¿Sabes cuál es el mayor acto de amor propio?

Indudablemente, el mayor acto de amor propio es aprender a decir: hasta aquí llegué. De ninguna manera puedes permitir que algo o alguien te arrastre al olvido de ti mismo, que te desintegre como si tu valor fuera negociable.

Es fundamental entender que alejarse no es un acto de cobardía, es una verdad del tamaño de una catedral: es valentía pura. Cuando te retiras de lo que te destruye, no estás huyendo, estás regresando a ti.

Cuando decides soltar lo que te lleva al abismo, estás eligiendo ser fiel a ti mismo. Porque, en mi visión de las cosas, nadie merece el precio de tu paz interior ni el poder de convertirte en alguien que no reconoces.

Miren, el amor propio no es solo cuidarnos, es rescatarnos cuando nos perdemos. Es mirarnos al espejo y saber que la decisión de alejarnos es, al final, el mayor acto de respeto hacia lo que somos.

Fin del cuento.

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La soledad no es el problema, la sensación de fracaso sí

A veces pensamos que estar solos es la raíz de nuestra tristeza, esa que nos ataca de noche y nos hace cuestionar todo. Pero, honestamente, la soledad en sí misma no es el problema real. Lo que duele, lo que pesa de verdad, es la sensación de fracaso personal que viene cuando la vida no se parece en nada a lo que soñábamos tener.

Claro, cuando has compartido todo con alguien y de repente ya no tienes esa compañía, te sientes desprotegido. Entras en esa tormenta de incertidumbre que te hace cuestionarlo todo. No se trata de extrañar a la otra persona, se trata de lo que esa compañía significaba para tu vida y para tu sentido de seguridad. Es en ese vacío, donde suele nacer la idea del fracaso: porque no tienes lo que querías tener, porque el sueño de estabilidad se derrumbó.

Y, sí, estar solo puede hacer que te sientas triste, puede despertar la melancolía y, en algunos casos, incluso ese peso en el pecho que llamamos fracaso. Pero la realidad es que la vida misma está hecha de ciclos y subidas y bajadas. Ninguna historia de éxito es una línea recta hacia arriba. Los logros están forjados en cada error, cada intento que no funcionó y que te dejó tocando el fondo, justo donde uno decide si renuncia o sigue adelante.

Es aquí donde importa lo que llevas dentro, donde tus herramientas, tu inteligencia y tu resiliencia se convierten en tus verdaderos aliados. ¿Quieres ser la mejor versión de ti mismo? Bien, prepárate para enfrentarte a lo que duele, a las circunstancias que no pediste pero que, de alguna forma, te forjan.

Cada caída duele, pero cada vez que te levantas no eres la misma persona que cayó. Esa experiencia es la que te va curtiendo, es la que te fortalece, y es la que, a largo plazo, te abre la puerta a lo que realmente buscas. Porque al final, el éxito no es otra cosa que la suma de aprendizajes que fuiste acumulando en esos momentos que parecían derrotas.

La soledad no es el verdadero enemigo.

La clave está en tu capacidad para construirte a ti mismo, paso a paso, error tras error, para que cuando llegue el éxito, sea sólido y se sienta merecido.

Es fundamental entender que el proceso de sanar no es algo que puedas resolver solo, ni es algo que debas cargar en silencio. La vida duele, las relaciones nos desafían, y a veces la mente nos juega en contra. ¿Hasta cuándo vas a seguir postergando tu bienestar? No tienes que enfrentar esto solo.

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¿Perdiste todo? ¡No pierdas la lección!

En terapia me ha tocado ver gente que lo ha perdido todo y generalmente puedo predecir quienes van a surgir de nuevo y quienes no.

Los que surgen son los que aprenden sobre sus errores. Los que usan su fracaso para tener éxito. Los que entienden que mucho de lo que sucedió tiene que ver con la forma en que toman decisiones. Los que son capaces de buscar ayuda.

Incluso, los que van al psicólogo buscando no soluciones mágicas, sino revisarse en aquello que ellos no tan fácilmente son capaces de ver en sí mismos.

Los que no, generalmente se quedan sintiendo lástima por si mismos, culpan a la mala suerte, y piensan que nada es responsabilidad de ellos. De hecho van al psicólogo casi que obligados o porque sus seres queridos se los pidieron.

Esa es la realidad.

¿Solución? Busca ayuda psicológica, no te quedes en el papel de pobrecito o pobrecita yo y procura ser siempre tu mejor versión.

Por qué Donald Trump ganó las elecciones (y lo que eso nos dice sobre el poder del carisma)

En Estados Unidos, Donald Trump vuelve a ganar las elecciones presidenciales. Sí, ese mismo hombre que había perdido previamente, esta vez se convierte en Presidente de los Estados Unidos nuevamente.

No pretendo hacer un análisis político; para eso reservo otras redes. En este artículo, quiero que hablemos desde una perspectiva psicológica y que exploremos por qué alguien como Trump logra el apoyo que tiene y qué significa eso. Pero no nos quedaremos en Estados Unidos; también exploraremos por qué en Latinoamérica escogemos a los presidentes que elegimos y qué nos dice esto a nivel psicológico.


La simbología detrás de Donald Trump y el “sueño americano”

Primero, observemos cómo Donald Trump representa el arquetipo del “sueño americano”. Trump adopta una postura confrontativa; es alguien que parece no detenerse ante nada y que se mantiene en pie a pesar de las dificultades. Este perfil de resiliencia y ambición es la encarnación de un ideal: la persona que se construye a sí misma desde abajo y alcanza sus objetivos.

Aquí probablemente me dirás: “¿De verdad Trump viene de abajo?” Bueno, no tanto en lo económico, pero sí en el contexto de las elecciones. Trump se reinventó luego de una derrota previa, lo que para muchos es el inicio de un “sueño americano”. Con un discurso directo y desafiante, logra conectar con el inconsciente colectivo de un público que valora esa perseverancia y audacia.


La empatía estratégica de Trump

Te sorprenderá si te digo que Trump es empático. Aunque su estilo no lo parezca, él demuestra una empatía cultural hacia el estadounidense promedio. ¿Cómo? Mediante el uso de palabras y frases que resuenan profundamente en el imaginario norteamericano. Poder, grandeza, liderazgo y orgullo nacional son conceptos con los que muchos ciudadanos se identifican, y Trump sabe cómo utilizarlos en su discurso.

Este tipo de “empatía cultural” es vital en cualquier líder, pues permite comprender lo que el público quiere oír y cómo lo quiere escuchar. Es como un atajo que toma ventaja de la psicología de masas: hablar en términos simples y potentes genera una conexión emocional mucho más efectiva que los discursos cargados de tecnicismos.


Estructura y claridad en tiempos de incertidumbre

Estamos viviendo en una época de cambio constante, donde cuestiones de género, identidad y roles sociales están en debate. Trump representa una postura rígida y conservadora que se muestra como una alternativa clara frente a esta “difusión” de conceptos. Así, para muchos, se convierte en una figura que simboliza “valores tradicionales” en contraste con el aparente desorden de otros discursos políticos.

En términos psicológicos, una estructura clara y definida es crucial para entender el mundo. Cuando todo parece incierto, la mente humana suele buscar puntos de referencia claros y simples. Por eso, Trump, al ofrecer una visión aparentemente más estructurada, logra apelar a una parte del electorado que prefiere esa seguridad.


La diferencia entre Estados Unidos y Latinoamérica al escoger presidentes

En Estados Unidos, la elección de un presidente está, en su núcleo, basada en la economía. Para el norteamericano promedio, temas como la inflación, el ingreso personal y las oportunidades de empleo son los aspectos más relevantes. Es un enfoque práctico, donde el bienestar económico tiene un peso clave.

Latinoamérica, en cambio, se inclina hacia lo ideológico. Aquí, los líderes son valorados por su carisma y su habilidad para hablarle al corazón del pueblo. Los latinoamericanos, por razones culturales y sociales, tienden a buscar en sus líderes cualidades casi paternas. Buscan figuras que los protejan y les ofrezcan un sentido de pertenencia y seguridad. Así, la figura del “padre protector” tiene un peso significativo, influenciando el voto de manera emocional más que racional.

En Estados Unidos, se vota con calculadora en mano; en Latinoamérica, el voto suele venir desde el corazón. Este contraste nos muestra cómo factores psicológicos y culturales son claves a la hora de entender las diferencias entre ambas regiones en términos de liderazgo político.


Elecciones en USA: la ansiedad del inmigrante

Yo he vivido dos procesos electorales en mi vida como emigrante, uno en Chile, y ahora otro en los Estados Unidos. La sensación como emigrante siempre es de ansiedad. Estás en un país que no es el tuyo, pero que estás aprendiendo a amar, respetar y a cuidar. Y aún sin conocer muy bien la historia del país donde te encuentras, generalmente tenemos ideas políticas muy arraigadas derivadas de nuestra experiencia. Y esas experiencias generalmente son malas, y por eso nos da mucha más ansiedad cuando vemos cosas parecidas en los países a los que emigramos. Sufrimos de ansiedad, y eso es una realidad.

Entonces, vivimos tratando de alejarnos de aquello de lo cual nos hemos salido, y vemos con ansiedad que pueden suceder cosas, o repetirse cosas que ya antes hemos vivido.

Esa ansiedad siento yo, es la ansiedad del inmigrante. Pienso que el mejor consejo que nosotros podemos darnos a nosotros mismos, es enfocarnos en nuestra vida, en ser protagonistas de nuestra existencia, y de tratar de convivir lo mejor posible en las comunidades donde estamos.

Aprender la historia del país al que hemos llegado, entender su idiosincrasia, y entender que nuestra experiencia no necesariamente en la experiencia de ellos. Esa claridad nos da objetividad, y nos rebaja la ansiedad.

No podemos ver al país donde llegamos como una réplica del país de donde vinimos. Eso es un error que no debemos cometer, lo que debemos es ser el mejor individuo posible, respetar las leyes y costumbres del país donde estamos, y ayudarlo en su crecimiento y evolución. Es nuestro deber, y mientras lo cumplimos, estoy seguro, nuestra ansiedad va a disminuir. Ocupar de nuestra vida, ser el mejor ciudadano posible y, sobre todo, cuidar el país al que hemos llegado.

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Cuando la relación se vuelve tóxica: Nodal, Cazzu y Ángela

Este es mi análisis psicológico en torno al caso que ha acaparado la atención en las redes: Cazzu, Nodal y Ángela. ¿Les suena? 😬

Desde mi canal en #YouTube🔴 hablemos de esto…