Por qué a veces nos quedamos en una mala relación

En estos días atendí a alguien en consulta, y esa persona me decía que no sabía cómo separarse de la persona que le había hecho tanto daño y que además, estaba hablando mal de ella.

Yo lo primero que pensaba era: a esta persona no le duele todo lo que le han hecho. Si esta persona le doliera todo lo que le han hecho, seguramente haría todo para salir de esa relación. Y ese es el mensaje que quiero decirte a ti.

Muchas veces no sales de relaciones, muchas veces no sales de situaciones que te dañan y te causan sufrimiento porque no te duele lo suficiente, porque no estás sintiendo el daño que te están haciendo, porque no estás viviendo a nivel de experiencia personal intrínseca todo el dolor que estás padeciendo, porque si lo vivieras, si lo sintieras, si no fueras inmune a ese dolor, si no te conformaras con migajas, con pequeños momentos, con pequeñas cosas, si te dieras cuenta de verdad todo lo que te afecta, lo más seguro es que esa relación la pudieras dejar.

No digo que sea fácil, pero ponte a pensar en la clase de relación en la que estás viviendo y decide si vale la pena seguir allí. Piensa en ti. Si necesitas ayuda, ven a consulta. Junto a mi equipo, sabemos cómo ayudarte.

La vida en pareja: infierno y paraíso

A veces la vida en pareja puede ser estar en el paraíso, o vivir en el infierno. La diferencia se establece en la calidad de los acuerdos que se logren, las reglas que se siguen y se cumplen, y también la capacidad de frustrarse ante el hecho de que la otra persona no sea lo que uno esperaba.

Vivir en pareja implica que el amor no tiene garantías, pero la relación necesita de compromisos.

Es importante entender que para llevar una buena relación se necesita comprender al otro, ponerse siempre en los zapatos del otro, y asumir que muchas veces la persona que tienes al frente, no va a llenar tus necesidades, tampoco tiene por qué llenarlas, sin embargo, aún así, se pueden amar profundamente.

Cuando nada de esos ingredientes existe, entonces la vida en pareja se convierte en un infierno donde la comunicación siempre será negativa, dolorosa, y el cansancio sobreviene hasta el punto que se deja la relación, o se deja de amar.

En ese sentido, toca entender que el amor exige compromisos, la relación exige reglas, y violar cada uno de esos elementos siempre va a traer el dolor.


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Celos e infidelidad…huele a peligro

Los celos forman parte de una relación. Es inevitable asumirlo como un hecho inapelable. Y también se dice que los celos son muestra de amor. La verdad es que no siempre son muestra de amor, y les voy a explicar por qué.

Los celos tienen que ver con un sentido de pertenencia, un sentido de territorialidad que en el amor siempre es constante. La sensación de tú eres mío, yo soy tuyo, nuestro amor es para siempre, forma parte de las relaciones que generalmente son estables.

Cuando esa situación se pone un poco en peligro, o se ven algunas situaciones que pueden atentar contra eso, es normal que vengan ciertos celos, y que formen parte de la relación, sin que eso produzca elementos violentos, agresivos, demostraciones de juicios implacables o una inseguridad infinita. Pero, por otro lado, cuando estos celos se convierten ya en una cosa totalmente obsesiva, donde la persecución, la paranoia, la angustia, la ansiedad, forman parte de la relación y hacen que esta sea infeliz, entonces ya estamos hablando de procesos que ya entran a nivel de trastornos emocionales o, incluso, problemas mentales.

Unos celos que llevan a una persona a cometer actos violentos, a hacer cosas totalmente irracionales, a vivir de una manera incivilizada, de ninguna manera son celos normales.

Por otra parte, cuando se descubre una infidelidad, se tiene que entender que, en la infidelidad, independientemente de los factores que llevaron a  quien fuese el culpable de la misma o no, lo importante que hay que mirar es que la relación está en conflicto, y que la relación tiene una situación prácticamente terminal.

Entonces, agarrar y venir y ser violentos con las personas que fueron infieles o con los involucrados dentro de la infidelidad, es un acto netamente irracional y primitivo, es un acto que no forma parte de una persona inteligente, que razona y que es sana emocionalmente.

Cuando uno es víctima de una infidelidad, el dolor, la desilusión, la decepción, forman parte de los sentimientos involucrados, pero venir y hacer daño, vengarse e intentar matar y hacer cosas que estén ligadas a la venganza, pues sencillamente hablan de personas que no están bien emocionalmente.

Sepa.


En consulta podemos ayudarte a reforzar tu autoestima, para que tengas más seguridad y andes por la vida más ligero, libre de celos y de obsesiones que te quitan energía y afectan tus relaciones. Escríbeme al WhatsApp para ayudarte.

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¿Quieres saber si te están siendo infiel?

Si tu pareja anda en procesos de ocultamiento: oculta el teléfono, se pone de espalda para que tú no leas, tiene una cosa allí misteriosa, y anda pendiente para cambiar la pantalla del celular, o anda pegado con una canción, o en las redes, lo más seguro es que, ajá, no está siéndote fiel.

Cuando descubres mentiras recurrentes.

Cuando, de repente, tiene confusión en la manera de estar diciendo las cosas, o se enreda todo en lo que dijo que estaba haciendo, pero no hizo, pero aunque sí hizo pero no lo hizo…jajajaja, ahí también estamos ocultando otro elemento.

¡Aquí huele a caucho quemao!

Y, sobre todo, cuando en las relaciones íntimas empieza a fallar, pero no por motivos del estrés, de la cotidianidad, de los elementos normales de la vida, sino que, bueno, mira, de repente, estábamos muy bien y ahora…

«Vamos a dormir que estoy cansado. No sé, no me quiero bañar. No estoy de ánimo».

Ay, no sé a ustedes, pero aquí huele a caucho quemao…


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Cómo saber cuándo salvar una relación de pareja

Esta es una de las preguntas más importantes que justamente cuando estamos en crisis, nos las hacemos.

Cuando hay amor, cuando todavía queda deseo, cuando hay necesidad y mostramos intención, incluso, de querernos comunicar, de querer arreglar las cosas, de darse cuenta que cuando tenemos problemas no es un asunto de uno solo, sino de dos, ahí podemos seguir intentando salvar la relación de pareja.

¿Por qué? Porque justamente la pareja se echa a perder cuando entonces empezamos con la letanía: la culpa es tuya, si quieres busca tú ayuda, si quieres tú te vas al psicólogo, a mí no me importa.

¿Te está pasando? Párale a estas red flags.

1.- Que tu pareja se niegue a buscar ayuda profesional es una señal de que definitivamente la cosa está terminando.

2.- Cuando, de repente, es indolente ante tus sentimientos y te dice: mira, yo siento tal cosa, pero no importa lo que tú sientes.

Ahí tú entiendes que la cosa no funcionó.

Sin embargo, cuando tú tienes una escucha activa de parte de tu pareja, cuando la persona está validando tus emociones, cuando, de alguna forma, está el deseo de intentar arreglar la cosa y de buscar, ya sea intermediarios o lo que sea, para arreglar la situación de la pareja, esa relación todavía tiene fuerza y hay que hacer lo necesario para salvarla.

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¡Estamos para ti, estés donde estés!


La lección de Robert

Robert es un psicólogo de mi equipo. Nació con una enfermedad congénita: su cuerpo no tiene movilidad y vive en una silla de ruedas. Es un psicólogo excelente, con quien tengo el privilegio de contar en mi equipo.

Tiene una característica muy especial, que es el hecho de reírse de sí mismo, lo cual no elimina el sufrimiento que ha tenido en su vida, pero, sin duda alguna, lo ha hecho llevar su situación de manera muy diferente.

Nosotros sufrimos por cosas que quizás en otras circunstancias, y para otras personas, realmente no significarían sufrimiento.

Por ejemplo, para nosotros puede ser un caos enorme una separación, mientras que para otros es un caos enorme no poder comer su comida porque no tienen brazos. Otro ejemplo pudiera ser, el caos enorme de tener que vivir una vida cuando sus hijos murieron en un accidente. Para muchos pudiera ser un gran problema el tener que decirle a su pareja, ya no te quiero, o ya no quiero estar contigo, y para otros resulta que el mayor problema es lidiar con el hecho de no poder tener hijos, o de tener una enfermedad terminal, o de perder todo su dinero en una estafa bancaria.

Esto nos lleva a una reflexión profunda.

Nosotros tenemos que poner en contexto nuestros sufrimientos, porque no cabe duda que, aunque todo sufrimiento produce dolores, hay niveles de dolores. Es importante mantener la objetividad en cuanto al tamaño de nuestros problemas, y también de nuestras soluciones.

Muchas veces tenemos que entender que aquello que parece que nos ahoga , en realidad es un pequeño charco que con solamente dar un paso ya lo pudiéramos superar, y mucho más si lo comparamos con los enormes océanos que muchas personas tienen que cruzar.


En terapia te enseñamos a ver más allá de los problemas. Escríbeme al WhatsApp +56 9 5886 2588. Estamos para ti.