Regresar a tu país tras emigrar ¿es un fracaso?

Muchas veces emigramos, nos va mal, y entonces pensamos en regresar. Y esa es una de las situaciones más complicadas, porque básicamente, es como que si hubiésemos fracasado en el hecho de querer tener una mejor calidad de vida y no lograrlo, y lo que es peor, regresarte a un sitio del cual querías inicialmente salir.

Miren, muchas veces, y lo digo yo por emigrante, muchas veces pues, salimos de nuestro país buscando una mejor calidad de vida, intentando que nos vaya mejor y desarrollar nuevos destinos, y resulta que nos va mal, que no va mal y entonces la única opción que tenemos es regresarnos, y no necesariamente al sitio donde nos vamos a regresar mejoró.

De hecho, por lo menos la experiencia venezolana, no, no mejoró, más bien empeoró.

Entonces, en ese sentido, ese es un dilema, porque entran dos sentimientos que son fundamentales.

El primero es la sensación de fracaso, la sensación de que no lograste hacer lo que querías hacer. Y, por otro lado, regresar a un sitio del cual siempre quisiste irte, o no siempre quisiste irte, pero te quisiste ir en un momento determinado.

Esas dos emociones, esos dos sentimientos, van a producir un impasse emocional que puede detenerte, puedes desorganizarte, y puede ser que, de alguna forma, no tengas las ideas bien claras y bien definidas.

¿Qué debemos hacer al respecto?

En primer lugar, es importante agotar todos los recursos.

Agotar todos los recursos significa intentar hacer todo lo necesario para surgir, hacer todo lo necesario para poder lograr tener una mejor calidad de vida y generar un mejor destino para ti.

Luchar, constancia, disciplina, responsabilidad, son los elementos fundamentales para intentar lograr tener éxito en la vida.

No hay atajos, no hay fórmulas mágicas, es a punta de constancia y esfuerzo con que uno logra las cosas.

¿No lo lograste hacer,y llegaste a la conclusión de que tienes que

devolverte? Míralo como una nueva emigración.

Míralo como devolverte también a un país de tránsito, aunque sea tu propio país.

Muchas personas cometen el error de devolverse a su país pensando que eso es una solución definitiva y que ya no hay más

nada que hacer, y que regresaron, fracasaron a donde se fueron y regresaron y ya se acabó, no.

No tiene por qué ser así, puedes volver a tu país, y luego agarrar nuevos bríos, nuevas fórmulas, nuevas maneras de hacer las cosas, y volver a salir.

Sí, que es complicado. Sí, que es tedioso. Sí, que, bueno, que cuánto tiempo vas a pasar emigrando.

Eso tiene que ver con tu capacidad de decisión, tiene que ver con tu capacidad de esfuerzo, tiene que ver con tu constancia y tu ambición de tener una mejor calidad de vida.

Ahí no hay, insisto, no hay fórmulas mágicas que pueden ayudarte.

Regresar a tu país no es un fracaso.

Regresar a tu país, no es que no pudiste hacer las cosas buenas.

Es como todo en la vida, a veces nos va bien, y a veces nos va

mal.

Regresar a tu país no significa que tú retrocediste en un proceso determinado, significa que, sencillamente, sigues buscando alternativas para tu vida y sigues buscando maneras de rehacer tu existencia.

Entonces no lo veas como un fracaso.

No lo veas como una cosa profundamente negativa y, sobre todo,

no lo veas como algo que baje tu autoestima.

Míralo desde seguir buscando alternativas, desde seguir buscando fórmulas, desde establecer tus propios puntos de partida y, sobre todo, entender que tú eres el dueño de tu biografía personal.

Nadie puede decirte a ti como tú debes vivir tu vida.

Tú empieza a construir tu propia existencia, y eres, como diría la frase cliché: eres el arquitecto de tu destino, pero esa es una realidad que debes asumir, así que no es un retroceso, es seguramente un nuevo comienzo.


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Inteligencia: el arte de dar la espalda a lo que te daña

Una vez estuve conversando con alguien que me decía que le era sumamente difícil salir de una relación tóxica.

Mi respuesta fue «es que eres poco inteligente».

Ella se sorprendió de mi respuesta.

No sabía si la había insultado o le estaba dando la clave de la solución de sus problemas.

Le expliqué que la inteligencia es la capacidad de resolver problemas y que su relación era tóxica, en consecuencia, era un problema.

Ella me preguntó cómo podía hacer eso y yo le dije que la base fundamental de su incapacidad era el no reconocer que estaba al lado de una relación tóxica.

El cambio empieza por asumir que estás en medio de algo que no puedes solucionar, y cuando te des cuenta que eso es así, no me vas a preguntar el cómo salir de allí.

Lo harás y ya, le dije.

Mientras pienses que hay salida, que tiene solución, que seguramente hay esperanzas, etc, entonces no estás reconociendo que la relación te tiene llena de dolor y daño. Mientras no lo reconozcas, seguirás allí.

Lo reconoció y fue inteligente.

Se fue.

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Parejas en crisis: causas y soluciones

 Algunas veces pasamos por la dolorosa situación de estar metido en una relación y que esa persona pues, nos sea infiel o está flirteando con otras personas. Sí, nos ocurre y de eso hay que hablar.

 Muchas veces tenemos una relación, bueno ojalá que no sean muchas veces, algunas veces, poquitas veces, ojalá que casi nunca, tengamos una relación que bueno, nos son infiel, okey, y de repente no es que son infiel pero bueno, están con un jueguito, una cosita, un guaguancó con otra gente ¿verdad? y entonces uno lo descubre, y eso empieza a generarnos a nosotros profunda insatisfacción, empieza a causarnos profunda ansiedad, porque no es que hemos visto la infidelidad como tal, pero de alguna manera, bueno, tú sabes, que si el río suena, piedras trae, okey, y eso nos genera realmente una indisposición emocional muy fuerte.

 ¿Qué debemos hacer ante eso? 

Bueno, primero que nada, yo soy partidario de que si uno está metido en una relación, tiene que confiar en esa relación. Si uno está dentro de un compromiso, debe realmente comprometerse.

Estar viviendo desde los celos, desde la persecución, desde a ver dónde estás tú, que estás haciendo, me parece realmente que eso no es vida. 

Si de alguna forma ya descubriste una situación, creo que es fundamental establecer si hubo una infidelidad o no, okey, porque una cosa es lo que tú puedes estar pensando a la hora de que la persona está hablando con otra gente, o dándole like a alguna foto que a ti no te gustan tanto, y otra es una infidelidad como tal. 

Hablar, comunicarse, establecer una relación de diálogo para ver qué es lo que está pasando, cómo lo estamos viviendo, creo que eso es fundamental. 

 La comunicación en una relación es casi tan importante como el sexo, sin duda alguna. 

Por otro lado, cuando ya es una cosa clara, que la otra persona pues está en un tikititiki con otra gente, entonces, creo que es importante establecer una crisis de relación.

Lea bien. Establecer la crisis de relación es dejar de estar mirando los pajaritos preñados, es establecer y dejar claro que tenemos un problema, que hay una situación que es complicada y que, sin duda alguna, no podemos escapar de determinar qué es lo que está pasando con nuestra relación.

Eso es establecer la crisis. Muchas veces por evitar la crisis, no solucionamos los problemas que tenemos. En consecuencia, generar la crisis y entonces definir realmente qué es lo que queremos hacer, sí, bueno, si vamos a seguir juntos, si no vamos a seguir juntos, a dónde están las insatisfacciones, qué es lo que está pasando entre nosotros, qué es lo que está ocurriendo, qué es lo que debemos mejorar o más bien, no, ya no es posible mejorar absolutamente nada y debemos terminar, se establece la crisis.

Al final del camino, vivir con la incertidumbre, establecer una angustia personal, vivir lleno de celos porque uno siente que la otra persona lo está traicionando a uno, eso no es vida.

Por eso yo soy partidario de que cuando uno empieza a ver este tipo de cosas, y empieza a darse cuenta de estas situaciones, tienes dos alternativas: o te haces el loco o la loca para no enfrentar la situación, esa es una solución, no es la que yo propongo, pero la gente lo hace, y otra es enfrentar el asunto y poner las cartas sobre la mesa, para ver entonces realmente qué es lo que está sucediendo, qué es lo que se va a hacer, y hacia dónde se dirige el destino de la relación, que en ese momento tenemos que entender, está en peligro.


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Síntomas de la ansiedad ¿Cómo reconocerlos?

Cuando hablamos de ansiedad, hablamos de una cantidad de síntomas que son importantes reconocer, sobre todo porque confundimos angustia con ansiedad, estrés con angustia, ansiedad con depresión y entonces andamos todo el tiempo confundidos con relación a eso, así que, vamos a hacer esto para orientar con relación a cuáles son los síntomas de la ansiedad, porque de eso hay que hablar ¿verdad que sí?

Si se trata de ansiedad estamos hablando de varios síntomas, no de uno solo, porque siempre pensamos que como estamos nerviosos, estamos ansiosos, estamos estresados, estamos ansiosos, no, señor, no, por ahí no van los tiros.

Cuando hablamos de ansiedad lo primero que tenemos que tomar en cuenta es que se trata de mantener una expectativa negativa del futuro, o sea, vemos el futuro y lo primero que pensamos es que es negativo, que es malo, que no sirve, que nos van a ocurrir cosas negativas. Y eso nos produce miedo. 

Entonces, es importante porque son hermanitos, la visión del futuro, negativa, y luego miedo. Y luego viene un primo, ese primo es la protección.

Entonces, veo el futuro, negro, me da miedo, entonces ahora empiezo a pensar cómo protegerme de ese miedo, cómo protegerme de esa situación.

Entonces hay como un triángulo de situaciones complicadas que son las que van a generar, en principio, la ansiedad.

O sea, miro el futuro, negativo. Me da miedo ¡No quiero que el futuro me tenga así, qué cosas, terrible! Y después ¡Debo cuidarme!

Entonces en ese proceso de cuidarme, el cerebro va volando, mil pensamientos tras mil pensamientos. La persona ansiosa no descansa.

No descansa porque está todo el tiempo asumiendo las cosas que tiene que protegerse de ese futuro que está mirando. Eso es una línea.

La otra línea es la de los miedos irracionales, lo que llamamos las fobias. 

Tengo miedo a salir a la calle, tengo miedo a la gente, tengo miedo a los espacios cerrados, y eso también va ligado a la ansiedad. 

Las personas empiezan a retraerse, empiezan a dejar de salir, empiezan a dejar de tener relaciones sociales, empiezan, incluso, a evitar tocar cosas porque les da miedo contagiarse, enfermarse, y toda una serie de elementos que también están dentro de la ansiedad, y eso es muy importante reconocerlo, afectan muchas áreas de la vida.

 La ansiedad afecta las relaciones laborales, las relaciones sociales, las relaciones sentimentales, la sexualidad la afecta terrible. Las personas ansiosas, de aquello, nada. 

El placer, la cosa de la gozadera. No hay ninguna gozadera cuando uno está ansioso, eso es bien, bien fuerte.

También otro síntoma de la ansiedad tiene que ver con un estado de nervios. No estoy hablando en términos coloquiales, verdad, porque en términos psicológicos es otra cosa, pero, para que ustedes me entiendan, es así como ¡estamos así nerviosos, estamos así como tensos! Tú sabes, y respiramos, y la cosa.

Y ese estado de nerviosismo, entre comillas, ese estado de nerviosismo nos va a producir lo que se llama los ataques de pánico.

Ataques de pánico, tres de la mañana ¡pam! te despierta, como una campana ¡pim! Entonces ¡Ah, me voy a morir! ¡Y tengo miedo!

Sudoración, palpitación, respiración, temblor, mareo. 

Entonces toda esa serie de síntomas que también te están generando y te va a producir muchísimo más miedo, porque ahora tienes miedo de que te dé más miedo ¿te das cuenta? Es un rollo, la verdad.

La ansiedad es un gran problema y reconocerlo es el primer paso para mejorarlo. Si yo veo todos estos síntomas, insisto, no es que es uno u otro, y entonces con eso estamos ansiosos, no.

Tiene que ver toda esta sintomatología para decir: esta persona está ansiosa, necesita ayuda, hay que buscar rápidamente solución, porque vivir con ansiedad es una cosa realmente terrible.

Mira, yo no tengo enemigos, pero si tuviera le dijera ¡ojalá te de ansiedad! porque es terrible. Así que eso hay que sanarlo, hay que resolverlo, porque realmente vivir con ansiedad no es algo que sea, de ninguna manera, positivo.


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5 cosas que debemos evitar cuando estamos despechados

El despecho es una de las cosas más terribles que nos pueden pasar, cuando nos rompen el corazón, cuando nos dejan solos o somos nosotros los que dejamos solos a los demás.

Cuando definitivamente la relación sentimental se termina, el despecho es terrible.

Así que hoy vamos a hablar sobre 5 cosas que debemos evitar cuando estamos despechados.

La primera cosa que debemos evitar cuando estamos despechados tiene que ver con revisar las redes sociales de la persona con la que ya no estamos.

Es una de las cosas más difíciles, yo estoy claro, es súper complicado.

Terminamos con la persona o la persona termina con nosotros, inmediatamente nos metemos en las redes sociales, buscamos qué está haciendo, con quién se tomó foto, el video, si se siente bien.

¡Ay, se está riendo en esta foto, mira se siente chévere, no me quería! Okey

Entonces asumimos toda esa serie de cosas que definitivamente es un error garrafal, porque en la medida en que revisamos las redes sociales de esa persona, nos obsesionamos, nos enrollamos, y estamos permanentemente pendiente y se nos va la vida.

¡Se nos va la vida!

Revisando las redes sociales de la persona con la que terminamos y entonces, no podemos hacer un duelo necesario, no podemos hacer una ruptura necesaria, porque estamos clavados viendo lo que la persona está haciendo en sus redes sociales.

Segunda cosa que debemos evitar cuando estamos despechados, es andar, tú sabes, buscando compasión, buscando que nos den un espaldarazo.

A todo el mundo que se nos acerca le contamos el problema.

¡No, es que tú sabes que yo, tú sabes, terminé con Alberto y entonces me siento horrible, me siento muy mal! y entonces se lo dices a la primera.

Viene la segunda y ¡Tú sabes que terminé con Alberto, es terrible, me siento muy mal!

Y viene la tercera o el tercer amigo ¡Tú sabes que terminé con Fulanito, me siento muy mal!

Entonces, eres una letanía de sufrimiento, una letanía de dolores. Okey. Contándole a todo el mundo lo que te pasó.

Resulta que en la medida en que estás contando, contando, contando, te estás reforzando a ti el mismo duelo, la misma tristeza, la misma melancolía y no vas a poder salir del problema, porque todo el tiempo estás hablando de eso.

Agarra a las personas más importantes, las que más te apoyan, las que más te dan un espaldarazo, okey, y se lo cuentas. Pero no a todo el mundo, no es un club del sufrimiento este asunto, okey, así que ten cuidado con eso. No hagamos de esto una letanía.

Tercera cosa que debes evitar cuando estás despechado. Terminar, volver, terminar, volver, terminar, volver.  

Y entonces eso es un ciclo, pero increíble de estar todo el tiempo buscando a la persona. Volvemos, nos sentimos aliviados, estamos mejor, empiezan los mismos problemas, terminamos otra vez.

Entonces terminamos, el despecho, la melancolía, la tristeza, todo el duelo, todo el rollo. Entonces nos sentimos tan mal, volvemos con la persona. Entonces andamos en ese carrusel de emociones, una montaña rusa terrible, que al final lo que hace es que nos hace meternos en una relación tóxica, porque entonces ya no es una relación desde el amor.

Es una relación desde la dependencia emocional, donde terminamos, volvemos, terminamos, volvemos, es terrible.

Así que, si vas a tomar la decisión de terminar, hasta aquí nos trajo el rio. Porque eso de estar en esa retahíla de cosas, eso te trae muchísimos problemas.

La cuarta cosa que debemos evitar cuando estamos despechados es, seguir manteniendo una relación con los familiares de la persona con la que ya no estamos, de una manera estrecha.

Es fundamental tomarnos nuestro tiempo, sobre todo porque cuando nosotros tenemos estas relaciones con los familiares que son personas que también queremos, y que no nos hicieron nada y nosotros no le hicimos nada, de alguna forma también vamos a tratar de generar inconscientemente conexiones con la persona con la que hemos terminado, y tendemos también a cometer el error de hablar de su familiar, mal.

Okey, entonces, hablamos con la suegra, hablamos mal del hijo, o con la cuñada, hablamos mal del hermano.

Entonces, sin duda alguna, nos metemos en un gran problema en ese aspecto, porque al final, familia es familia y la sangre es la que llama, okey. Entonces es un error que no se debe cometer.

Sí es verdad, nosotros no tenemos nada contra la familia de nuestra ex pareja ni nada por el estilo, pero sí debemos poner un poquito de espacio, un poquito de distancia, a fin de poder asumir una separación con muchísimo más criterio y con mayor estructura, porque si no siempre vamos a estar enrollados en la búsqueda de información, en la habladera mal, en el chisme, en la cosa y esto se puede convertir en un infierno.

La quinta cosa que debes evitar cuando estás despechado, es entrar en una relación muy rápida.

Si tú asumes una relación rápidamente después de la anterior, lo más probable es que también fracases. ¿Por qué? porque tu corazón no es así como una pelota de goma, una cosa que tú tiras y pones, y llevas y traes, no señor.

Las cosas duelen, las cosas son profundas, los sentimientos que están involucrados son bastante fuertes, así que eso de estar pasando así, a lo Jennifer López pues, o sea, primero uno y después el otro, eso, eso es ella, pero quizás no tú, okey.

O sea, hay que tomarse su tiempo, hay que establecer un espacio de reflexión, de soledad, de introspección, a fin de entender cuáles fueron los elementos que te llevaron a la ruptura, cuáles fueron los errores que se cometieron y rehacer desde allí una nueva autoestima emocional, una nueva autoestima sentimental, porque es desde allí que hacemos mejores relaciones.

Así que, a Jennifer López le funciona, pero quizás a ti no. Yo te sugiero que mejor, tómate un espacio y asumes un poquito la distancia entre una nueva relación y la vieja relación, para que entonces puedas aprender mejor sobre las cosas que te pasaron.

Así que, evitemos estas 5 cosas sobre el despecho. 


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3 claves para sobrellevar la nostalgia en Navidad

Una de las cosas que muchos realmente creen o aspiran de un psicólogo es que te dé herramientas para hacerte sentir mejor, que te dé ánimos y fuerzas para que tú hagas las cosas que tienes que hacer o sientas lo que debes sentir o te comportes de la manera que te debes comportar.

Cuando yo hablo de un psicólogo, sinceramente no aspiro que el psicólogo haga eso, yo no, porque no creo en esa psicología falsa, no creo en que al mal tiempo buena cara.

Mal tiempo, mala cara. Buen tiempo, buena cara.

Es una realidad objetiva que en estos últimos años hemos vivido las cosas más inéditas de toda esta generación humana o seres vivos de este planeta.

La realidad es que la época decembrina siempre hace que emerjan emociones en nosotros, muchas de ellas conectadas a la tristeza, a la nostalgia, al extrañar a la familia a lo lejos, De eso sabemos los inmigrantes.

Eso causa tristeza, causa emociones negativas, causa un poco de depresión, desesperanza. Y entonces la pregunta sería ¿no debemos sentir eso?

¡Claro que debemos sentir eso! Yo no puedo sentirme alegre y feliz porque no veré a mi hija y a mis padres en esta navidad.

No compartir con ellos la navidad, no darle el feliz año.

Entonces muchos dicen: “Escucharé a Psicovivir para sentirme mejor y superar esta nostalgia”.

Me da risa la expectativa, que la gente tenga sentimientos irreales. No hay posibilidades de sentirse bien, la única forma de sentirse bien es que no quieras a ese familiar, es la única forma, pero si ustedes se aman y se quieren, no es una buena noticia entonces.

Vamos a partir del hecho de que no nos podemos sentir bien, vamos a abandonar la idea de que no vamos a sentir tristeza.

No va a pasar eso. ¡Quíteselo de la cabeza! se va a sentir mal, yo ya me siento mal, ese sentimiento está.

El primer paso sería aceptar que no estás bien, es aceptar que en este momento estás en nostalgia, estás en duelo deprimido, triste, melancólico.

Por estas cosas la aceptación es fundamental. La resiliencia es la capacidad de reponernos de las adversidades. En sí misma, es el concepto de lo que estamos conversando.

Debes asumir que estás viviendo una adversidad. El primer paso es que esto esta así, que usted se siente así, pero usted no solo se siente así, sus seres queridos también se sienten así.

No finjas que estás bien, asume la realidad de tus emociones

Cometemos un error fatal, tratamos de fingir que estamos bien, asumir que no pasa nada para que el otro no se preocupe. Y no está mal expresar de nuestros sentimientos y lo que estamos sintiendo. A mí me hace falta mi hija. Mi hija me dirá que se siente bien cuando se siente bien y cuando se siente mal también me lo dirá.

Los sentimientos no se deben ocultar. Cuando yo te puedo hablar de mi tristeza y tú me hablas a mí de la tuya, nos damos un abrazo solidario, nos entendemos de alguna forma, nos sentimos mal así sea a través de una cámara o de este escrito.

Yo prefiero decirte desde una cámara que te amo a nunca decirte que te amo. Entonces hay que hablar de eso, no soy partidario de ocultar las emociones, soy partidario de decir las cosas y lo que sentimos.

No te quedes pegado a la autocompasión

Vamos al segundo elemento: se trata de no quedarnos pegados en el sentimiento de autocompasión, porque entonces eso lo va a empeorar. Si ya estamos mal, no podemos asumir actitudes que nos lleven a estar más mal.

¿Qué significa eso? Que una vez que entiendas que te sientes mal, buscas los puntos coincidentes, paliar la situación, la comunicación virtual, los mensajes, nos mandamos regalos, buscamos la forma de unirnos a través de la distancia, buscamos la manera de reducir la nostalgia, la falta del otro.

Es fundamental entender que nos sentimos mal, pero no debemos regodearnos en ese sentimiento, hay que traspasar ese sentimiento. Porque si no, no somos resilientes.

Debemos resolver la situación. No tiene que ver con el hecho de ocultar la emoción, resolver es traspasarlas, nos sentimos mal, pero buscamos sentirnos bien. Allí empieza la inteligencia, esa capacidad de resolver problemas. Utilizo mi inteligencia para saber cómo hacer, es activar esa zona del cerebro para buscar resolver la situación, si no me quedaré en la melancolía y el duelo será peor.

Y tercero, también debemos asumir que todo tiene un contexto. Hay cosas de las que no somos culpables, no debemos sentirnos culpables. No somos culpables de la pandemia, eso sucede en un ámbito macro social. Se trata más bien de aprender a hacer limonada con los limones que tengamos.

Seguiré tocando este tema en próximos post en mis redes. La navidad trae consigo verdaderas emociones reales. Sentirlas es lo más sensato. Si te quedas anclado allí, busca ayuda.

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