¿Te sientes inseguro emocionalmente?

La inseguridad emocional es un flagelo personal. ¿Por qué?

Les voy a explicar. Miren, cuando somos inseguros, cuando somos nerviosos, cuando, de alguna forma, no sabemos ni tomar decisiones, ni sabemos qué es lo que queremos ni para dónde vamos a coger, y todo el tiempo estamos así como:

«¿Qué hago?

¿Y si me pasa tal cosa?

¿Y si tengo tal situación y entonces qué es lo que voy a hacer?»

Ese proceso de inseguridad emocional nos echa a perder la existencia, nos echa a perder la vida. Y uno de los elementos fundamentales para poder salir de esa inseguridad es entender que siempre los seres humanos nos podemos equivocar.

Siempre podemos meter la pata.

El punto no está en equivocarse, no, ese no es el punto. No está en fracasar. El punto está en intentarlo.

Tiene que ver con el hecho de que usted se atreva a hacer cosas, aunque le salga mal, aunque de repente no tenga la certidumbre del éxito, aunque quizás, pues, tome una mala decisión, pero en la medida en que nosotros vamos atreviéndonos a hacer cosas y vamos atreviéndonos a a tener nuevas experiencias, a conocer lugares, a tomar tomar nuevas bebidas, comer nuevas comidas, relacionarnos con nuevas personas, establecer nuevas experiencias laborales, en esa misma medida, vamos sabiendo lo que nos gusta, lo que no nos gusta, nos vamos atreviendo y sabremos cómo enfrentar aquello que no somos capaces de hacer, pero desde la seguridad, desde la auto confianza, desde una estructura de personalidad bien definida.

Atrévete a dar ese paso, y me cuentas qué tal te va. ¿Sí va?


En consulta podemos ayudarte a reforzar tu autoestima, para que tengas más seguridad y andes por la vida más ligero, sintiéndote capaz de acertar o de errar, sin que eso te defina para siempre. Escríbeme al WhatsApp para ayudarte.

Toca aquí y llegas directo al chat.

La lección de Robert

Robert es un psicólogo de mi equipo. Nació con una enfermedad congénita: su cuerpo no tiene movilidad y vive en una silla de ruedas. Es un psicólogo excelente, con quien tengo el privilegio de contar en mi equipo.

Tiene una característica muy especial, que es el hecho de reírse de sí mismo, lo cual no elimina el sufrimiento que ha tenido en su vida, pero, sin duda alguna, lo ha hecho llevar su situación de manera muy diferente.

Nosotros sufrimos por cosas que quizás en otras circunstancias, y para otras personas, realmente no significarían sufrimiento.

Por ejemplo, para nosotros puede ser un caos enorme una separación, mientras que para otros es un caos enorme no poder comer su comida porque no tienen brazos. Otro ejemplo pudiera ser, el caos enorme de tener que vivir una vida cuando sus hijos murieron en un accidente. Para muchos pudiera ser un gran problema el tener que decirle a su pareja, ya no te quiero, o ya no quiero estar contigo, y para otros resulta que el mayor problema es lidiar con el hecho de no poder tener hijos, o de tener una enfermedad terminal, o de perder todo su dinero en una estafa bancaria.

Esto nos lleva a una reflexión profunda.

Nosotros tenemos que poner en contexto nuestros sufrimientos, porque no cabe duda que, aunque todo sufrimiento produce dolores, hay niveles de dolores. Es importante mantener la objetividad en cuanto al tamaño de nuestros problemas, y también de nuestras soluciones.

Muchas veces tenemos que entender que aquello que parece que nos ahoga , en realidad es un pequeño charco que con solamente dar un paso ya lo pudiéramos superar, y mucho más si lo comparamos con los enormes océanos que muchas personas tienen que cruzar.


En terapia te enseñamos a ver más allá de los problemas. Escríbeme al WhatsApp +56 9 5886 2588. Estamos para ti.

Tres caminantes haciendo camino en 5 kilómetros

Les voy a contar la historia de esta foto.

Aquí aparece Mel, mi esposa y Lili, la directora de @psicovivirinternacional. La carretera que ven es en Chile. Íbamos a ir unas cataratas que están ubicadas en Puerto Varas.

Resulta que hubo un derrumbe en el volcán al que le bordea esa carretera y estaba cerrado. Teníamos que caminar 5 kilómetros si queríamos llegar al sitio. Decidimos hacerlo. Lili estaba de vacaciones en Chile y no quería que perdiera la oportunidad de ver algo hermoso que ya nosotros conocíamos.

En el trayecto de 5 kilómetros nos cansamos, nos reímos, peleamos, pensamos en devolvernos y, al final, llegamos.

Si me pongo a pensar, así es la vida.

Estuvimos juntos ese tiempo de «adversidad» y la verdad es que todo lo que nos pasó son cosas que muchos vivimos durante toda la vida. Solo que nosotros lo vivimos en 5 kilómetros.

Al final llegamos al sitio, ¿y adivinen? Estaba cerrado. Insisto, como la vida misma. Haces de todo para lograr algo, y fracasas. No todo es un final feliz.

Luego de esa experiencia, por cosas del destino y la vida, la vida de Mel, Lili y yo, tomaron rumbos diferentes. De hecho, al final de esas vacaciones, resulta que también peleamos.

Sin embargo, Lili siguió siendo la directora de Psicovivir internacional y Mel mi compañera de vida, como siempre. Pasaron 9 meses para que volviéramos a reencontrarnos y poder resolver los aspectos personales que nos separaron, y volver a unirnos en lo emocional, aunque hoy vivimos en países absolutamente distantes.

Otra enseñanza. Podemos no siempre coincidir, pero si tenemos objetivos comunes, muchos de ellos nos mantienen unidos. Eso nos pasó.

Entonces, ¿Cuál es la reflexión? No teman caminar los 5 kilómetros, no teman esperar, no teman tener paciencia, no teman jamás vivir. Muchas veces fracasamos, muchas veces fallamos, muchas veces peleamos, pero cuando tenemos el destino marcado entre ceja y ceja, siempre podemos triunfar.

No temas caminar tus 5 kilómetros y esperar que el destino diga al final «ok, ¡triunfa!»

Y si no sabes como caminar tus 5 kilómetros, ya sabes, siempre puedes venir a consulta con nosotros en Psicovivir Internacional, nosotros sí sabemos cómo ayudarte.

¿Un duelo amoroso puede convertirse en depresión?

El vernos solos, sin esa persona que compartió con nosotros durante cierto tiempo, incluso a veces por muchos años, nos hace sentir deprimidos, tristes, melancólicos y profundamente desesperanzados.

¿Por qué? Porque cuando perdemos el amor, también perdemos una parte de nosotros mismos. Es por esto que el duelo amoroso, el despecho, que muchas veces se confunde con depresión, es un elemento que está dentro de los seres humanos, produce dolor y muchas veces no se resuelve tan fácilmente.

¿Un duelo amoroso puede convertirse en depresión? Sin ninguna duda. De hecho, la depresión forma parte del duelo, solo que es pasajera, pero sí, podemos caer en un estado depresivo por un despecho.

¿Cómo hacemos para pasar el tránsito del duelo, sin que eso afecte otras áreas y la vida se nos convierta en algo realmente desastroso?

Expresar el dolor es fundamental. Quedarse callado, hacer silencio, reprimir las emociones y los sentimientos no es una buena idea a la hora de pasar por duelos.

Buscar apoyo también es necesario en estos casos. ¿Para qué tenemos red de apoyo? Amigos, familiares, consejeros, mejor aún, un psicólogo. Alguien que esté con nosotros y nos escuche, nos acompañe y, sobre todo, no nos juzgue.

Entender las etapas del duelo que estamos transitando es crucial.

Entender la rabia, el dolor, la tristeza, la negación, incluso la negociación. Dentro de nosotros mismos buscar la forma de lidiar con esta situación. Y por supuesto, la aceptación. Entender de una vez por todas que hasta aquí nos trajo el río. Esto se acabó.

¿Conclusión? Vivir el duelo amoroso con todo lo que implica, para no quedarnos pegados allí. Y si a usted le está pasando y no sabe cómo despegarse de ese despecho, busque ayuda profesional, es lo que toca para salir de ese trance y por qué no, más adelante volver a darle oportunidad al amor.

psicovivir

dueloamoroso

despecha #despecho

saludemocionalymental

Cuando buscas lo que no se te ha perdido…

Desconfiar siempre es enemigo del amor. No puedes comprometerte en una relación y, a la vez, pensar que la persona que amas te está traicionando. Sobre todo porque el amor implica vulnerabilidad y confianza, en consecuencia, andar pensando que el otro está en vainas raras, hace que tu capacidad de amor, autoestima y seguridad, sean erosionadas a tal punto, que puedes llegar a perderlas totalmente.

Por otro lado, ese círculo vicioso de revisar, no encontrar, volver a desconfiar y volver a revisar, se puede tornar compulsivo y producir una enfermedad mental (Trastorno Obsesivo Compulsivo).

Revisar el teléfono de tu pareja implica que si descubres algo, necesariamente tendrás que terminar la relación, ya que si no es para eso, ¿para qué revisas? Así que al hacer esta práctica, en el fondo estás, no solo mirando a ver si te están traicionando, sino siempre pensando en que la relación, de ser así, va a terminar.

¿Qué sentido tiene estar en una relación así? ¿Verdad? Piénsalo.

Por último, sé que al leerme estarás pensando «entonces si no reviso, ¿cómo sé si no me están traicionando?». La respuesta es: si te están traicionando, mientras más relajado esté (sin sentir tu vigilancia), estará menos atento, y cometerá más errores. Al final, si te traicionan, lo vas a descubrir, sin necesidad de que vivas paranoica o paranoico, con obsesión compulsiva, o siempre pendiente de cualquier señal que implique traición.

Sepa.

#psicovivir

#celos #desconfianza

#relacionesdepareja

#stalkers #psicologoonline

#saludemocionalymental

Perdió la belleza

¿Qué es la belleza? ¿Cómo se mide? Si hablamos de mujeres, la belleza de una mujer tiene estándares diferentes en Chile que en Venezuela, o entre China y Alemania. La belleza no siempre es de quien la porta sino más bien de quien la admira, incluso si quien se admira es uno a sí mismo.

Cuando vemos concursos como el Miss Venezuela, el cual a todas luces fue un fraude, confesado por sus integrantes, y vemos concursos como el Miss Universo, el cual evidentemente también fue una estafa anoche, cabe la pregunta ¿para qué seguimos haciendo esos concursos? No miden belleza, sino que preparan discursos, emiten señales políticas y están arreglados en función de sus intereses económicos. De belleza no tienen nada.

Amanda es una chica hermosa, muy hermosa, y absolutamente muy bien preparada para un concurso así. Hizo todo perfecto, menos pagar por ganar. Porque al final la única belleza que aquí impera es el color verde del billete de dólar.

¿Ella debió ganar? A toda luz que sí, pero ese no es el punto. El punto es que perdió la belleza, perdió el sueño de «la mujer más bonita», y como adultos que nos enteramos que San Nicolas (trayendo regalos por la chimenea) no existe, tenemos que despertar a esta realidad que nos explota en la cara: los concursos de belleza no tienen absolutamente nada de competencia acerca de la belleza.

psicovivir

habiaquedecirlo

amandadudamel