¡Suelta esa culpa!

Hablemos de la culpa. Cuando tú le das a los demás algo que necesitas para ti mismo y no te lo otorgas, estás actuando desde la culpa. Casi siempre es porque vivimos bajo el yugo del sacrificio que nos enseñaron: darle a los demás lo mejor de nosotros, en función de quedar bien y cumplir con el papel de «bueno». Y así vamos dando nuestro tiempo, nuestro amor y nuestros recursos a los demás, olvidándonos muchas veces de que ese «buenismo» tiene que empezar por nosotros.

¿Por qué pasa esto? Pasa porque nos enseñaron a no ser egoístas, a darle todo a los demás, a sacrificarnos por los demás, muchas veces a costa de nuestra propia felicidad. ¿Lo ven?

Nos sentimos culpables si, de alguna forma, le decimos que no a una petición de nuestros padres, de nuestros hijos o de nuestra pareja, poniendo nuestros intereses por encima.

Nos sentimos culpables cuando, de alguna forma, estás intentando hacer cosas para ti, estás intentando vivir tu vida y no con eso estás pretendiendo hacerle daño a alguien, o subiéndote sobre alguien sin que te importen sus sentimientos. Créeme, eso no es egoísmo.

Otra cosa es que tomes decisiones sin que te importe el dolor de nadie, y tú, pues, vas pisando a los demás, sin detenerte a pensar que estás haciendo daño a terceros. Eso es otra cosa. Nos toca establecer, desde nuestra bondad, desde nuestra buena voluntad, cuando estamos haciendo algo para nosotros, y el costo o el daño hacia los demás lo pasamos por alto.

Es fundamental entender que muchas veces debes poner tus intereses y necesidades por encima de los intereses y necesidades de los demás, y eso no significa que seas mala persona, eso no significa que tengas que ser juzgado, eso no significa que estás siendo egoísta.

Suelta esa culpa.

Significa que estás tratando de hacer para tu vida algo que tú crees que mereces, que es tu derecho, y que, sin duda alguna, te lleva a la felicidad, entendiendo que eso no lo estás haciendo en contra de nadie, si no que lo estás haciendo en función de ti, sin dañar a otros.

Sepa.

¿Quieres a alguien que no te quiere? Clave para mandarlo al carajo

Mandar al carajo a la gente que no quieres es relativamente fácil. Difícil es cuando tú quieres que alguien te quiera y esa persona no quiere nada contigo. Allí mandar al otro al demonio es realmente difícil. ¿Por qué? Porque la reacción natural del amor que se da, es que este sea correspondido.

Pero la verdad es que eso no sucede así. Podemos querer a una persona y esa persona más bien ser alguien que nos rechaza, no nos quiere, o nos hace daño.

¿Solución? La autoestima. Ese es el sentimiento que nos va a salvar de esta situación.

Mientras más autoestima tengamos, más fuerte podemos ser para alejarnos de quien queremos pero no nos quiere.

Lo inteligente entonces es siempre tener una autoestima sana, que no es más que ser objetivos en cuanto a quiénes somos, lo que queremos para nosotros, nuestras fuerzas y debilidades, y el derecho que tenemos de amar y ser amados.

Buscar la aprobación de quienes realmente nos rechacen, jamás será un acto inteligente.

Lo inteligente siempre será tener la fuerza y el carácter para entender que solo nosotros podemos tener el amor hacia nosotros mismos que nos guíe en nuestros actos, y entender que muchas veces en la vida, la única aprobación que necesitamos es la de nosotros mismos.

Nosotros sí sabemos cómo ayudarte. Pide aquí tu consulta.

Antes de dar el paso de tener pareja, haz esto…

Cuando se trata de tener pareja, las primeras preguntas que debemos hacernos a nosotros mismos son estas…

¿Soy el tipo de persona que escogería como pareja?

¿Confiaría en alguien como yo para entablar una relación?

¿Estoy dispuesto a producirle felicidad a mi pareja?

Y este punto de la felicidad es fundamental. ¿Por qué? Porque si nos unimos a alguien es para ser felices. ¿De acuerdo?

Estoy convencido de que cuando entendemos que nosotros somos totalmente incapaces de hacer sentir felicidad al otro, o que el otro es incapaz de sentirse satisfecho, llegó el momento de decir «esto se acabó».

Si tienes tejas rodadas, rollos existenciales o heridas del pasado producto de relaciones infelices que te hacen cuesta arriba confiar para establecer una nueva relación, llegó el momento de buscar ayuda, de trabajar en ti, porque definitivamente no podemos esperar de nadie aquello que no somos capaces de dar. Y al amor, sin duda alguna, siempre es bueno darle otra oportunidad.

Sepa.


Nosotros sí sabemos cómo ayudarte. Pide aquí tu consulta.

Conviértete en quien hace realidad sus sueños

En tiempos complicados nos cuesta soñar. En medio de problemas personales, sociales o mundiales, mientras las situaciones van ocurriendo, tenemos tendencia a ir perdiendo esperanzas y asumir el pesimismo como si eso fuese realismo.

Adicional a eso, admiramos a quienes sueñan, son optimistas y que, a pesar de las adversidades, cumplen sus sueños, pero lo hacemos desde nuestro lugar emocional de sufrimiento y pesimismo.

Salir de esta situación requiere valor, valor desde lo emocional, ya que tener esperanzas en medio de las dificultades, solo pueden hacerlo los valientes.

En consecuencia, no te quedes admirando a la gente que hace realidad sus sueños, conviértete en una, empezando por sacudirte la autocompasión, erradicar el pesimismo y mirar hacia el futuro con ojos de posibilidad.


Para consultas psicológicas con mi equipo, toca y escríbeme directamente al chat

Muchas veces aman la mentira que mostramos ser

Amar y no mostrarse a sí mismo es uno de los problemas principales, sobre todo porque cuando no somos nosotros mismos, de alguna u otra forma, las personas que nos aman, amarán la mentira que estamos diciendo ser.

Indudablemente es una paradoja, porque en la medida en que somos nosotros mismos, vamos a tener rechazo de los demás, vamos a tener personas que no nos quieren, o incluso, las personas que nos aman, pudieran dejar de amarnos al ver cuáles son nuestras características verdaderas.

En consecuencia, tenemos miedo de mostrarnos, de ser, de permanecer en nuestra propia personalidad, porque fundamentalmente tenemos temor a que nos dejen de amar.

Entonces, justamente por querer que nos amen, empezamos a mentir acerca de nosotros mismos, y en la medida en que pasa el tiempo, entonces aman una mentira y no la verdad.

¿Cómo podemos solucionar este asunto?

En la medida en que nosotros nos presentamos como realmente somos, las personas tendrán tres caminos fundamentales que escoger.

Uno tiene que ver con que nos acepten. Algunas personas siempre van a aceptar nuestras características.

Otra es que nos rechacen. Algunas personas se negarán a estar a nuestro lado, por el hecho de como nos estamos presentando.

Y en tercer lugar, no nos pararán. Las personas serán indiferentes porque, sencillamente, no les interesamos.

En consecuencia, la solución es quedarse con aquellas personas que te aceptan tal cual eres. ¿Que eso no es una garantía para el amor? ¡Es cierto! No lo es.

Pero también es verdad que en la medida en que te muestres a ti mismo, en esa misma medida te van a amar como tú eres, y nunca las vas a defraudar, nunca se van a decepcionar y siempre sabrán qué esperar de ti, porque tú permanentemente estarás mostrándote como realmente eres.

Sepa.


Nosotros sí sabemos cómo ayudarte. Pide aquí tu consulta.

Lo que más me llena…

Si algo me llena a mí, es el contacto con la tierra, con los paisajes, con lo natural.

Eso es algo que ha venido en mi madurez. Antes no era así. Era más de rumba, sexo, joda. Hoy en día prefiero una puesta de sol en un lago hermoso, en vez de un trago en una discoteca. Etapas que van pasando y van entrando otras.

No sé si tener muchos planes para el 2024.

De hecho, solo quiero las cosas básicas de la vida: salud, amor y prosperidad. Adicional a siempre tener la oportunidad de disfrutar de viajar, conocer, aprender y vivir la vida.

¿Cómo van con sus propósitos de año nuevo?

Les deseo a uds. lo mejor de este nuevo año que comienza pronto, y que todo lo bueno caiga sobre uds. Y si no ocurre así, entonces les deseo fuerza, fe y esperanza para sobrellevar las situaciones negativas que muchas veces nos tocan vivir.

Recuerden elegir la vida, porque mientras estemos vivos, hay esperanzas.

Un abrazo grande.


Para consultas psicológicas con mi equipo, toca y escríbeme directamente al chat