¿Tienes una relación a distancia? ¡Cuidado con esto!

Muchas veces establecemos relaciones a distancia, casi siempre online, y pareciera que este tipo de amores son más fuertes. Y esto tiene una razón de ser: en las relaciones a distancia no solamente te enamoras de la persona que tienes al frente, a través de la pantalla, sino que te enamoras del amor, te enamoras de lo que sientes hacia esa persona, porque la idealizas, la piensas, la fantaseas, y todo esto potencia ese sentimiento de enamoramiento.

¿Esto es bueno o malo? Todo va a depender del nivel de madurez que ustedes tengan y, sobre todo, del nivel de sinceridad que ustedes tengan dentro de la relación.

¿Por qué lo digo? Porque a través de una cámara o del WhatsApp, yo te puedo estar mostrando solo una parte de mí, un aspecto de mí, y eso te hace enamorarte de una parcialidad, no se puede estar seguro de que la persona se está mostrando tal y como es.

Y puede pasar que cuando conoces a la persona, es otra cosa. Y mira que se han visto casos. Se ven por videos, hasta tienen sexo virtual, y cuando se ven en persona, no se gustan.

En todo este proceso de imaginación, de fantasía, agrandaste más los elementos emocionales que te traen como consecuencia que tú vayas exagerando en esa sensación que vas teniendo.

En consecuencia, es fundamental que tengas presente que los amores virtuales o a distancia, tienen en algún momento que convertirse en presenciales.

He visto casos de gente que se compromete en matrimonio, sin conocerse realmente. Eso a mí me parece una locura, corren demasiado riesgo al estar asumiendo que una relación así va a surgir. No, yo creo que no.

Es muy importante que se comprenda que las relaciones tienen que tener carne, tienen que tener piel, tienen que tener esa motivación física que trae aparejado la sexualidad, el compañerismo y la compenetración en personas que se están mirando, frente a frente, y no solo a través de una cámara, de un video o de un mensajito de texto.

¿Que nos podemos enamorar desde la virtualidad y la distancia? Sí, para eso usan las nuevas tecnologías, pero nada sustituye el contacto, nada sustituye la química, nada sustituye el que nosotros nos veamos, nos toquemos, nos compenetremos en vivo y directo.

En conclusión, si vas a tener relaciones virtuales, ten cuidado, mosca con que no te estén vendiendo humo, de qué no te estén montando en la olla, porque lo virtual en esos amores a distancia pueden convertirse en algo muy malo.

Sepa.



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Manda lejos al carajo a quien te dice que no te puedes sentir mal en un momento determinado.

Qué fastidio es tener que calarnos a los siempre motivados, eternos sonrientes y los todo lo pueden. ¡Nojoda, vale! Es mi derecho sentirme mal.

Nadie puede venir a decirme que yo tengo que tener mejor humor, que nadie me puede borrar la sonrisa o que tengo que ser resiliente. No me da la gana, chico.

Ahora bien, ¿qué sí debo tener en cuenta? Que ese estado de malestar no puede durarme siempre. Tengo derecho a sentirme mal, pero no puedo quedarme allí. Tengo derecho a llorar, ponerme histérico con el mundo y más, pero es mi deber salir de allí y buscar la mejor forma de llevarlo. Sin duda alguna, tenemos que salir de ese estado emocional, pero que a nadie se le ocurra decirme que yo DEBO sentirme bien, cuando en realidad me siento súper mal.

Así que sal de ese estado, pero que nadie te presione. No te dejes motivar a juro. Hazlo a tu tiempo.

Debes salir de la angustia o de la tristeza, pero tomando en cuenta que la sientes y no negarla. Sal de allí, sí, pero no obligado. A tu tiempo.

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Por qué a veces nos quedamos en una mala relación

En estos días atendí a alguien en consulta, y esa persona me decía que no sabía cómo separarse de la persona que le había hecho tanto daño y que además, estaba hablando mal de ella.

Yo lo primero que pensaba era: a esta persona no le duele todo lo que le han hecho. Si esta persona le doliera todo lo que le han hecho, seguramente haría todo para salir de esa relación. Y ese es el mensaje que quiero decirte a ti.

Muchas veces no sales de relaciones, muchas veces no sales de situaciones que te dañan y te causan sufrimiento porque no te duele lo suficiente, porque no estás sintiendo el daño que te están haciendo, porque no estás viviendo a nivel de experiencia personal intrínseca todo el dolor que estás padeciendo, porque si lo vivieras, si lo sintieras, si no fueras inmune a ese dolor, si no te conformaras con migajas, con pequeños momentos, con pequeñas cosas, si te dieras cuenta de verdad todo lo que te afecta, lo más seguro es que esa relación la pudieras dejar.

No digo que sea fácil, pero ponte a pensar en la clase de relación en la que estás viviendo y decide si vale la pena seguir allí. Piensa en ti. Si necesitas ayuda, ven a consulta. Junto a mi equipo, sabemos cómo ayudarte.

Celos e infidelidad…huele a peligro

Los celos forman parte de una relación. Es inevitable asumirlo como un hecho inapelable. Y también se dice que los celos son muestra de amor. La verdad es que no siempre son muestra de amor, y les voy a explicar por qué.

Los celos tienen que ver con un sentido de pertenencia, un sentido de territorialidad que en el amor siempre es constante. La sensación de tú eres mío, yo soy tuyo, nuestro amor es para siempre, forma parte de las relaciones que generalmente son estables.

Cuando esa situación se pone un poco en peligro, o se ven algunas situaciones que pueden atentar contra eso, es normal que vengan ciertos celos, y que formen parte de la relación, sin que eso produzca elementos violentos, agresivos, demostraciones de juicios implacables o una inseguridad infinita. Pero, por otro lado, cuando estos celos se convierten ya en una cosa totalmente obsesiva, donde la persecución, la paranoia, la angustia, la ansiedad, forman parte de la relación y hacen que esta sea infeliz, entonces ya estamos hablando de procesos que ya entran a nivel de trastornos emocionales o, incluso, problemas mentales.

Unos celos que llevan a una persona a cometer actos violentos, a hacer cosas totalmente irracionales, a vivir de una manera incivilizada, de ninguna manera son celos normales.

Por otra parte, cuando se descubre una infidelidad, se tiene que entender que, en la infidelidad, independientemente de los factores que llevaron a  quien fuese el culpable de la misma o no, lo importante que hay que mirar es que la relación está en conflicto, y que la relación tiene una situación prácticamente terminal.

Entonces, agarrar y venir y ser violentos con las personas que fueron infieles o con los involucrados dentro de la infidelidad, es un acto netamente irracional y primitivo, es un acto que no forma parte de una persona inteligente, que razona y que es sana emocionalmente.

Cuando uno es víctima de una infidelidad, el dolor, la desilusión, la decepción, forman parte de los sentimientos involucrados, pero venir y hacer daño, vengarse e intentar matar y hacer cosas que estén ligadas a la venganza, pues sencillamente hablan de personas que no están bien emocionalmente.

Sepa.


En consulta podemos ayudarte a reforzar tu autoestima, para que tengas más seguridad y andes por la vida más ligero, libre de celos y de obsesiones que te quitan energía y afectan tus relaciones. Escríbeme al WhatsApp para ayudarte.

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¿Quieres saber si te están siendo infiel?

Si tu pareja anda en procesos de ocultamiento: oculta el teléfono, se pone de espalda para que tú no leas, tiene una cosa allí misteriosa, y anda pendiente para cambiar la pantalla del celular, o anda pegado con una canción, o en las redes, lo más seguro es que, ajá, no está siéndote fiel.

Cuando descubres mentiras recurrentes.

Cuando, de repente, tiene confusión en la manera de estar diciendo las cosas, o se enreda todo en lo que dijo que estaba haciendo, pero no hizo, pero aunque sí hizo pero no lo hizo…jajajaja, ahí también estamos ocultando otro elemento.

¡Aquí huele a caucho quemao!

Y, sobre todo, cuando en las relaciones íntimas empieza a fallar, pero no por motivos del estrés, de la cotidianidad, de los elementos normales de la vida, sino que, bueno, mira, de repente, estábamos muy bien y ahora…

«Vamos a dormir que estoy cansado. No sé, no me quiero bañar. No estoy de ánimo».

Ay, no sé a ustedes, pero aquí huele a caucho quemao…


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Cómo saber cuándo salvar una relación de pareja

Esta es una de las preguntas más importantes que justamente cuando estamos en crisis, nos las hacemos.

Cuando hay amor, cuando todavía queda deseo, cuando hay necesidad y mostramos intención, incluso, de querernos comunicar, de querer arreglar las cosas, de darse cuenta que cuando tenemos problemas no es un asunto de uno solo, sino de dos, ahí podemos seguir intentando salvar la relación de pareja.

¿Por qué? Porque justamente la pareja se echa a perder cuando entonces empezamos con la letanía: la culpa es tuya, si quieres busca tú ayuda, si quieres tú te vas al psicólogo, a mí no me importa.

¿Te está pasando? Párale a estas red flags.

1.- Que tu pareja se niegue a buscar ayuda profesional es una señal de que definitivamente la cosa está terminando.

2.- Cuando, de repente, es indolente ante tus sentimientos y te dice: mira, yo siento tal cosa, pero no importa lo que tú sientes.

Ahí tú entiendes que la cosa no funcionó.

Sin embargo, cuando tú tienes una escucha activa de parte de tu pareja, cuando la persona está validando tus emociones, cuando, de alguna forma, está el deseo de intentar arreglar la cosa y de buscar, ya sea intermediarios o lo que sea, para arreglar la situación de la pareja, esa relación todavía tiene fuerza y hay que hacer lo necesario para salvarla.

Desde el #TeamPsicovivir te comparto estos 4 tips para mejorar la comunicación con tu pareja. Si necesitas ayuda psicológica, escríbeme directamente al WhatsApp +56 9 5886 2588

¡Estamos para ti, estés donde estés!