Cómo lidiar y entenderte mejor con tu hijo adolescente

Muchas veces no sabemos cómo lidiar con adolescentes, no los entendemos, no los comprendemos, no hablamos su mismo idioma y se nos entrega el papagayo con ello, o sea, es bien complicado, muchas veces lidiar con adolescentes y yo creo que nunca está de más una ayuda que podamos brindar en función de cómo podemos lidiar con eso. Así que aquí va.

Cuando hablamos de adolescencia estamos hablando de criterios, ideas diferentes, forma de relacionarse diferente a los adultos. ¿Qué significa? Que la brecha generacional siempre va a estar presente.

Primero que nada, dar un solo mensaje. Muchas veces nosotros le decimos a un adolescente: «No, tú puedes salir hasta las tres de la mañana, te doy permiso». Y después… «No mira, ¡No puedes ir hoy pa´ allá, no están unos amigos que a mí me gustan!»

¿Ya va un momentico, cómo es esto?

Tienes que establecer criterios, normas y estructuras que, de alguna forma, generen una secuencia, generen una línea argumental, porque sino estás dando dobles mensaje y eso vuelve loco al adolescente, ¿me explico?

Se rebela y entonces empiezan los rollos.

Otro elemento fundamental es siempre conversar, siempre hablar, pero no esperes que hablen en tu mismo idioma, no esperes que te digan lo que tú aspiras que te digan. Con que tú expreses y digas lo que sientes, ellos en su manera van a entenderlo o no, y van a expresar también sus emociones, y allí vas a tener que hacer un esfuerzo de comprender.

También es importante que recuerdes cómo eras tú cuando eras adolescente. Es fundamental entender los cambios emocionales, las dificultades sentimentales, los problemas que se nos presentan en nuestra vida cuando somos muchachos. Y no es un asunto de ¡Es que cuando yo era muchacho, a mí también me pasaba tal cosa!

No, no funciona así.

Tienes que entender desde el punto de vista emocional para poderlos ayudar de una manera muchísimo más efectiva.

Y otro elemento también crucial en este sentido es generar cariño, amor y comprensión, así no lo recibas, ¿okey?

Eso no significa mal criarlos o siempre ser flexibles con ellos o darle todo lo que pidan ¡No!

Estamos hablando de que es una época bien complicada, donde el cariño, el amor y la comprensión son muy necesarios para los muchachos y las muchachas. En ese sentido, sin humillarte, sin perder dignidad y sin flexibilizarte más allá de las cosas que debes hacer, darle cariño, amor y comprensión a tus chamos.

El amor, cuando es amor, te transforma

El amor cuando es verdadero te transforma la vida, y ese transformar va ligado al hecho de hacerte sentir la mejor persona posible dentro de tus propias sombras y debilidades.

De hecho, cuando estamos hablando de amor, estamos hablando de procesos que van desde lo emocional, actitudinal, y a veces, yo diría hasta espiritual.

El amor está ligado a procesos que están inmersos dentro de nuestras estructuras emocionales ligadas a la felicidad, al placer, y al deseo ineludible de estar junto al otro, no solamente desde el deseo propiamente dicho sino también desde el compromiso más profundo, que es capaz de soportar las dificultades más fuertes que se puedan presentar en la vida.

Ahora bien, cuando hablamos de dificultades, tenemos que tener cuenta que son elementos externos, porque cuando estos problemas se presentan en el propio acto de amar, entonces no estamos hablando de amor, sino de procesos internos que nos llevan a tener sufrimientos, por el hecho de estar con personas que no nos están amando, o que nosotros no estamos amando.

¿Aceptas a una pareja violenta? Estás siendo violento contigo mismo

Sí. Sin duda alguna, cuando nosotros permitimos violencia de nuestra pareja, estamos siendo violentos con nosotros mismos. Les voy a explicar.

Nadie en su sano juicio va a aceptar violencia contra sí mismo. Esa es una realidad absoluta. Nadie en sus cabales seguiría un minuto al lado de alguien que lo maltrata o agrede. Eso significa que cuando te queda al lado de alguien que te maltrata, lo primero que debes aceptar es que algo no está funcionando bien en ti.

No estás en pleno uso de tu razonamiento, autoestima y dignidad. Hay que partir de ese entendimiento para empezar a sanar este asunto.

Pero ¿qué es que lo que no está bien? Resulta que, al aceptar violencia o maltrato psicológico, tú te estás agrediendo, y eso justamente es lo que tienes que empezar a revisar. ¿Por qué permites la agresión? ¿En qué sentido asocias el amor con la violencia? ¿Por qué te estás castigando a ti misma? Son preguntas fundamentales que pueden irte dando luz en cuanto a las razones que te llevan a estar al lado de alguien violento o agresivo.

Lo que también debes tener claro es que aceptar violencia en nombre del amor, no es amor. Tú no estás al lado de esa persona por amor. Déjate de esos cuentos.

Repito, nadie en su sano juicio acepta maltrato. El amor en nada tiene que ver con eso. Lo que existe es dependencia, sumisión, problemas emocionales o trastornos de personalidad, pero amor como tal, no, amor no. De ninguna manera.

Así que empieza a revisar qué ocurre en ti que eres capaz de aceptar violencia, maltrato y agresión psicológica. Revisa en ti que hace que tú te agredas a ti misma, aceptando agresión del otro. Revisa qué hace que te quedes al lado de quien confunde amor con golpe o insulto.

Ese es el primer paso para empezar a salir de allí.

Sepa.

Y recuerda, nosotros sí sabemos cómo ayudarte. Pide aquí tu consulta.

¡Mosca con la ansiedad por estrés migratorio!

Les explico: todos sufrimos de algún tema psicológico. Ser civilizados produce algunas modificaciones en nuestro sistema natural de gestionar emociones. No somos salvaje, somos educados. Esa educación hace que emocionalmente se desarrollen algunos aspectos anómalos en nosotros que sencillamente reprimimos y ya.

La emigración produce un GRAN estrés, y si no tenemos todos nuestros «tornillos» bien ajustados, se daña nuestra torre de control. En muchos casos, las personas desarrollan trastornos de personalidad, y van sintiendo que los problemas emocionales les joden la vida.

¿Qué debe hacer usted si siente que está cayendo en esto? Ir al psicólogo evidentemente, eso es lo primero. Luego debe buscar esparcimiento, recreación, cambiar rutina, buscar cosas que lo relajen, le hagan reír, tener placer. Usted necesita descanso y distracción.

En la medida en que mejore su calidad de vida, va a mejorar sus síntomas, y si eso va apegado a una buena terapia psicológica, el asunto puede pasar sin problemas.

Hay que tener en cuenta esto.

No todos sabemos manejar el estrés y cuando eso ocurre, podemos empezar a ver enanitos verdes, así que siempre es buena idea cuidar nuestra salud mental.

No olviden siempre que estas son sugerencias superficiales y que nunca van a sustituir una terapia psicológica, a la cual es deber asistir cuando sentimos que necesitamos ayuda. Toca allí para atenderte. ¿Sí va?

Ataques de pánico: evita que te echen a perder la vida.

La sensación de opresión, taquicardia, dolor de cabeza, mareo, sensación de que nos vamos a morir, sensación de que no aguantamos, generalmente son las 3 de la mañana, o sea, es una cosa terrible.

Realmente, si yo tuviera un enemigo, le dijera: ojalá sufras de ataques de pánico, porque es que, de verdad, es una de las sensaciones más complicadas y más difíciles que los seres humanos podemos vivir.

La forma de prevenir ataques de pánico es vivir una vida donde la ansiedad no forme parte de ti, donde la expectativa de futuro no siempre sea negativa, y donde la relajación y la tranquilidad sean fundamentales, sobre todo a la hora de dormir.

Vivir una vida tranquila no significa vivir una vida sin problemas. Vivir una vida tranquila significa que tú estás atajando los problemas de tu vida momento a momento, día a día, sin esa expectativa negativa del futuro donde sientes que todo lo malo va a ocurrir y donde la relajación y el aprender a estar tranquilo forman parte de tu vida.

¿No sabes cómo controlar tanta ansiedad y llegan los ataques de pánico?

Terapia, terapia con eso.

Y recuerda, nosotros sí sabemos cómo ayudarte. Pide aquí tu consulta.

El trago amargo de entender que no te aman

Esta es una de las cosas más complicadas de entender. Es quizás de los aspectos en las relaciones de pareja que más difícil es de procesar: entender que no te aman.

La tendencia es a pedir amor, atención, cariño y cuidado. Insistimos mil veces, nos ponemos bravos, reclamamos, hacemos malabares para intentar adaptarnos al desamor de la otra persona, hacemos mil cambios, nos hacemos los locos y un sin fin de cosas más para lograr que nos amen, que sean recíprocos, que nos nutran emocionalmente como nosotros pensamos que nutrimos al otro.

Al final siempre se fracasa. Siempre.

Pero cuesta mucho entenderlo, cuesta mucho asumirlo y tomar la decisión de hasta aquí llegamos. La razón es que «a veces» si te aman, a veces si te dan ese beso esperado, ese sexo mágico o ese cariño que necesitas, y esos «a veces» se constituyen en el amarre necesario para que agarres aire y pienses que sí te aman, y continúes en el infierno. Es como que cada pedacito de cielo te hace olvidar el enorme infierno en el que vives.

¿Solución? Dejarse de pendejadas. Se tiene que tomar la decisión e irse.

¿Y saben que es lo más paradójico? Que cuando te vas, esa persona que no te estaba dando amor, pide que no la dejes y que deben seguir. Es la cosa más sádica que se puede ver, pero así ocurre, y no debes dejarte. Debes alejarte y terminar esa historia.

Cuando no hay amor, debes aceptar que no lo hay, y si no te sientes amado, debes respetarte e irte de un sitio que lo único que va a producir en ti es dolor y sufrimiento.


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