En la medida en que nosotros trabajamos con nosotros mismos, entonces vamos a descubrir una cosa que se llama “La sombra”.
La sombra es eso que tú no entiendes, eso que te traiciona a ti mismo, eso que hace que tú te equivoques, que tomes malas decisiones, que te enredes en conflictos que no conoces. Es eso que hace que tú digas o hagas cosas de las que luego piensas: ¿Y yo por qué dije esto o por qué hice aquello?
Eso es la sombra.
Es cuando de repente tú tienes esos malos pensamientos, cuando tienes esa rabia, esa furia, ese odio, esas ganas de hacer daño.
Es esa cosa que ocultamos, que no dejamos salir afuera, que no permitimos que los demás vean. La sombra son esas cosas que nos avergüenzan de nosotros mismos. Es eso que está dentro, que no lo queremos ver o que nos da miedo ver.
La sombra es lo que en psicoterapia sale a flote.
Vemos lo malo de nosotros mismos, vemos lo oscuro de nosotros mismos. Vemos la sombra. Por eso se le llama así.
La sombra es eso que transmite oscuridad y que hace que nuestra propia luz interna no salga afuera.
La mayoría de los seres humanos queremos que esa sombra no salga, que esa sombra no exista, entonces la reprimimos porque nos da vergüenza.
Cuando tú logras encontrar esa sombra en psicoterapia y logras ver eso que está dentro de ti que te da pena, en ese momento dices: ¡Ah, ya va!
Esta es mi parte buena y esta es mi parte mala…
¿Cómo hago para unirlas?
¿Cómo hago para convertirme en un individuo completo, en un individuo lleno e integro?
Es allí donde la psicoterapia va a decirte: vamos a hacer ese proceso de integración, vamos a encontrarnos en la oscuridad y en la luz para entonces entendernos mejor. Es de eso que se trata la psicoterapia.
Sin sombra no hay luz.
Sepa.








