Cómo evitar o liberarte de parejas tóxicas

Siempre nos dicen que para salir de nuestras parejas tóxicas o de relaciones que no sirven, primero tenemos que amarnos a nosotros mismos, tener autoestima, respetarnos, tener dignidad, etc., etc. Y muchas veces no sabemos cómo hacer eso. Cómo tener autoestima, cómo tener dignidad, cómo quererse a sí mismo. Muchas veces no tenemos esa respuesta. Vamos a hablar de eso.

Sí, es verdad, para salir de la relación tóxica tenemos que amarnos a nosotros mismos, tenemos que tener una buena autoestima, tenemos que respetarnos y tener dignidad, sí, pero ¿Cómo se hace eso?

Para amarnos a nosotros mismos tenemos que cuidarnos. Amar significa proteger, amar significa cuidar. En la medida en que nosotros nos protegemos y en la medida en que nos cuidamos, en esa misma medida, nuestra autoestima está funcionando. Cuando hablamos de amor hacia nosotros mismos, y estamos hablando también entonces de autoestima, de alguna forma, entendemos que no podemos desmerecernos, que no podemos insultarnos, que no podemos decirnos que somos tontos.

¿Por qué? Porque si agarras a una persona que tú amas y tú la insultas, evidentemente tú no la estás amando ¿verdad? En consecuencia, no te puedes insultar a ti mismo. Ahí está la combinación de amor y autoestima.

Amor tiene que ver con cuidarse, con protegerse. Y autoestima tiene que ver con respetarse, con no humillarse, con no decirse cosas feas.

¿Te das cuenta la diferencia?

Y ahora, si a eso le sumamos un proceso que implica dignidad, que implica entender que debes tener contextos, estructuras y personalidad para poder salir de una relación tóxica, entonces tienes las tres divinas personas en este sentido ¿verdad? autoestima, amor y dignidad.

La dignidad va dirigida absolutamente al hecho de que tú mereces y tienes el derecho absoluto de vivir bien. Tienes, yo diría como un mandato divino, de que viniste a esta tierra a ser feliz. En consecuencia, nadie puede humillarte, nadie puede menospreciarte y nadie puede intentar hacerte sentir mal con cosas que, al final de cuentas, tú sabes que están bien. La dignidad implica respeto personal, y para tenerlo, lo único que tienes que entender es que tienes el derecho inapelable de ser feliz.

Pero eso no te va a venir del cielo, eso no te va a caer como un milagro, tienes que producirlo tú y eso implica un esfuerzo, eso implica un desarrollo existencial ligado a producirte tu propia felicidad. Ahí es donde vas a encontrar la dignidad.

Si necesitas ayuda, ven a consulta. Junto a mi equipo, sabemos cómo ayudarte.

Entender que no te aman

Esta es una de las cosas más complicadas de entender. Es quizás de los aspectos en las relaciones de pareja que más difícil es de procesar: entender que no te aman.

La tendencia es a pedir amor, atención, cariño y cuidado. Insistimos mil veces, nos ponemos bravos, reclamamos, hacemos malabares para intentar adaptarnos al desamor de la otra persona, hacemos mil cambios, nos hacemos los locos y un sin fin de cosas más para lograr que nos amen, que sean recíprocos, que nos nutran emocionalmente como nosotros pensamos que nutrimos al otro. Al final siempre se fracasa. Siempre.

Pero cuesta mucho entenderlo, cuesta mucho asumirlo y tomar la decisión de hasta aquí llegamos. La razón es que «a veces» si te aman, a veces si te dan ese beso esperado, ese sexo mágico o ese cariño que necesitas, y esos «a veces» se constituyen en el amarre necesario para que agarres aire y pienses que sí te aman, y continúes en el infierno. Es como que cada pedacito de cielo te hace olvidar el enorme infierno en el que vives.

¿Solución? Dejarse de pendejadas. Se tiene que tomar la decisión e irse.

¿Y saben que es lo más paradójico? Que cuando te vas, esa persona que no te estaba dando amor, pide que no la dejes y que deben seguir. Es la cosa más sádica que se puede ver, pero así ocurre, y no debes dejarte. Debes alejarte y terminar esa historia.

Cuando no hay amor, debes aceptar que no lo hay, y si no te sientes amado, debes respetarte e irte de un sitio que lo único que va a producir en ti es dolor y sufrimiento.


Nosotros sí sabemos cómo ayudarte. Pide aquí tu consulta.

¿Le temes a la soledad?

Noto a tanta gente desesperada por el amor. Es como si la soledad doliera. Es como si, de alguna forma, la sensación de no tener una pareja o compañero, o no tener a una persona que esté al lado tuyo, entonces, sencillamente el mundo se acabó. El autobús te dejó y te quedaste para vestir santos.

Eso es un error.

Eso definitivamente es un convencionalismo social de una moral retrógrada de una sociedad que ya no existe.

Las relaciones de amor van y vienen. Las relaciones de amor están o no están. Y realmente, en los momentos de soledad es cuando uno se prepara para recibir un amor diferente.

Es en los momentos de soledad, cuando uno reflexiona, cuando uno entiende, cuando uno procesa. No solamente los temas de soledad, si no también cuando uno está en pareja.

Miren, muchas veces cuando estamos en relaciones de pareja, pues, tenemos problemas, tenemos conflictos, tenemos situaciones negativas.

En consecuencia, muchas veces necesitamos como un pequeño espacio, un pequeño momento de soledad para decir, “ya va, un momentico”. ¿Qué está pasando? ¿Qué estoy haciendo? ¿Cuáles son mis comportamientos anómalos en esta situación?

Y, cuando no tenemos pareja, pues, sencillamente estamos abriendo un espacio con nosotros mismos, para amarnos, para elevar nuestra autoestima, para desarrollar nuestra capacidad amatoria, justamente para recibir el nuevo amor.

El hecho de estar en soledad, no significa que usted tiene que estar desesperado por una relación. El hecho de estar en soledad, no implica que ella duele o que ella es mala, o que ella es absolutamente negativa.

Y les voy a decir un secreto más.

Cuando estamos desesperados por amor, generalmente la soledad es más profunda. Cuando estamos desesperados buscando una pareja, conseguimos al peor bicho de uña o bicha de uña que se nos acerca. Cuando estamos desesperados por pareja, nuestra autoestima se destruye y somos capaces de recibir cualquier cosa, con tal de que medio nos ame, para sentir entonces, que nosotros somos personas somos susceptibles del amor.

Estar desesperado por amor, es también una manera de no amarse a sí mismo.

Lleve.

Para consultas psicológicas con mi equipo, toca y escríbeme directamente al chat

Nada más difícil que terminar una relación: reflexiones

Sin duda alguna, una ruptura es un momento duro, no solo lleno de culpabilidad y temores, sino de rabia también.

Terminar con alguien es siempre un “atragantao” mezclado con “sácalo todo” y ligado con “mírame y no me toques”.

Es un mito que hombre no termina con mujer. De hecho el hombre que aún queriendo no lo hace, es un cobarde.

A veces terminar con alguien tiene clichés como “vamos a darnos un tiempo” o “vamos a pensarlo”. Mitigan el dolor pero nada más.

A veces el amor, de forma inexplicable, se acaba, y terminar se torna en un proceso culposo de “¿Y ahora cómo le explico?”

Nada más difícil para una mujer que un hombre le llore desconsoladamente e implore que no terminen.

Qué sensación tan desgraciada es cuando a uno lo terminan. No hay nada que describa lo humillado que te sientes.

En fin, terminar una relación duele, y mucho, pero no hacerlo cuando las condiciones obligan duele mucho más.


Para consultas psicológicas con mi equipo, toca y escríbeme directamente al chat

El amor siempre debe ser recíproco

El amor tiene que ver con dar, pero también tiene que ver con recibir, porque un amor que no es recíproco, no sirve, un amor que no es recíproco, no es.

Cuando ese mito de que hay que amar sin mirar a nadie, y hay que amar a todo lo que da, y no importa si no recibe, mire, eso déjelo para la gente que tiene el corazón grande.

La gente que realmente vive en términos de relaciones sentimentales, de relaciones en pareja, da y también tiene que recibir.

Si tú das amor, y no estás recibiéndolo, pues, sencillamente hiciste un mal cálculo, sencillamente escogiste a la persona equivocada.

Aquello de estar mendigando amor, humillándose desde el punto de vista de implorar el amor que no te dan, eso es un error del tamaño de una catedral.

Cuando nosotros amamos, sencillamente damos todo lo que tenemos dentro de nosotros, damos todas nuestras emociones, damos todo nuestro sentimiento. Pero, evidentemente, una vez que no recibimos, pues, definitivamente el amor no sirve. Ya empieza a ser un amor dependiente, ya empieza a ser un amor malsano, porque hay amores que son malos, es importante que usted lo sepa.

No todos los amores son buenos. Y eso tiene mucho que ver con el hecho de dar y no recibir.

En consecuencia, si usted está en una relación dónde usted da todo lo que puede otorgar, todo lo que usted tiene destinado a dar en relaciones del amor, y no le dan lo mismo a usted, pues, sencillamente esa relación ya no va.

La terapia es la vacuna contra los malos amores. Para consultas individuales o terapias de pareja, cuentas conmigo y con mi equipo. Toca aquí para atenderte.

No todo amor es bueno

Siempre pensamos en el amor como algo bueno y bonito, y esto no siempre es así.

Hay amores enfermizos, perversos, obsesivos y manipuladores. Incluso hay amores violentos, humillantes e invalidantes.

Evidentemente, cualquiera podría decir que esos no son amores, pero sí lo son. Solo que no son sanos.

Tampoco existe eso del amor verdadero o un único amor.

No toda relación es correcta, ni toda unión es buena.

A veces, incluso, por más amor que exista, hay relaciones que no se dan, personas que no se llevan bien o diferencias muy marcadas que pueden hacer que la relación sea un infierno, así haya amor.

El amor no es garantía de una buena relación. Entender eso forma parte de la experiencia, de los dolores que vivimos y de las circunstancias que atravesamos en cuanto a las relaciones.

Para que una relación sea buena, sana, duradera y comprometida, se necesita bastante más que solo amor.

Sepa.

__
La terapia es la vacuna contra los malos amores. Para consultas individuales o terapias de pareja, cuentas conmigo y con mi equipo. Toca aquí para atenderte.