Síntomas de la ansiedad ¿Cómo reconocerlos?

Cuando hablamos de ansiedad, hablamos de una cantidad de síntomas que son importantes reconocer, sobre todo porque confundimos angustia con ansiedad, estrés con angustia, ansiedad con depresión y entonces andamos todo el tiempo confundidos con relación a eso, así que, vamos a hacer esto para orientar con relación a cuáles son los síntomas de la ansiedad, porque de eso hay que hablar ¿verdad que sí?

Si se trata de ansiedad estamos hablando de varios síntomas, no de uno solo, porque siempre pensamos que como estamos nerviosos, estamos ansiosos, estamos estresados, estamos ansiosos, no, señor, no, por ahí no van los tiros.

Cuando hablamos de ansiedad lo primero que tenemos que tomar en cuenta es que se trata de mantener una expectativa negativa del futuro, o sea, vemos el futuro y lo primero que pensamos es que es negativo, que es malo, que no sirve, que nos van a ocurrir cosas negativas. Y eso nos produce miedo. 

Entonces, es importante porque son hermanitos, la visión del futuro, negativa, y luego miedo. Y luego viene un primo, ese primo es la protección.

Entonces, veo el futuro, negro, me da miedo, entonces ahora empiezo a pensar cómo protegerme de ese miedo, cómo protegerme de esa situación.

Entonces hay como un triángulo de situaciones complicadas que son las que van a generar, en principio, la ansiedad.

O sea, miro el futuro, negativo. Me da miedo ¡No quiero que el futuro me tenga así, qué cosas, terrible! Y después ¡Debo cuidarme!

Entonces en ese proceso de cuidarme, el cerebro va volando, mil pensamientos tras mil pensamientos. La persona ansiosa no descansa.

No descansa porque está todo el tiempo asumiendo las cosas que tiene que protegerse de ese futuro que está mirando. Eso es una línea.

La otra línea es la de los miedos irracionales, lo que llamamos las fobias. 

Tengo miedo a salir a la calle, tengo miedo a la gente, tengo miedo a los espacios cerrados, y eso también va ligado a la ansiedad. 

Las personas empiezan a retraerse, empiezan a dejar de salir, empiezan a dejar de tener relaciones sociales, empiezan, incluso, a evitar tocar cosas porque les da miedo contagiarse, enfermarse, y toda una serie de elementos que también están dentro de la ansiedad, y eso es muy importante reconocerlo, afectan muchas áreas de la vida.

 La ansiedad afecta las relaciones laborales, las relaciones sociales, las relaciones sentimentales, la sexualidad la afecta terrible. Las personas ansiosas, de aquello, nada. 

El placer, la cosa de la gozadera. No hay ninguna gozadera cuando uno está ansioso, eso es bien, bien fuerte.

También otro síntoma de la ansiedad tiene que ver con un estado de nervios. No estoy hablando en términos coloquiales, verdad, porque en términos psicológicos es otra cosa, pero, para que ustedes me entiendan, es así como ¡estamos así nerviosos, estamos así como tensos! Tú sabes, y respiramos, y la cosa.

Y ese estado de nerviosismo, entre comillas, ese estado de nerviosismo nos va a producir lo que se llama los ataques de pánico.

Ataques de pánico, tres de la mañana ¡pam! te despierta, como una campana ¡pim! Entonces ¡Ah, me voy a morir! ¡Y tengo miedo!

Sudoración, palpitación, respiración, temblor, mareo. 

Entonces toda esa serie de síntomas que también te están generando y te va a producir muchísimo más miedo, porque ahora tienes miedo de que te dé más miedo ¿te das cuenta? Es un rollo, la verdad.

La ansiedad es un gran problema y reconocerlo es el primer paso para mejorarlo. Si yo veo todos estos síntomas, insisto, no es que es uno u otro, y entonces con eso estamos ansiosos, no.

Tiene que ver toda esta sintomatología para decir: esta persona está ansiosa, necesita ayuda, hay que buscar rápidamente solución, porque vivir con ansiedad es una cosa realmente terrible.

Mira, yo no tengo enemigos, pero si tuviera le dijera ¡ojalá te de ansiedad! porque es terrible. Así que eso hay que sanarlo, hay que resolverlo, porque realmente vivir con ansiedad no es algo que sea, de ninguna manera, positivo.


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5 cosas que debemos evitar cuando estamos despechados

El despecho es una de las cosas más terribles que nos pueden pasar, cuando nos rompen el corazón, cuando nos dejan solos o somos nosotros los que dejamos solos a los demás.

Cuando definitivamente la relación sentimental se termina, el despecho es terrible.

Así que hoy vamos a hablar sobre 5 cosas que debemos evitar cuando estamos despechados.

La primera cosa que debemos evitar cuando estamos despechados tiene que ver con revisar las redes sociales de la persona con la que ya no estamos.

Es una de las cosas más difíciles, yo estoy claro, es súper complicado.

Terminamos con la persona o la persona termina con nosotros, inmediatamente nos metemos en las redes sociales, buscamos qué está haciendo, con quién se tomó foto, el video, si se siente bien.

¡Ay, se está riendo en esta foto, mira se siente chévere, no me quería! Okey

Entonces asumimos toda esa serie de cosas que definitivamente es un error garrafal, porque en la medida en que revisamos las redes sociales de esa persona, nos obsesionamos, nos enrollamos, y estamos permanentemente pendiente y se nos va la vida.

¡Se nos va la vida!

Revisando las redes sociales de la persona con la que terminamos y entonces, no podemos hacer un duelo necesario, no podemos hacer una ruptura necesaria, porque estamos clavados viendo lo que la persona está haciendo en sus redes sociales.

Segunda cosa que debemos evitar cuando estamos despechados, es andar, tú sabes, buscando compasión, buscando que nos den un espaldarazo.

A todo el mundo que se nos acerca le contamos el problema.

¡No, es que tú sabes que yo, tú sabes, terminé con Alberto y entonces me siento horrible, me siento muy mal! y entonces se lo dices a la primera.

Viene la segunda y ¡Tú sabes que terminé con Alberto, es terrible, me siento muy mal!

Y viene la tercera o el tercer amigo ¡Tú sabes que terminé con Fulanito, me siento muy mal!

Entonces, eres una letanía de sufrimiento, una letanía de dolores. Okey. Contándole a todo el mundo lo que te pasó.

Resulta que en la medida en que estás contando, contando, contando, te estás reforzando a ti el mismo duelo, la misma tristeza, la misma melancolía y no vas a poder salir del problema, porque todo el tiempo estás hablando de eso.

Agarra a las personas más importantes, las que más te apoyan, las que más te dan un espaldarazo, okey, y se lo cuentas. Pero no a todo el mundo, no es un club del sufrimiento este asunto, okey, así que ten cuidado con eso. No hagamos de esto una letanía.

Tercera cosa que debes evitar cuando estás despechado. Terminar, volver, terminar, volver, terminar, volver.  

Y entonces eso es un ciclo, pero increíble de estar todo el tiempo buscando a la persona. Volvemos, nos sentimos aliviados, estamos mejor, empiezan los mismos problemas, terminamos otra vez.

Entonces terminamos, el despecho, la melancolía, la tristeza, todo el duelo, todo el rollo. Entonces nos sentimos tan mal, volvemos con la persona. Entonces andamos en ese carrusel de emociones, una montaña rusa terrible, que al final lo que hace es que nos hace meternos en una relación tóxica, porque entonces ya no es una relación desde el amor.

Es una relación desde la dependencia emocional, donde terminamos, volvemos, terminamos, volvemos, es terrible.

Así que, si vas a tomar la decisión de terminar, hasta aquí nos trajo el rio. Porque eso de estar en esa retahíla de cosas, eso te trae muchísimos problemas.

La cuarta cosa que debemos evitar cuando estamos despechados es, seguir manteniendo una relación con los familiares de la persona con la que ya no estamos, de una manera estrecha.

Es fundamental tomarnos nuestro tiempo, sobre todo porque cuando nosotros tenemos estas relaciones con los familiares que son personas que también queremos, y que no nos hicieron nada y nosotros no le hicimos nada, de alguna forma también vamos a tratar de generar inconscientemente conexiones con la persona con la que hemos terminado, y tendemos también a cometer el error de hablar de su familiar, mal.

Okey, entonces, hablamos con la suegra, hablamos mal del hijo, o con la cuñada, hablamos mal del hermano.

Entonces, sin duda alguna, nos metemos en un gran problema en ese aspecto, porque al final, familia es familia y la sangre es la que llama, okey. Entonces es un error que no se debe cometer.

Sí es verdad, nosotros no tenemos nada contra la familia de nuestra ex pareja ni nada por el estilo, pero sí debemos poner un poquito de espacio, un poquito de distancia, a fin de poder asumir una separación con muchísimo más criterio y con mayor estructura, porque si no siempre vamos a estar enrollados en la búsqueda de información, en la habladera mal, en el chisme, en la cosa y esto se puede convertir en un infierno.

La quinta cosa que debes evitar cuando estás despechado, es entrar en una relación muy rápida.

Si tú asumes una relación rápidamente después de la anterior, lo más probable es que también fracases. ¿Por qué? porque tu corazón no es así como una pelota de goma, una cosa que tú tiras y pones, y llevas y traes, no señor.

Las cosas duelen, las cosas son profundas, los sentimientos que están involucrados son bastante fuertes, así que eso de estar pasando así, a lo Jennifer López pues, o sea, primero uno y después el otro, eso, eso es ella, pero quizás no tú, okey.

O sea, hay que tomarse su tiempo, hay que establecer un espacio de reflexión, de soledad, de introspección, a fin de entender cuáles fueron los elementos que te llevaron a la ruptura, cuáles fueron los errores que se cometieron y rehacer desde allí una nueva autoestima emocional, una nueva autoestima sentimental, porque es desde allí que hacemos mejores relaciones.

Así que, a Jennifer López le funciona, pero quizás a ti no. Yo te sugiero que mejor, tómate un espacio y asumes un poquito la distancia entre una nueva relación y la vieja relación, para que entonces puedas aprender mejor sobre las cosas que te pasaron.

Así que, evitemos estas 5 cosas sobre el despecho. 


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Cuando la vida nos ofrece lo mejor y escogemos lo peor

En una oportunidad yo estaba buscando una asistente para mi equipo y hablando con una amiga le dije «¿Tú no tendrás a alguien de tu confianza que quiera trabajo?». Ella muy emocionada me dijo que sí, que tenía una amiga que estaría muy interesada.

Contacté a la persona y le dije que le ofrecía trabajo. Ella se emocionó muchísimo y se puso muy alegre, pero me di cuenta que se estaba demorando en contestar mis mensajes. Le dije que sí estaba ocupada hablábamos cuando pudiera. Ella me dijo que estaba caminando y que al llegar a casa me escribiría.

Así lo hizo.

Le comenté sobre el trabajo, remuneración, condiciones, etc. Ella me refirió que se acababa de quedar sin trabajo, pero acto seguido me dijo que tenía algunos impedimentos (no tenía Internet ni computadora). Le dije que podíamos solventar eso, y que quería que el lunes (era viernes) tuviéramos una entrevista on line. Puso algunos peros para la hora, pero quedamos en una entrevista formal.

Llegó el lunes y volví a contactarla (aunque pensaba que ella podía haberme contactado a mí). Me dijo que se le complicaba la hora y que estaba muy ocupada, además que seguía pensando que no tenía Internet ni computadora.

Yo no comprendía lo del Internet ya que estábamos hablando vía WhatsApp. Ella me explico que no tenía wifi, y le dije que no había problema.

Siguió poniendo algunos peros y desistí.

Me quedé con esa sensación extraña cuando sientes que has ofrecido lo mejor (en tu visión de las cosas) y la otra persona prefirió seguir en su estado original: metida en un problema.

Esta persona sí quería trabajar conmigo, pero su visión de túnel no se lo permitió, quizás incluso su propia costumbre de «pasar trabajo» había sido un saboteo importante.

Lo cierto es que nunca la comprendí y no sólo eso, me cuesta comprender a las personas así.

En esta ocasión «llevé» yo.


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Qué hacer si te sientes perdido y sin rumbo

Muchas veces nos sentimos perdidos y sin rumbo. Eso una realidad, esa es una verdad, a mí me ha pasado.

¿A usted le ha pasado?

Muchas veces sentimos que no sabemos pa dónde vamos, y que la vida no se nos presenta de una forma como nosotros quisiéramos que se nos presentara. De eso hay que hablar.

Miren, muchas veces nos sentimos perdidos. Sí, eso es una realidad. Muchas veces, incluso, sabemos que salimos de un punto y no sabemos dónde llegamos.

Teníamos una cosa planificada y se nos echó a perder en el camino. Muchas veces asumimos que la vida es como realmente nosotros la hemos planificado, y entonces cuando la vamos a vivir resulta que es todo lo contrario

¿Qué hacer cuando nos sentimos perdidos?

Es fundamental entender que la vida te impone retos, que muchas veces es lo que tú planificas y otras veces es lo que sucede, y entonces, la inteligencia está basada en la capacidad de poder resolver los problemas, la inteligencia es la capacidad de poder adaptarte a las situaciones que se te presentan.

En la medida en que tú vas resolviendo cosas, y en la medida en que tú vas estableciendo tus límites, ¿verdad? tus objetivos, tus cosas, donde quieres llegar o a dónde no quieres llegar, pues tienes que lidiar con aquellas cosas que de alguna forma, pues, se presentan en la vida.  

Adaptarse, creo que es la palabra clave.

Segundo, creo que es importante vivir las emociones, porque cuando nosotros vivimos las emociones o estamos pensando: ¡Ay! Cuando yo sea feliz voy a hacer tal cosa, cuando tenga tal cosa, entonces voy a ser feliz. ¡Ay! Cuando, esté, ahorita no soy feliz, pero cuando llegue a ser feliz, si voy a… o sea, si nosotros estamos asumiendo las emociones a futuro, no estamos viviendo las emociones del presente.

Hay que vivir las emociones como tenemos que vivirlas, como se nos presenten. Si hay que llorar, hay que llorar, si hay que ponerse bravo, hay que ponerse bravo, si hay que reírse, hay que reírse.

Si hay ponerse serio, hay que estar serio.  Las emociones, tenemos que vivirlas.

También es importante, sobre todo en esta época de las redes sociales y todo esto, tratar de no compararnos, porque pareciera que estuviésemos, así como héroes o heroínas, o sea, es como que:

¡Ay! Yo vi a fulano en las redes sociales y quiero ser como ellos.

¡Ay, yo los vi, tan bellos! en las redes sociales, tan preciosas las fóticos de Instagram, yo quiero tener una relación así.

 ¿Qué sabes tú cómo es la cosa por detrás?

¿Qué sabes tú cómo va la cosa por dentro?

La foto, la foto…Okey, aja ¿Y la verdad?

¿Y cómo es el asunto interno? ¡No te compares!

Las redes sociales sirven para muchas cosas, pero también puede ser un infierno para tu autoestima, pueden ser un infierno para los aspectos emocionales que, de alguna manera, pueden estar débiles o vulnerables en ti, así que, ten cuidado con eso, okey.

Las redes sociales son para divertirse, para aprender, para entender, para informarse. Cuando tú te comparas con los demás, eso es un gran problema.

Y, por último, yo diría que, para no estar perdido en la vida, lo importante es vivir la vida como te viene, vivir la vida con sus matices, vivir la vida con todas las cosas que ella te implica y tratar de vivirla con optimismo, con esperanza, con fe, porque con emociones positivas es que se vive la vida, aunque te pasen cosas malas, aunque lo estés viviendo negativamente.

Cuando tú tienes una visión positiva de la vida, sin duda alguna, te va a ir muchísimo mejor, así estés perdido.

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Sexualidad no sincronizada en la pareja

Muchas veces los problemas de pareja tienen que ver directamente con una sexualidad que no está bien sincronizada. De alguna forma, uno tiene mucho deseo, el otro tiene poco, no sabemos cuándo tenemos el mismo tiempo, si en la mañana o en la noche y, al final de cuentas, se nos enreda el papagayo.

La sexualidad puede ser un problema que mata el amor, así que hay que hablar de eso.

Cuando nosotros hablamos de la sexualidad, estamos hablando de deseo, estamos hablando de pasión, estamos hablando de química, de atractivo, de cosita, ¿de acuerdo? Cuando estamos hablando de eso, no siempre estamos igual, eso es lo primero que tenemos que entender.

Nuestro día a día hace que, de alguna forma, nuestra sexualidad no esté presente permanentemente, hay veces que tenemos mucho deseo y hay veces en que no tenemos tanto deseo. También tiene que ver con nuestros ciclos hormonales, sobre todo en las mujeres, okey. Dependiendo del ciclo hormonal, pues habrá más deseo o menos deseo.

En el caso de los hombres, la ansiedad, el estrés, la angustia, los problemas económicos, las dificultades, toda esa serie de temas traen como consecuencia que la sexualidad también pueda ser difícil.

Todos esos elementos tienen que ser tomados en cuenta, porque muchas veces cuando agarramos y decimos que hay poco deseo, mucho deseo, ¡no es que el amor está mal!, ¡es que la pareja tiene problemas!, ¡es que de alguna manera ya no me desea! ¡tienes otra!, okey, y todo ese tipo de cosas definitivamente es porque no entendemos que la sexualidad no es permanente, no es constante y, en consecuencia, puede tener fluctuaciones.

También tiene que ver con la edad, también tiene que ver con el tiempo juntos, no es lo mismo la sexualidad en una pareja que tienen un año juntos, a la que tiene 21 años juntos, son cosas totalmente diferentes.

También es un mito aquello de que la sexualidad tiene que estar presente siempre, no es así.

Muchos sexólogos andan por ahí medio equivocados, diciendo que la sexualidad tiene que estar presente todo el tiempo, claro, porque no son viejitos todavía, pero cuando lleguen a la vejez se van a dar cuenta de que en la medida en que va pasando el tiempo y las parejas están siendo estables, la sexualidad decae, pero eso no significa que va a decaer el amor, eso no significa que entonces se acabó la pareja porque no hay sexualidad, ¡no, señor!

Hay mucha gente, con mucha edad, que no tienen sexo y les va perfectamente bien en sus relaciones.

Otros disfrutan su cosita, disfrutan su guaguancó, okey. Entonces, en ese aspecto, no todo está escrito y siempre en la pareja tienen que llegar a acuerdos, siempre en la pareja tienen que establecer prioridades de lo que es importante para ellos, lo que los angustia, lo que no, lo que en este momento están viviendo, lo que, de alguna forma, les trae como consecuencia que no saben resolver bien.

Todos esos aspectos están presentes, y cuando ya no se puede solucionar, hay que buscar ayuda profesional, no hay para dónde coger. No estés tardándote en buscar ayuda cuando de repente has hecho toda esta serie de sugerencias y la cosa no te funciona.


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Cómo manejar tus emociones si eres emprendedor

Emprender es un tema emocional. Emprender tiene que ver también con la psicología personal, porque no solamente se trata de hacer dinero, de llevar una buena administración, de escoger buenos empleados, de ser un buen líder, no.

También se habla de gestionar las emociones. También se trata de asumir que los procesos de personalidad van a estar inmersos también en la forma como nosotros hacemos dinero, porque eso va a influir, primero en el liderazgo, en la manera cómo lo haces, cómo eres, cómo te conduces.

Va también a influir en los procesos de administración, cómo manejas el dinero, cómo inviertes, desde dónde ves el dinero, la relación que tiene que ver con la cobranza.

También es fundamental entender los procesos que tienen que ver con el optimismo y el pesimismo. ¿Por qué?

Porque muchos de los aspectos que tienen que ver con el emprendimiento, están basados en nuestra capacidad emocional: si somos capaces o no de vivir la incertidumbre, si somos capaces de sentir y manejar la frustración, si somos capaces de asumir los retos que se nos presentan cuando, de repente, nuestro emprendimiento no funciona.

En consecuencia, todos esos aspectos están puestos a prueba en las circunstancias actuales en las que estamos viviendo. Creo que es crucial, y digo creo porque no tengo toda la sabiduría al respecto, pero sí creo que es crucial el hecho de que sepamos manejar mejor nuestras emociones, que seamos más sinceros, más honestos, más estructurados, absolutamente más duros en el sentido de soportar las embestidas de la vida.

Hablo de tener una autoestima de hierro, porque hay mucha gente que nos critica y mucha gente que nos dice cosas negativas. También es fundamental tener una mejor relación con el futuro, con la incertidumbre, con los elementos imponderables, con las cosas que no podemos controlar.

En la medida en que nosotros tenemos una mejor estructura con eso, en esa misma medida también podemos soportar que las cosas que nos sucedan de manera negativa, pudiésemos también poderlas atajar.

Creo que es fundamental ser más optimista que pesimista, tener más esperanza que asumir que las cosas nos van a salir mal, pero también debemos planificar. No siempre debemos estar en las nubes ni pensando en pajaritos preñados, no, creo que es fundamental tener los pies sobre la tierra.

Entonces desde allí, no necesariamente el emprendimiento va a ser ideal o siempre la vas a pegar del techo, pero vas a estar emocionalmente mucho más preparado y mucho más estructurado para tratar de llevar a buen término una cosa tan complicada en estos momentos como mantener un emprendimiento.

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