3 claves para sobrellevar la nostalgia en Navidad

Una de las cosas que muchos realmente creen o aspiran de un psicólogo es que te dé herramientas para hacerte sentir mejor, que te dé ánimos y fuerzas para que tú hagas las cosas que tienes que hacer o sientas lo que debes sentir o te comportes de la manera que te debes comportar.

Cuando yo hablo de un psicólogo, sinceramente no aspiro que el psicólogo haga eso, yo no, porque no creo en esa psicología falsa, no creo en que al mal tiempo buena cara.

Mal tiempo, mala cara. Buen tiempo, buena cara.

Es una realidad objetiva que en estos últimos años hemos vivido las cosas más inéditas de toda esta generación humana o seres vivos de este planeta.

La realidad es que la época decembrina siempre hace que emerjan emociones en nosotros, muchas de ellas conectadas a la tristeza, a la nostalgia, al extrañar a la familia a lo lejos, De eso sabemos los inmigrantes.

Eso causa tristeza, causa emociones negativas, causa un poco de depresión, desesperanza. Y entonces la pregunta sería ¿no debemos sentir eso?

¡Claro que debemos sentir eso! Yo no puedo sentirme alegre y feliz porque no veré a mi hija y a mis padres en esta navidad.

No compartir con ellos la navidad, no darle el feliz año.

Entonces muchos dicen: “Escucharé a Psicovivir para sentirme mejor y superar esta nostalgia”.

Me da risa la expectativa, que la gente tenga sentimientos irreales. No hay posibilidades de sentirse bien, la única forma de sentirse bien es que no quieras a ese familiar, es la única forma, pero si ustedes se aman y se quieren, no es una buena noticia entonces.

Vamos a partir del hecho de que no nos podemos sentir bien, vamos a abandonar la idea de que no vamos a sentir tristeza.

No va a pasar eso. ¡Quíteselo de la cabeza! se va a sentir mal, yo ya me siento mal, ese sentimiento está.

El primer paso sería aceptar que no estás bien, es aceptar que en este momento estás en nostalgia, estás en duelo deprimido, triste, melancólico.

Por estas cosas la aceptación es fundamental. La resiliencia es la capacidad de reponernos de las adversidades. En sí misma, es el concepto de lo que estamos conversando.

Debes asumir que estás viviendo una adversidad. El primer paso es que esto esta así, que usted se siente así, pero usted no solo se siente así, sus seres queridos también se sienten así.

No finjas que estás bien, asume la realidad de tus emociones

Cometemos un error fatal, tratamos de fingir que estamos bien, asumir que no pasa nada para que el otro no se preocupe. Y no está mal expresar de nuestros sentimientos y lo que estamos sintiendo. A mí me hace falta mi hija. Mi hija me dirá que se siente bien cuando se siente bien y cuando se siente mal también me lo dirá.

Los sentimientos no se deben ocultar. Cuando yo te puedo hablar de mi tristeza y tú me hablas a mí de la tuya, nos damos un abrazo solidario, nos entendemos de alguna forma, nos sentimos mal así sea a través de una cámara o de este escrito.

Yo prefiero decirte desde una cámara que te amo a nunca decirte que te amo. Entonces hay que hablar de eso, no soy partidario de ocultar las emociones, soy partidario de decir las cosas y lo que sentimos.

No te quedes pegado a la autocompasión

Vamos al segundo elemento: se trata de no quedarnos pegados en el sentimiento de autocompasión, porque entonces eso lo va a empeorar. Si ya estamos mal, no podemos asumir actitudes que nos lleven a estar más mal.

¿Qué significa eso? Que una vez que entiendas que te sientes mal, buscas los puntos coincidentes, paliar la situación, la comunicación virtual, los mensajes, nos mandamos regalos, buscamos la forma de unirnos a través de la distancia, buscamos la manera de reducir la nostalgia, la falta del otro.

Es fundamental entender que nos sentimos mal, pero no debemos regodearnos en ese sentimiento, hay que traspasar ese sentimiento. Porque si no, no somos resilientes.

Debemos resolver la situación. No tiene que ver con el hecho de ocultar la emoción, resolver es traspasarlas, nos sentimos mal, pero buscamos sentirnos bien. Allí empieza la inteligencia, esa capacidad de resolver problemas. Utilizo mi inteligencia para saber cómo hacer, es activar esa zona del cerebro para buscar resolver la situación, si no me quedaré en la melancolía y el duelo será peor.

Y tercero, también debemos asumir que todo tiene un contexto. Hay cosas de las que no somos culpables, no debemos sentirnos culpables. No somos culpables de la pandemia, eso sucede en un ámbito macro social. Se trata más bien de aprender a hacer limonada con los limones que tengamos.

Seguiré tocando este tema en próximos post en mis redes. La navidad trae consigo verdaderas emociones reales. Sentirlas es lo más sensato. Si te quedas anclado allí, busca ayuda.

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5 tips para identificar a manipuladores y narcisistas

 Muchas veces en la vida nos topamos con personas que son profundamente manipuladoras, que son profundamente narcisistas, y que, de alguna manera, buscan utilizarnos o usarnos en la vida.

Lamentablemente ocurre con mucha frecuencia, así que entonces yo les voy a dar 5 tips para poder identificar a personas con esas características: manipuladoras y narcisistas.

Primer tips para lidiar con personas manipuladoras y narcisistas: entender que una persona manipuladora constantemente está utilizándote para conseguir sus propios fines.

Cuando uno establece relaciones con alguien y esa persona constantemente está pidiéndote cosas para sí y está buscando que tú llenes sus necesidades emocionales y, de alguna forma, constantemente solo está pendiente de sí mismo, posiblemente estás frente alguien manipulador y narcisista.

En consecuencia, siempre tienes que estar como muy pendiente, si esa persona también da, también otorga, también permite cosas para ti y para tu vida, o solamente está pensando en sí misma, o solamente está pensando en su propia necesidad y no quiere absolutamente a ninguna otra persona en el mundo sino a ella misma, ahí es importante que reconozcas ese punto.

Segundo tips para reconocer y lidiar con una persona manipuladora y narcisista, tiene que ver directamente con entender que la persona, sobre todo las personas narcisistas, constantemente están sintiéndose como las primeras.

Es necesario para ellos siempre destacar, es necesario siempre ser las personas más importantes, en consecuencia, tu opinión nunca es relevante, tu opinión siempre es secundaria, esa persona siempre quiere tener la razón.

Y no solamente eso, sino que cuando tiene la razón, y hace que tú te sientas que estás equivocado o equivocada, entonces es como una especie de venganza, es como que, tú sabes, le gusta regodearse, que tú estás errado o errada y entonces pues, de alguna forma asume que esa persona sabe ¿viste que yo sí sé? ¿te das cuenta que yo sí tengo razón? ¿te das cuenta de que lo que yo te decía era verdad? ¿viste? ¡Yo te lo dije!

Esas son cosas fundamentales en las personas narcisistas, así que cuando tú veas esto, ya sabes que puedes reconocer, que puede haber un rasgo importante de narcisismo y manipulación en esa persona.

Tercer elemento para reconocer a una persona manipuladora y narcisista. Es fundamental que tú te des cuenta los niveles de mentira.

Cuando tú te das cuenta que esa persona está mintiendo constantemente, está diciendo cosas que no son ciertas, que tiene dificultades con la verdad, estás frente a alguien manipulador, estás frente alguien que, de alguna manera, se está sirviendo de la mentira, de la falsedad, de la estafa, para poder utilizar o para poder tener cosas de ti.

Así que es bien importante estar muy pendiente. Todos decimos mentiras ¿verdad que sí? Yo digo mentiras, tú dices mentiras, todos decimos mentiras, pero una cosa es decir mentiritas, la mentirita blanca, tú sabes, una cosita, y otra es ser mitómano, tú sabes, decir mentiras todo el tiempo y estar tratando de decir mentiras para lograr cosas, para obtener cosas. Ya va, un momentico, ahí ya la cosa cambia, entonces es muy importante reconocer las mentiras en esta persona, porque lo más probable en la medida en que esa persona repite mentiras, estás frente a alguien manipulador o narcisista.

Cuarto tips para reconocer a alguien manipulador o narcisista; presta atención a esas personas siempre solas, que no tienen amigos íntimos.

Esas personas no son capaces de tener una sociabilidad profunda, no, son personas más bien solitarias que siempre andan hablando mal de los demás, date cuenta, siempre está hablando mal, incluso de su familia, okey. De los primeros que hablan mal es de su familia, entonces hablan mal de su familia, los han traicionado, siempre los traicionan, siempre hay alguien malo y ellos son los inocentes.

Ahí tú vas reconociendo a la persona manipuladora, ahí tú vas reconociendo a la persona narcisista, porque ellos nunca son culpables de nada, jamás son culpables de nada, todo el mundo lo ha traicionado, todo el mundo les ha dañado, todo el mundo, ellos han sido víctimas de todas las personas, y por eso ellos no confían en nadie ¡solamente confío en ti! ¡solamente confío en ti, por eso ya no confío en más nadie!

Me estás manipulando, me estás manipulando ¿por qué? Porque de alguna forma, en la medida en que no puedes tener relaciones sociales, en que no puedes tener relaciones íntimas, en que no puedes tener relaciones significativas, por algo será. Eso no puede ser culpa de todo el mundo, por algo será, algo debes tener ahí, narcisista y manipulador.

Quinto tips para reconocer a alguien manipulador y narcisista, los sentimientos de culpa.

Cuando tú empiezas a sentirse todo el tiempo culpable, cuando tú empiezas a asumir cada cosa que tú haces, tú te sientes culpable porque esa persona se refuerza la culpa, esa persona constantemente está asumiendo que la culpa es tuya y tú empiezas a asumir todo el tiempo que estás cometiendo errores y que tú tienes la responsabilidad total de las cosas negativas que ocurran, estamos hablando de una persona manipuladora y narcisista, porque a ellos les encanta que tú te sientas culpable, a ellos les encanta que tú te sientas mal y les encanta que tú vivas arrepentido del mal que les estás haciendo y por eso tú tienes que pagar el mal que le estás haciendo.

¿Te das cuenta? Entonces, es importante, si tú estás lleno de culpa, si tú estás todo el tiempo sintiendo cosas negativas relacionadas a ese sentimiento de una responsabilidad obsesiva y excesiva, estamos seguro frente a alguien manipulador y narcisista, así que, ten cuidado, utiliza estos cinco tips.

Ya tú verás que los puedes erradicar de tu vida y, sobre todo, evitarlos a toda costa.

Para todo lo demás, terapia.

Sepa.


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¡Sin miedo a la vejez!

Muchas veces le tenemos miedo a la vejez, le tenemos miedo a llegar a ese momento. Y muchas veces ese miedo se convierte en algo realmente fuerte, así que de eso hay que hablar.

El miedo la vejez, incluso, puede empezar hasta siendo muy joven. Estamos muy jóvenes y estamos pensando en que cuando vamos a envejecer y entonces, empezamos a operarnos, empezamos a transformarnos, empezamos a hacernos arreglos, incluso cuando no lo necesitamos, cuando de alguna forma, inclusive, hasta estamos bien, y empezamos a operarnos, empezamos a hacernos cosas y que, para mejorar nuestra autoestima, ya tú sabes, para sentirnos mejor.

Pero en el fondo de lo que tienes miedo es al deterioro físico, lo que tienes miedo es a la vejez, y ese miedo muchas veces puede ser paralizante, y no solamente eso, también angustiante.

La persona puede, incluso, hasta tener pensamientos recurrentes, ideas obsesivas, puede estar, de alguna forma, constantemente preocupado o preocupada porque va a envejecer.

Y bueno evidentemente cuando tú te concentras en estas cosas, empiezas a llamar las situaciones. Entonces la gente empieza que si a sentirse mal, que si me duele esto, que si tengo tal enfermedad, que si ahora me estoy deteriorando, que estoy envejeciendo, que estoy decrépita o decrépito, entonces empezamos con esos pensamientos y esas ideas que, de alguna forma, nos van sugestionando de tal manera que somos jóvenes y nos estamos sintiendo viejos, somos personas completamente vitales y nos estamos sintiendo ancianos. Entonces, en ese sentido, ese miedo no es que trae mágicamente la vejez, no, no estoy diciendo eso.

Estoy diciendo que ese miedo te conecta tanto con la vejez, te conecta tanto con el deterioro físico, que entonces empiezas a sentirlo como si realmente estuviera sucediendo. Y eso de alguna forma empieza a dar problemas emocionales, trastornos de personalidad y muchas veces cuando exageramos fuertemente la nota, hasta trastornos mentales.

Entonces, en ese sentido ¿qué es lo que tenemos que entender? Cada edad tiene su guaguancó, tiene su cosita, tiene su idea, tiene su manera.

Una cosa es cuando tienes 25, cuando tienes 35, 45, 65 o 75. Todos esos procesos van inmersos dentro de etapas evolutivas que van desde lo mental, desde lo psicológico, desde lo emocional, y también desde lo físico. Sí es verdad, que hay gente que tiene mucha edad y se ven espectaculares. Pero esa no es la mayoría.

La mayoría es que, bueno, vamos a engordar, se nos va cayendo el cabello, se nos están poniendo las cosas blancas, esa es la realidad de la enorme mayoría. Nos empiezan a arrugar.

Yo tengo unas arrugas por aquí, y todo ese tipo de cosas, lunares que antes no tenía y ahora empiezan a aparecer.

En la medida en que tú vas aceptando eso, en la medida en que te vas sintiendo bien contigo mismo, tu autoestima no tiene que ver con tu belleza física, sino con quien tú eres, en esa misma medida entonces sí realmente podemos buscar ayuda quirúrgica, cirugías o arreglos, masajes y cosas, las inyecciones esas que uno se mete en la cara, a mí me da miedo esa cosita, que hay gente que lo hace y, estamos bien, pero sin obsesiones. Sin la idea preocupante, angustiante de que tienes que, a juro, parecer joven, porque te doy otro secreto: de tanto inyectarte, de tanto operarte, quedas horrible.

La gente no te lo dice ¿sabes por qué no te lo dice? Porque te ama, porque te quiere, porque no quiere decirte que quedaste horrible de esa operación, que la boca te quedó «esfloretada», que los pómulos te quedaron así, como un payaso.

La gente no te quiere decir eso, yo sí te lo digo, yo sí te lo digo. Cuando exageras con el Botox, cuando exageras con las operaciones, cuando te quieres ver joven pero ya tienes tu edad, te ves horrible.

No lleguemos allí.

Es importante no entrar en esas obsesiones, es importante no enfermarnos con eso, sino hacernos nuestros retoquitos, hacernos nuestra cosa, hacernos nuestra cirugía, que nos vaya llevando por el buen camino, pero entendiendo que en la medida que pasan los años, pues evidentemente físicamente vas a cambiar.

Y en lo que asumes eso, con dignidad, con orgullo, con porte, con personalidad ¡noooo! olvídate, podrás ser una anciana o un anciano y te vas a ver genial. Ya tú vas a ver que sí.


Y recuerda, nosotros sí sabemos cómo ayudarte. Pide aquí tu consulta.

Sobre ser padres…

Sin duda alguna, la buena crianza es una de las cosas más difíciles de lograr. En mi visión de las cosas, los hijos serán en gran medida lo que vean en su propia familia, en su madre y en su padre, y cómo ellos se relacionan consigo mismos en sus roles de padres y de pareja.

A muchos padres les cuesta un mundo ejercer ese rol, la responsabilidad parece agobiarlos.

Existen padres que intentan controlar con manipulaciones culposas a los hijos. Esto genera mucha rabia.

Un hijo se formará débil y dependiente si sus padres no lo enseñan a tener tolerancia a la frustración.

¿Quieres un hijo tiránico? Dale todo.

Existen padres que creen que la autoridad es solo pegar gritos y golpear. Más bien eso socava el respeto y genera resentimiento.

No quieres que tus hijos caigan en drogas, pero resulta que tú bebes en exceso. Estás dando un doble mensaje.

Existen padres con tanto miedo a la vida, que convierten a sus hijos en unos inseguros.

Las escuelas para padres solo orientan, pero la verdadera paternidad está en tu corazón, en tu buena voluntad.

Si les enseñas a tus hijos tus valores, vivirán como lo haces tú.

¿Eres feliz con tu vida? Sé feliz y enseña felicidad. Ese es el camino.


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Del miedo y otros demonios

Estas reflexiones breves las compartí hace mucho tiempo en este mismo blog. Me parece importante rescatar algunas ideas sobre el miedo como emoción. Vale decir que de los sentimientos que nos protegen, el miedo es el menos efectivo y el más lacerante.

Lee y dime con cuál de esas premisas sobre el miedo te identificas.

¿El peor enemigo del ser humano? ¡El miedo!

Hemos llegado a extremos en que muchos de nosotros tememos hasta vivir. Nos da miedo todo. Y sino lo crees, pregúntale a un ansioso.

De los miedos más comunes y anuladores: al rechazo, a la soledad y al qué dirán. Miedos patéticos, sin duda alguna, pero generalizados.

El miedo al rechazo es un opresor enorme que nos ata a vivir sometidos e indignos, esclavizados a quien nos aprueba.

El miedo a la soledad nos obliga a conformarnos con poco. Entonces sobrevivimos humillados por nuestros complejos a los pies de quien nos veja.

El miedo al qué dirán nos somete a ser hipócritas de pacotilla, fingiendo moral cuando la perversión nos agobia.

Los miedos nos atan, nos cercenan. Son castradores compulsivos de nuestras más anheladas libertades.

Mientras más miedos tenemos menos felices somos.

De los miedos, el peor es a ser tú mismo.

El miedo nos limita, nos esclaviza y, al final, nos destroza la vida. El miedo es un infierno emocional

Mientras más miedo tenemos menos libres somos. El miedo es policía, carcelero y verdugo de nosotros mismos.

Miedo a la felicidad es ese miedo que tienen las personas que temen decir lo que les molesta por miedo a ser rechazados

La paradoja del miedo es que justamente aquello que temes es lo que más te sucede.

No todo el que tiene miedo es cobarde, pero todo cobarde tiene miedo.

Quien teme al amor, es un infeliz crónico.

Quien teme al que dirán es permanentemente un hipócrita. Teme a los demás, pero no teme su propia indignidad.

Se dice que todo miedo es un deseo oculto reprimido. Dime qué temes y te diré que impulso interno intentas ocultar lleno de pánico.

Quien vive con miedo, no vive.

El miedo a explorar tu sexualidad,  a liberarte, es sinónimo de represión, soledad e insatisfacción.

Dime a quién temes y te diré quién o qué te somete.

Quien vive con temor siempre es esclavo.

Nadie cobarde logró grandes cosas.

Todo miedoso teme a sí mismo.

Mientras temas al amor, el sexo y a ser tú mismo, la vida será un continuo de días aletargados, dignos de no ser vividos.

Todo miedoso justifica su miedo, lo racionaliza y, si le prestas atención, hasta es capaz de convencerte de que tiene razón.

Dime cuánto defiendes la soledad y te diré cuanto te han herido el corazón, al final sencillamente tienes miedo y ya.

Todo cobarde dice que todos somos cobardes. Tiene tanto miedo que ni solo puede estar en su cobardía.

El temor a Dios es un temor irracional. No se teme a quien te ama, se respeta.

De los miedos, el más esclavizante es aquel que hace que no te separes de quien te hace daño.

Dame un miedoso y te mostraré a alguien que racionaliza su cobardía.

Superar los miedos implica necesariamente enfrentarlos.

No existe miedo que no se supere mirándolo de frente y lazándote contra él.

Enfrentar el miedo es siempre un acto que en sí mismo elimina toda cobardía.

Cuando se deja de tener miedo a que te rompan el corazón, no dejaran de romperlo, pero disfrutarás el amor vivido mientras dure.

Hay miedos que te protegen, pero son pocos, se limitan a la conservación. Los demás son aprendidos.

Superar los miedos implica convertirte en una persona valiosa ante tus propios ojos.

El miedo se supera de 2 formas: te acercas a lo que temes poco a poco o te lanzas de una contra él.

El miedo a ser uno mismo es de esos miedos que deberían ser ilegales.

Quien no teme, está loco. Quien teme y no lo supera, es un cobarde. La paradoja está servida.

Mientras temas decir la verdad sobre ti mismo, serás siempre una mentira.

Al amor no se le debe temer.

Cuando dejas de temer al ridículo lo haces, y luego te das cuenta que reírse de sí mismo es muy divertido.

Todos tenemos miedo, es natural y biológicamente inevitable, pero ser cobarde es opcional y tiene que ver con tus complejos, no con tu biología.

El temer al rechazo es la manera más servil de someterse al complejo de inferioridad. Saberlo implica buscar superarlo.

De los miedos a superar, el más necesario es el miedo al cambio.

De temores irracionales el peor es el miedo a la soledad.

Cuando se analizan los miedos uno se da cuenta que la mayoría son absolutamente irracionales.

El miedo que todos deberíamos tener es el miedo a no ser felices. Todos debemos ir en pos de cada momento feliz posible.

Deberíamos temer a sufrir de malos sentimientos.

Si se quiere superar los miedos, menester es asumir el dolor que va a implicar enfrentarlos con la esperanza puesta en lograrlo.

Recuerda: Lee y dime con cuál de esas premisas sobre el miedo te identificas.

A veces los miedos no se pueden superar solos y se necesita ayuda profesional. Si necesitas ayuda, ven a consulta. Junto a mi equipo, sabemos cómo ayudarte.

El amor potencia lo bueno en nosotros

El amor hace crecer. El amor nos hace mejores personas. El amor nos impulsa a vivir situaciones que, sin amor, no se vivirían plenamente.

El amor, cuando es real y verdadero, hace grande a ambos.

El amor potencia lo bueno en nosotros.

Yo soy un convencido de que quien ama de verdad, ama en las malas, acompaña en la soledad, incluso hasta es capaz de acompañar así esa compañía le duela. Estoy totalmente seguro de que cuando hay amor, uno entiende las circunstancias del otro, incluso, si esas circunstancias lo afectan a uno.

El amor nos hace fuertes.

Así que, ojalá ustedes encuentren un amor que los sostenga, los acompañe y los cargue un poco con sus pesos, y que ustedes hagan lo mismo, porque al vivir ese amor, las circunstancias difíciles, dolorosas, o incluso, las circunstancias que no se quieren vivir, si viven en ese amor, todo pasa y se resuelve al final con un beso tierno y un abrazo con entrega.

Sepa.


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