Muchas personas juzgan a la mujer maltratada por no separarse de la relación de abuso. De hecho, en vez de culpar al agresor, la culpan a ella de no salirse de allí, convirtiendo esto en más maltrato.
Una mujer no sale de una relación de abuso no porque no quiera, sino porque siente que no puede. Adicional a que muchas de esas relaciones se basan en dependencia y control.
Ahora bien, si vienes tú y le dices que le ofreces plata, casa, ayuda en el cuidado de los hijos, y soporte emocional y psicológico permanente, entonces sí te acepto que puedas acusar a una mujer de no salir de esa situación.
Es fácil decirle a alguien que se separe, pero difícil darle las condiciones para que lo haga. Entonces, al final, le dices que se separe, la juzgas porque no lo hace, pero no ayudas en nada para que lo logre.
Separarse de relaciones abusivas implica un tratamiento multi dimensional, acarrea el concurso de varias profesiones, y no sólo eso, necesita red de apoyo llena de amor, comprensión y refugio.
No es sólo «epa, no seas estúpida, sepárate de ese imbécil. Si yo fuese tú, jamás sería tan gafa para aguantar lo que ese bicho te hace».
Si haces eso, eres tan mala persona y tan maltratadora, como el peor.
