acababa de quedar sin trabajo, pero acto seguido me dijo que tenía algunos impedimentos (no tenía Internet ni computadora). Le dije que podíamos solventar eso, y que quería que el lunes (era viernes) tuviéramos una entrevista on line. Puso algunos peros para la hora, pero quedamos en una entrevista formal.
Llegó el lunes y volví a contactarla (aunque pensaba que ella podía haberme contactado a mí). Me dijo que se le complicaba la hora y que estaba muy ocupada, además que seguía pensando que no tenía Internet ni computadora.
Yo no comprendía lo del Internet ya que estábamos hablando vía WhatsApp. Ella me explico que no tenía wifi, y le dije que no había problema.
Siguió poniendo algunos peros y desistí.
Me quedé con esa sensación extraña cuando sientes que has ofrecido lo mejor (en tu visión de las cosas) y la otra persona prefirió seguir en su estado original: metida en un problema.
Esta persona sí quería trabajar conmigo, pero su visión de túnel no se lo permitió, quizás incluso su propia costumbre de «pasar trabajo» había sido un saboteo importante.
Lo cierto es que nunca la comprendí y no sólo eso, me cuesta comprender a las personas así.
Durante mucho tiempo fui de los que decía «no tengo nada de que arrepentirme». Luego cercano a la madurez me di cuenta de que sí, sí hay errores costosos que tienen consecuencias importantes.
Debido a mi trabajo, veo a mucha gente en diferentes etapas de su vida y puedo ir dándome cuenta si son inmaduros, maduros o sabios (así los clasifico en ese sentido).
Para mí, las personas inmaduras son aquellas que pasan por la vida sin tener criterio propio, regidos bajo la estructura de sus padres, con sentimientos de culpa por no cumplir expectativas y sin tener conciencia auto reflexiva de sus acciones y de lo que producen a los demás.
Las personas maduras la entiendo como individuos que andan en paz con la incertidumbre de tener que regirse bajo sus propios criterios, que asumen la vida con sus retos, que toman conciencia de sus acciones y entienden que no pueden andar por la vida sin entender lo importante que es la auto reflexión, y la responsabilidad de sus acciones. Son independientes, viven bajo sus propias reglas, no se victimizan ante nada, y tienen absoluta conciencia ante sí mismo y los demás.
Las personas sabias las entiendo como personas que se alejan de las pasiones, que entienden el poder de ir más lento, de entender procesos y comprender las diferencias. Son personas poco dadas a meterse en conflictos que no puedan resolver y le dan prioridad a la paz, la auto conciencia, la comprensión y el entendimiento.
A veces todas esas etapas andan unidas y se entremezclan, dando prioridad a transiciones importantes donde una etapa va a dar cabida a la otra.
Así que si deseas madurar, no importa la edad que tengas, tendrás que entender que no puedes andar por la vida sin asumir tus errores y sobre todo, sin la auto reflexión que implica pedir disculpas, corregir, y enmendar el camino.
Cuando hablamos de depresión estamos hablando de un estado de ánimo melancólico, triste, donde nos sentimos culpables, y eso afecta a muchas áreas de nuestra vida, sobre todo porque dejamos de funcionar, ya no queremos tener relaciones sentimentales ni sociales, y nos cuesta trabajar, nos cuesta concentrarnos, realmente afecta muchísimos aspectos de nuestra existencia.
Vamos a hablar sobre los cinco tips más importantes para poder aminorar la depresión.
Primer tips. Es importante ante la depresión el ejercicio físico, pero no hablo del ejercicio de alto impacto, no hablo del ejercicio donde tienes que meterte en un gimnasio y pasar durante varias horas haciendo rutinas para quitarte la depresión, no. Estoy hablando de que, con caminar, recibir sol, hacer pequeñas caminatas con largos periodos de descanso, o sea, caminas, descansas, caminas, descansas. Ves la naturaleza, ves los árboles, intentas airearte, oxigenarte, eso es fundamental para disminuir la intensidad de la depresión. Caminar siempre funciona.
Segundo tips. Cuando estamos deprimidos es muy importante no oscurecer nuestra habitación. Es lo primero que queremos hacer. Queremos tapar las cortinas, que el sol no entre, queremos estar siempre a oscuras, acostados y dormidos; eso es lo que nos provoca. Y debemos hacer exactamente lo contrario, iluminar nuestra habitación, recibir luz solar, ubicar siempre espacios aireados donde de alguna forma recibamos también la naturaleza, los sonidos, incluso no importa si vives en una zona urbana. El hecho de ver movimiento, carros, gente, cosas, es muy importante a la hora de que la depresión también disminuya. Muy importante no oscurecer donde estás, porque eso más bien genera más depresión.
Tercer tips. Cuando hablamos de depresión, también es importante revisar tus pensamientos. Muchas veces cuando estamos deprimidos pensamos muy negativamente, pensamos de una forma muy pesimista, asumimos la vida con una derrota, con un sentimiento de culpa, entonces tenemos que pensar bien sobre lo que estamos pensando. Los psicólogos llamamos eso metacognición, pensar sobre lo que pensamos. En consecuencia, tienes que cuestionarte, tienes que preguntarte cosas, tienes que asumir:
“Ya va, ¿esto que estoy pensando es serio? ¿esto que estoy asumiendo realmente es así? ¿Yo tengo suficiente conocimiento del futuro para pensar que tal cosa negativa me va a suceder?
En la medida en que te cuestiones, en la medida en que te preguntes cosas, en esa misma empiezas a derrotar esos sentimientos y esos pensamientos negativos que van produciendo mucha más depresión.
Cuarto tips. Cuando hablamos de depresión es importante que entiendas que debes asumir tiempo. La depresión no se quita de manera rápida, la depresión no es de hoy para mañana. La depresión no es un elemento donde hoy estás triste, melancólico, deprimido y mañana ¡No, yo estoy perfecto, estoy chévere, estoy fino! No, no funciona así, tienes que darte espacio, tienes que darte bastante tiempo para que entonces la depresión empiece a sanar en tu vida.
Si tú aspiras que eso sea rápido, que eso se tiene que curar rápido, que tienes que salir de ese ánimo triste o melancólico rápido, de esa misma manera entonces te vas a deprimir más, porque te vas a frustrar, entonces, date espacio, date tiempo.
Quinto tips y quizás el más importante. Cuando estás deprimido debes buscar ayuda profesional. Los psicólogos y los psiquiatras son los encargados fundamentales para tratar estos asuntos.
Tú te puedes preguntar, bueno ¿a quién voy, voy al psiquiatra o voy al psicólogo? Primero debes ir al psicólogo, sobre todo psicólogo clínico, que él es el que va a determinar a través de su diagnóstico si necesitas atención médica, en este caso, psiquiátrica, o la depresión en este caso necesita otro tipo de tratamiento.
Es fundamental que busques ayuda, porque la depresión sin ayuda puede convertirse en algo muy peligroso.
Sobre todo, porque vienen ideas muy oscuras, ideas muy negativas, que entonces puede traernos muchísimos problemas en nuestra vida. Así que, busca ayuda, ese es el tips más importante.
Uno de los problemas principales, sobre todo cuando nos afecta la autoestima, y la autoestima va ligada a la obesidad, tiene que ver con la intimidad, las relaciones íntimas, sobre todo cuando somos obesos.
Eso es un problema, sin duda alguna, y nadie nos puede venir a decir: No, tú sabes, que yo estoy cómoda con mi cuerpo, que yo no tengo rollo, no importa que sea gorda, gordo, tú sabes, la intimidad no tiene problema para mí.
La verdad es que no, así que hoy es buena idea que hablemos sobre la intimidad y la obesidad.
Mire, primero que nada, yo llegué a pesar en algún momento 210 kilos y yo he vivido la obesidad mórbida, yo he vivido el hecho de vivir con un cuerpo que es dos o tres veces más lo que realmente debería ser, y les voy a decir algo más, cuando hablamos de la intimidad, cuando hablamos de la sexualidad, sin ninguna duda, eso afecta, claro que afecta.
Nos afecta en el cansancio, nos afecta en el desenvolvimiento, nos afecta en el desempeño, en los hombres, por lo menos en mi caso, afecta en la erección, en las mujeres afecta en su propia autoestima, su propia visión, la capacidad para alcanzar el orgasmo y, al final del camino, claro que afecta.
Este asunto de que no, a mí en la intimidad la obesidad no me molesta, realmente no es cierto. Y no solamente hablo desde el punto de vista mío, que lo viví, sino también cuando yo veo a mis pacientes, cuando veo a toda la gente que de alguna forma pues, trata conmigo, y hablamos de este tema y, sobre todo, somos capaces de sincerarnos, y realmente mirar lo que nos ha pasado, sin duda alguna, es un problema.
Bueno, al final de cuentas ¿Qué es lo que deberíamos hacer?
Evidentemente adelgazar, sin duda alguna ¿verdad? pero se dice fácil y no lo es.
Fundamentalmente cuando estamos hablando de obesidad, estamos hablando de un problema que empieza desde lo psicológico y termina en lo biológico y, otras veces es al revés.
Empieza en lo biológico y termina en lo psicológico. En consecuencia, no es un asunto tan sencillo de ¡vamos a adelgazar, tú sabes, para tener mejor sexualidad! No, al final no va por ahí.
Lo primero es entender que tenemos limitaciones. Mientras estamos gordos, mientras estamos obesos, tenemos que pisar tierra, y el principio para pisar tierra es darnos cuenta que, bueno, hay cosas que no podemos hacer.
Hay sistemas sexuales que no podemos tener, hay resistencias que no vamos a tener, hay posiciones que no vamos a hacer, y eso, en principio, tenemos que aceptarlo, no desde el punto de vista de bajar nuestra autoestima y sentirnos profundamente mal, sino entender que bueno, tenemos limitaciones, hay cosas que no podemos hacer.
Hay otra cosa que sí, cuando tenemos deficiencias en algunos aspectos, pues entonces potenciamos otras. Entonces nos convertimos en mejor amantes, sexualmente somos como más creativos, inventamos más y, sin duda alguna, eso es válido. Porque tampoco es que no vamos a tener vida sexual porque estamos gordos, no, de ninguna forma.
También es importante hablar con nuestra pareja, en la medida en, que nosotros conversamos con nuestra pareja y le decimos:
Mira, vale, es que yo no puedo hacer esta posición, mira, yo no puedo hacer esto, mira, me cansé, o mira, ven acá, vamos a hacer tal cosa, vamos a hacer esto otro.
Entonces de esa manera, de alguna forma, en la medida en que nosotros vamos conversando, vamos expresando nuestras emociones, sin duda alguna vamos a tener una mejor sexualidad.
También es fundamental utilizar otros procesos en relación con la sexualidad, no necesariamente el coito, la cópula, tú sabes, yo arriba, tú abajo, no, no. También podemos utilizar juguetes sexuales, podemos utilizar nuestras caricias, nuestros procesos de autogestión, la masturbación. Todos estos aspectos que van ligados a la sexualidad y que no necesariamente implica penetración, coito o cópula, también sirven, y pueden funcionar dentro de la pareja, entonces, en ese sentido, la obesidad sí es un problema, pero no necesariamente debe ser una limitación que nos lleve a cerrarnos completamente a eso.
Sí debemos hablar, sí debemos establecer nuestros procesos del deseo, porque una de las cosas que baja el deseo, es la obesidad y, en ese sentido, es crucial que conversemos, que hablemos, que hablemos de cómo nos sentimos y, sobre todo, que seamos sinceros.
De repente, mi pareja es muy gorda, bueno, vamos a hablar, pero no así: ¡tú eres una piazo e gorda!
No, no, así no vamos a decir absolutamente eso, pero sí, ven acá vamos a buscar formas, tú sabes, de sentirnos mejor, de estar mejor con nuestro cuerpo, o de vernos un poco más sexys, de podernos sentir un poco mejor con el cuerpo que en este momento tenemos, y eso, a través de la comunicación, a través de conversar, es válido.
En consecuencia, hablen, comuníquense, amplíen sus horizontes, ubiquen otras formas de sexo que no necesariamente sea el sexo propiamente dicho como tal, y establezcan, sin duda alguna, una mejor relación con su cuerpo, mientras arreglan el problema de la obesidad, mientras buscan una mejor salida con función a la obesidad, porque al final del camino, no debemos estar obesos, al final del camino, no está bien llegar a esos procesos, a esas estructuras corporales, que no nos permitan tener una vida tranquila, diáfana, y como nosotros realmente lo queremos.
Pero, mientras lo vamos arreglando, vamos teniendo sexo.
Nosotros sí sabemos cómo ayudarte con atención psicológica y nutrición.Pide aquí tu consulta.
Uno de los problemas principales que muchas veces a la hora en las relaciones sentimentales se nos presentan, es cómo reconocer al futuro hombre agresivo. Este mensaje va pa las mujeres, específicamente. Después haré uno para los hombres.
¿Cómo reconocer al hombre agresivo?
Cuando una persona es agresiva generalmente no lo muestra de entrada, lo muestra después. Pero hay ciertos síntomas que puedes mirar en las personas agresivas que, aunque no parece, están.
La primera: son personas profundamente controladoras, quieren que te vistas como ellos dicen, que hables como ellos digan, que te comportas como ellos quieren, que te maquilles como ellos lo definen, o sea, empiezan a controlarte todos los aspectos de tu vida.
Entonces desde el control, uno empieza, uno puede empezar a oler que posiblemente hay alguien agresivo allí.
Segundo: son personas que fundamentalmente siempre están hablando mal de la sociedad, del mundo, de la vida, de la cosa.
«Todo va mal, ellos están bien, pero todo lo demás va mal».
Es un proceso narcisista, okey, y eso es bien importante determinarlo, porque estas personas tienen cierta tendencia a la agresividad. Entonces, cuando tú lo ves hablando mal todo el tiempo, de todas las cosas, esa persona posiblemente sea agresiva.
Otro elemento fundamental tiene que ver con la relación con las personas que lo acompañan, mamá, papá, hermanos.
Cuando tú lo ves que siempre está diciendo: ¡No, bueno! Es que lo que provoca es tal cosa, es que a mi hermano lo que provoca es meterle una sola cachetada. ¡Es que a mi mamá no la soporto! Mi papá es insoportable, no lo puedo ver ni en pintura, yo no entiendo porque…
Cuando tú empiezas a escuchar ese tipo de cosas, generalmente estás frente a alguien agresivo.
También, el insulto, la ofensa, la reactividad en los diferentes ámbitos de su vida, también pueden predecir a un individuo agresivo.
Va manejando, se atraviesa alguien y empieza a decir groserías y empieza a meterse con los demás o, de repente, dice demasiadas groserías, insultando a los demás, o estableciendo cosas que tienen que ver negativamente hacia los otros, sin duda alguna, puedes estar frente a alguien, sin duda alguna, agresivo.
Y, por último, aquella persona que es dispuesta a hacer aspavientos como, por ejemplo, lanzar cosas de la mesa, romper cosas, tirar cosas, darle golpes a la mesa, ese tipo de cosas ya empiezan a anunciar a alguien agresivo, empiezan a decir que esta persona tiene tendencia a la agresividad, así que, muchísimo cuidado.
No creas que estas personas pueden cambiar porque tú les digas cambia, no creas tú que esas personas pueden reflexionar sobre su agresividad desde el amor, no te creas ese cuento.
Ante las personas agresivas, lo mejor que puedo hacer es aconsejarles ayuda profesional, o alejarse ¡paticas pa qué te tengo! porque quizás la próxima agresión puede ser hacia ti.