La verdadera fuerza de ser mujer no está en la pareja

Tienes que entenderlo: el valor como mujer no te lo da ningún hombre. Ni estar en pareja. En la búsqueda del empoderamiento, muchas creen que ser mujer completa significa ser madre o tener una relación. Y ese es un error profundo. ¡Es injusto!

Tu valía no depende de otros. No se mide en función de a quién perteneces ni de las expectativas sociales. Porque, al final, te perteneces a ti misma. Tu propio concepto de valía es lo que realmente importa.

Nadie puede decirte que eres menos porque no tienes pareja o porque elegiste la soledad. Eso es un error fundamental.

Tu amor propio no se define por tu estado civil. Así que asúmelo. La presión social es fuerte, y claro que es difícil. Pero con autoestima, resiliencia y una estructura firme, puedes desafiar esos patrones.

Recuerda: tú te defines a ti misma. Tu autoestima y tu personalidad son tu verdadera fuerza. Empodérate desde adentro y muestra al mundo que tu valor no necesita justificación. Al final del día, tú eres la única que puede definir quién eres. ¡Eso es lo que realmente importa!

Shakira y el despecho: El duelo emocional detrás del éxito musical

Shakira ha sabido transformar el dolor en canciones que conquistan al público, pero más allá de las melodías pegajosas, existe un proceso psicológico que muchas personas atraviesan en momentos de despecho. En este artículo analizamos cómo la cantante refleja las etapas del duelo y cómo todos, de alguna manera, hemos vivido situaciones similares.


El éxito de Shakira y la monetización del despecho

Estaba mirando el último video de Shakira y, sin duda alguna, ella se ha convertido en la reina de monetizar el despecho. ¿Cuántas canciones ha sacado relacionadas con su separación de Piqué? Sin embargo, esta última canción es particularmente interesante porque habla de algo con lo que muchos se identifican: el proceso emocional del despecho. La letra retrata ese deseo de ser soltera, vivir la vida a su manera, portarse mal y hacer lo que le dé la gana. Y, claro, lo interesante aquí es que estamos hablando de una persona que, previamente, quería un matrimonio estable, un compromiso de vida.

Del compromiso al despecho: una transición emocional

Shakira, como muchas personas que han pasado por una ruptura, parece estar en una especie de «retaliación emocional.» Luego de intentar construir una vida en pareja, ahora canta sobre la libertad, el empoderamiento y la soltería. ¿Suena familiar?

Es un comportamiento usual en muchos que atraviesan el duelo de una ruptura. Después de una separación, muchas personas experimentan una fase de «quiero hacer lo que me dé la gana». Sin embargo, detrás de esta rebeldía emocional, lo que realmente están viviendo es una fase del duelo.

No sabemos con exactitud lo que pasa en la mente de Shakira, pero sí sabemos que muchos de nosotros hemos experimentado emociones similares. Esa mezcla de tristeza, frustración, rabia, y al mismo tiempo, la necesidad de sentirnos vivos y en control.

El despecho como parte del duelo: un proceso necesario

El despecho, al igual que otras etapas del duelo, es una reacción normal al dolor emocional. Es una fase en la que intentamos reconectar con nuestra identidad, redefinir quiénes somos sin la otra persona. Shakira, al igual que cualquier ser humano, está procesando su dolor a su manera, y es algo que muchos hacemos cuando pasamos por una ruptura. Lo importante es entender que esto también es una forma de sanar.

Si logramos superar cada etapa del duelo, si permitimos que las emociones fluyan en lugar de reprimirlas, eventualmente comenzamos a sanar. Y así, poco a poco, cada uno de nosotros encuentra la manera de salir adelante y volver a creer en el amor, tal como deseamos que también le ocurra a Shakira.

El despecho como reflejo del duelo

Shakira nos muestra, a través de sus canciones, cómo el despecho puede convertirse en una etapa inevitable del duelo emocional. Es un proceso que todos vivimos de manera diferente, pero que nos lleva, eventualmente, a sanar y a seguir adelante. Ella, al igual que tú, puede disfrutar su etapa de soltería y, quién sabe, tal vez el amor vuelva a tocar su puerta.

Belinda se cayó, Anitta la rescató: una lección de humanidad

La escena es clara, impactante y sencilla. Belinda se cae, y Anitta no duda en ayudarla. Un gesto de solidaridad que nos recuerda lo mejor de ser humanos. ¿Por qué no somos así siempre? Nos cuesta practicar la compasión en nuestro día a día, y este tipo de actos nos confrontan con una pregunta clave: ¿Qué nos impide ayudar a los demás en momentos de necesidad?

Caerse, en sentido literal o metafórico, es algo que todos hemos experimentado. ¿Quién no ha tenido momentos en los que la vida te tira al suelo? Pero no se trata solo de caer, también es necesario levantarse, y a veces, necesitamos una «Anitta» que nos rescate, nos dé la mano y nos permita seguir adelante.

La vida, como este pequeño episodio, está llena de caídas y levantamientos, de dignidad y ayuda mutua. La cuestión es cómo respondemos ante esas caídas, tanto nuestras como las de los demás.

Belinda se levantó con elegancia, con la dignidad que muchas veces nos falta después de tropezar. Y eso nos lleva a reflexionar sobre cuántas veces necesitamos esa mano amiga que nos ayude a seguir, que nos consuele, nos acomode las «mediecitas» y nos dé el empujón necesario para avanzar. Lo más hermoso de este gesto es que refleja la esencia de lo que debería ser la humanidad: la bondad y la solidaridad en su forma más pura.

Todos tenemos momentos en los que necesitamos apoyo, y todos podemos ser ese apoyo para alguien más.

La lección aquí es simple, pero poderosa: la vida no se trata solo de levantarse por uno mismo, sino también de levantar a los demás cuando se caen. Porque, al final, la humanidad se construye sobre esos pequeños actos de bondad y empatía que nos acercan unos a otros.

¿Has vivido una experiencia como esta, donde alguien te rescató o fuiste tú quien extendió la mano? Cuéntamelo en los comentarios, me encantaría leerte.

Y si sientes que necesitas ayuda para levantarte en este momento, recuerda que en nuestra web, psicovivirinternacional.com, encontrarás toda la orientación psicológica que necesitas para seguir adelante. ¡Hablemos!

Una reflexión sobre la hipocresía y la doble moral

Miren, si ustedes ven a su esposa o ven a su hija, en un piso, meneando el pompis, y eso a les parece normal y les gusta, y no tienen ningún problema con eso, bueno, definitivamente son personas que cree en la libertad de expresión, que creen en la libertad del uso del cuerpo, y que creen, sencillamente, que una mujer merece el respeto que merece, a la hora de hacer lo que le dé la gana.

Si por el contrario, ves a tu hija o ves a tu mujer haciendo eso, tirándose en el piso y meneando el pompón, bueno, entonces sientes que eso es algo incorrecto, que eso es algo terrible, que eso es una falta de respeto, y que eso, definitivamente, ninguna mujer decente debería hacer, pues entonces eso habla de tus valores, de tu criterio, de tu moral y de lo que tú sientes sobre el cuerpo de una mujer y sobre la exhibición de la misma.

¿Qué significa eso? Que cuando a nosotros nos tocan las cuestiones desde el punto de vista personal directo, es allí donde nosotros realmente vamos a ver el valor, los valores, la moral, nuestra sensación o nuestra visión acerca de lo que es la exhibición de la mujer o no.

Por otro lado, hay algo bien importante, en el sentido de cuando nosotros aplaudimos o queremos, o llenamos de premios a un cantante que habla siempre de utilizar a la mujer, de usar sexualmente a la mujer, de darle por detrás a la mujer, y toda una serie de cosas que se dicen de manera, incluso, bastante despectiva hacia la mujer, nosotros le aplaudimos y le queremos y le escuchamos sus canciones.

Y por otro lado, entonces cuando vemos a una mujer que dice más o menos esta misma cosa, o que habla del punto de vista del uso sexual del hombre y todo esto, ah, entonces decimos que esa es una mujer que no merece respeto, que es una mujer que no se respeta a sí misma, que es una mujer que no tiene dignidad.

Eso es una doble moral. Eso es una hipocresía. Y eso, definitivamente, tenemos que mirarlo en nosotros mismos, para darnos cuenta que muchas veces en las redes, lo único que nosotros queremos es ser políticamente correctos, moralmente perfectos.

Pero la realidad es que, en el fondo, tus valores, tus criterios y tu visión sobre estas cosas, son las que verdaderamente tienes por dentro.

¡Así que revísate! Revísate a ver si no eres un hipócrita, revísate por dentro pa ver si no eres un doble moral, revísate por dentro a ver si realmente tú piensas que la libertad de la mujer tiene que ser absolutamente total, y ella puede hacer con su cuerpo lo que le dé la gana. O en el fondo, eres un machista retrógrado o eres una machista, porque hay mujeres machistas, que quiere reprimir la expresión corporal de las mujeres.

Revísate para que tú mismo saques tus propias conclusiones.

Lleve.

Abuso sexual: la culpa siempre es del perpetrador, no de la víctima

Hay gente que no lo tiene claro, así que hay que repetirlo siempre. Hay discusiones que a mí me fastidia tener, ya que es como discutir con idiotas, pero bueno, nada, hay que repetirlo.

Le podré un ejemplo claro.

Si ud. ve a una niña, por ejemplo, de 14 años, usando minifalda, sexy, super erótica, y le dice que quiere tener sexo con ud. y ud. lo tiene… usted es un abusador de menores. Un enfermo. Ella una víctima.

Si ud. le paga a una chica menor de edad para tener sexo, y ella lo hace, incluso todo alegre, va y busca una amiga, y ambas disfrutan con ud. y todo el tema, ud. es un abusador de menores, enfermo, y ellas unas víctimas.

¿Por qué son víctimas si se le están ofreciendo, gozando, aceptando plata y todo?

Porque son menores de edad, porque son vulnerables, porque seguramente no tuvieron un hogar funcional, una buena educación, o sencillamente están alienadas a una sociedad hipersexualizada, y ud. en vez de decir «carajita, vaya a estudiar o a ver si el gallo puso», ud. se aprovechó de todo eso.

Así que no hay relatividad en este tema.

Si ud. busca alguna justificación para el abuso, o relativiza eso, o pone la responsabilidad en la víctima, ud. tiene su gustico por las carajitas, y no sólo eso, ud. quizás hasta tenga su cuento escondido y anda buscando justificarlo.

Y si eres mujer la que hace eso de justificar el abuso, colocarlo en la víctima o relativizarlo, ojalá seas estéril.

Lleve.

Nosotros sí sabemos cómo ayudarte. Pide aquí tu consulta.

Perdió la belleza

¿Qué es la belleza? ¿Cómo se mide? Si hablamos de mujeres, la belleza de una mujer tiene estándares diferentes en Chile que en Venezuela, o entre China y Alemania. La belleza no siempre es de quien la porta sino más bien de quien la admira, incluso si quien se admira es uno a sí mismo.

Cuando vemos concursos como el Miss Venezuela, el cual a todas luces fue un fraude, confesado por sus integrantes, y vemos concursos como el Miss Universo, el cual evidentemente también fue una estafa anoche, cabe la pregunta ¿para qué seguimos haciendo esos concursos? No miden belleza, sino que preparan discursos, emiten señales políticas y están arreglados en función de sus intereses económicos. De belleza no tienen nada.

Amanda es una chica hermosa, muy hermosa, y absolutamente muy bien preparada para un concurso así. Hizo todo perfecto, menos pagar por ganar. Porque al final la única belleza que aquí impera es el color verde del billete de dólar.

¿Ella debió ganar? A toda luz que sí, pero ese no es el punto. El punto es que perdió la belleza, perdió el sueño de «la mujer más bonita», y como adultos que nos enteramos que San Nicolas (trayendo regalos por la chimenea) no existe, tenemos que despertar a esta realidad que nos explota en la cara: los concursos de belleza no tienen absolutamente nada de competencia acerca de la belleza.

psicovivir

habiaquedecirlo

amandadudamel