¿Amor real o de cuentos de hadas?

¿Estás construyendo junto a tu pareja un amor real o un amor de cuentos de hadas?

Hay preguntas fundamentales que debemos hacernos, y esta es una.

¿Por qué?

Porque en el amor no hay garantías, y la única manera de mirarlo como algo que perdure en el tiempo es cuando lo construimos, a diario, con nuestra pareja.

Un amor lleno de dramas permanentemente, da al traste con la relación. Tarde o temprano se acaba.

Un amor lleno de celos e inseguridades, termina por minar eso que los unió, y hace de la relación una tormenta inacabable, y llega el cansancio.

Un amor egoísta que solo procure la felicidad de una de las partes, no es amor, es enfermedad.

¿Cómo evitar que el amor se nos escape y que la relación se pierda?

Entendiendo que el amor es un reto de todos los días. Asumiendo que las relaciones se construyen desde las decisiones, donde no siempre la balanza se inclinará a tu favor, porque en el amor no somos nosotros solos ante el mundo.

Muchas veces nos tocará negociar. Muchas veces nos tocará ceder. Cada día será el mejor día para establecer acuerdos con tu pareja, entendiendo que el amor impone compromiso.

¿Quieres amar y ser amado?

Entonces tienes que agarrar y decir: yo voy a amar. Yo me voy a meter en esta situación. Yo me voy a comprometer en esto. Yo voy a asumir esta realidad.

Yo voy a hacer y a tomar decisiones adultas, maduras, porque si no entonces siempre serás como una veleta al viento.

Te pregunto ¿Realmente quieres meterte en una relación de pareja?

¿Estás dispuesto o dispuesta a dar este paso, a asumir este reto?

Respóndeme en los comentarios. Comparte este artículo cómo conservar el amor o recordar la forma en que quieres que te amen.

amor #relaciones #flexibilidad #psicovivir

Visita mi nueva página web haciendo CLIC: Psicovivir Contigo y aprovecha el 50 % de descuento en talleres online para ayudarte a tener mejor salud mental y emocional. (Promoción por tiempo limitado)

¿Viviste la infidelidad y no sabes qué hacer?

¿Te han sido infiel o lo has sido tú?

Cómo enfrentar la infidelidad y qué decisión tomar, te lo explico AHORA MISMO en mi programa de estreno, en mi canal de #YouTube.

Entra desde este enlace 👇

¿Eres celoso o tu pareja lo es?

¡Aclaremos algo!

Los celos forman parte de una relación. Es inevitable asumirlo como un hecho inapelable. Y también se dice que los celos son muestra de amor. La verdad es que no siempre son muestra de amor, y les voy a explicar por qué.

Cuando la relación se pone en peligro, o se dan algunas situaciones que pueden atentar contra la estabilidad de la pareja, es normal que vengan ciertos celos, y que formen parte de la relación, sin que eso produzca elementos violentos, agresivos, demostraciones de juicios implacables o una inseguridad infinita.

Cuando estos celos se convierten ya en una cosa totalmente obsesiva, donde la persecución, la paranoia, la angustia, la ansiedad, forman parte de la relación y hacen que esta sea infeliz, entonces estamos hablando de procesos que ya entran a nivel de trastornos emocionales o, incluso, problemas mentales.

Unos celos que llevan a una persona a cometer actos violentos, a hacer cosas totalmente irracionales, a vivir de una manera incivilizada, de ninguna manera son celos normales. Entiéndanlo.

Si en nombre de los celos, alguien va a venir a hacerte daño, a vengarse e intentar silenciarte para siempre, pues, sencillamente hablamos de personas que no están bien emocionalmente. Al final de cuentas, es un tornillo que está flojo, o incluso, varios tornillos.

¿Sabías que los celos se traducen en maltrato psicológico?

Es normal que una persona que sanó sus celos tenga un sentido de pertenencia hacia su pareja, un sentido de territorialidad que en el amor siempre es constante.

Esa sensación de “tú eres mía, yo soy tuyo, nuestro amor es para siempre”, forma parte de las relaciones que generalmente son estables.

Pero hasta allí.

Cuando la cosa ya pasa a obsesión, y comienzas a sentir peligro, es momento de buscar ayuda, sin duda alguna.

¿Sufres de celos patológicos o tu pareja, de alguna manera, te hace sentir en peligro constante debido a sus celos? ¡Leeré tu comentario!

Comparte este artículo para ayudar a quien esté pasando por algo así.

celos #desconfianza #trastornos #psicovivir

¡Suelta esa culpa!

Hablemos de la culpa. Cuando tú le das a los demás algo que necesitas para ti mismo y no te lo otorgas, estás actuando desde la culpa. Casi siempre es porque vivimos bajo el yugo del sacrificio que nos enseñaron: darle a los demás lo mejor de nosotros, en función de quedar bien y cumplir con el papel de «bueno». Y así vamos dando nuestro tiempo, nuestro amor y nuestros recursos a los demás, olvidándonos muchas veces de que ese «buenismo» tiene que empezar por nosotros.

¿Por qué pasa esto? Pasa porque nos enseñaron a no ser egoístas, a darle todo a los demás, a sacrificarnos por los demás, muchas veces a costa de nuestra propia felicidad. ¿Lo ven?

Nos sentimos culpables si, de alguna forma, le decimos que no a una petición de nuestros padres, de nuestros hijos o de nuestra pareja, poniendo nuestros intereses por encima.

Nos sentimos culpables cuando, de alguna forma, estás intentando hacer cosas para ti, estás intentando vivir tu vida y no con eso estás pretendiendo hacerle daño a alguien, o subiéndote sobre alguien sin que te importen sus sentimientos. Créeme, eso no es egoísmo.

Otra cosa es que tomes decisiones sin que te importe el dolor de nadie, y tú, pues, vas pisando a los demás, sin detenerte a pensar que estás haciendo daño a terceros. Eso es otra cosa. Nos toca establecer, desde nuestra bondad, desde nuestra buena voluntad, cuando estamos haciendo algo para nosotros, y el costo o el daño hacia los demás lo pasamos por alto.

Es fundamental entender que muchas veces debes poner tus intereses y necesidades por encima de los intereses y necesidades de los demás, y eso no significa que seas mala persona, eso no significa que tengas que ser juzgado, eso no significa que estás siendo egoísta.

Suelta esa culpa.

Significa que estás tratando de hacer para tu vida algo que tú crees que mereces, que es tu derecho, y que, sin duda alguna, te lleva a la felicidad, entendiendo que eso no lo estás haciendo en contra de nadie, si no que lo estás haciendo en función de ti, sin dañar a otros.

Sepa.

¿Quieres a alguien que no te quiere? Clave para mandarlo al carajo

Mandar al carajo a la gente que no quieres es relativamente fácil. Difícil es cuando tú quieres que alguien te quiera y esa persona no quiere nada contigo. Allí mandar al otro al demonio es realmente difícil. ¿Por qué? Porque la reacción natural del amor que se da, es que este sea correspondido.

Pero la verdad es que eso no sucede así. Podemos querer a una persona y esa persona más bien ser alguien que nos rechaza, no nos quiere, o nos hace daño.

¿Solución? La autoestima. Ese es el sentimiento que nos va a salvar de esta situación.

Mientras más autoestima tengamos, más fuerte podemos ser para alejarnos de quien queremos pero no nos quiere.

Lo inteligente entonces es siempre tener una autoestima sana, que no es más que ser objetivos en cuanto a quiénes somos, lo que queremos para nosotros, nuestras fuerzas y debilidades, y el derecho que tenemos de amar y ser amados.

Buscar la aprobación de quienes realmente nos rechacen, jamás será un acto inteligente.

Lo inteligente siempre será tener la fuerza y el carácter para entender que solo nosotros podemos tener el amor hacia nosotros mismos que nos guíe en nuestros actos, y entender que muchas veces en la vida, la única aprobación que necesitamos es la de nosotros mismos.

Nosotros sí sabemos cómo ayudarte. Pide aquí tu consulta.

Ni amor ni deseo se obligan: si se acaban, se acaban

El deseo y el amor son aspectos fundamentales en las relaciones de pareja. De hecho, en mi libro #AVecesCupido yo digo que el sexo es la base del amor. Pero por factores hormonales, ambientales y hasta sociales, el deseo puede afectarse. ¿Ese deseo se puede recuperar? Sin duda alguna. Claro que sí.

El amor es un sentimiento profundo que también puede perderse por aspectos psicológicos, ambientales y hasta sociales o religiosos. ¿Se puede recuperar ese amor? Sí, claro que sí.

Es una estafa asegurar que ambos elementos se pueden recuperar. ¿Por qué? Porque cuando el deseo, el amor o ambos se pierden por factores inherentes a la relación (malos tratos, lejanías, discusiones, incompatibilidades, etc) eso se acabó, y créanme que se acabó.

De hecho, lo primero que se acaba es el deseo, ya que, incluso el amor, puede seguir un tiempo más, pero bajo esas circunstancias, cuando ese deseo termina, nada hará que vuelva a renacer.

En consecuencia, siempre es crucial revisar desde dónde fue que se acabaron algunos de estos factores.

¿Se acabó porque hubo muchos maltratos, infidelidades, discusiones, etc? Ya eso se perdió. Fin.

¿Se acabó porque tu marido te exige sexo porque «eres su esposa» y eso a ti no te prende ni con gasolina? Eso se acabó.

¿Se acabó porque te enamoraste de otra persona y ahora es la nueva persona quien te enciende los motores? Eso se terminó.

Aceptarlo es fundamental y te ahorra más sufrimientos que el que terminar una relación ya lleva implícito. Todo lo demás es polvo y paja.

Cuando el amor y el deseo, bajos los aspectos que acá señalo se acaban, pues, se acabaron y ya.

Ahora bien, si ambos tienen la intención de recuperar de alguna manera la relación, y desean darse la oportunidad a ver si encaminan nuevamente la cosa, siempre será mejor buscar ayuda psicológica, tanto individual como de pareja, para explorar esa posibilidad guiados por profesionales.

En todo caso, la terapia ayudará a ambos a recuperar la autoestima perdida en ese proceso de ruptura. Por eso es fundamental acudir al psicólogo, obviamente conmigo o con mi equipo, para reestructurarse y prepararse desde lo emocional para que el amor se vuelva a hacer presente.