¿Quién dice la verdad? ¿Tu pareja o tus hijos?

Muchas veces tenemos parejas y, a su vez, tenemos hijos y no sabemos muy bien de qué lado ponernos, okey, y algunas veces cometemos un error bien importante, que es que nos ponemos del lado de nuestra pareja y obviamos todas las cosas que nos dicen nuestros hijos, y entonces pasamos por alto abusos, vejámenes, humillaciones y elementos muchísimo más graves que, sencillamente los dejamos pasar, porque estamos obsesionados con nuestra pareja y no escuchamos a nuestros hijos, y de eso hay que hablar.

Miren, una cosa son los hijos y otra cosa es la pareja. Son elementos totalmente diferentes. y uno tiene que tener muy claro, con quién está uno unido y cómo son los hijos que uno ha criado.

Eso es fundamental.

Es crucial en la vida que usted tenga siempre un límite intermedio, donde usted pueda tener la confianza de sus hijos y pueda asumir que lo que ellos le dicen a usted es verdad, y también es fundamental estar en comunión con su pareja para que, de alguna manera, eso también produzca mayor unión, mayor entereza dentro de la relación y mayor estructura sobre todas las cosas.

En consecuencia, cuando nosotros establecemos las versiones, creo que es fundamental que nosotros no hagamos, así como los careos, okey, en el sentido de, bueno, tu palabra contra la de él o lo que él dijo contra el otro ¡No!

Creo que es fundamental, que usted sienta también su corazón y también su intuición.

Y que sepa muy claramente con quiénes son las personas que usted vive, sus hijos, su esposo o esposa, y puede establecer bien estos comportamientos, porque muchas veces cometemos el error de no creerle a nuestros hijos cuando nos están diciendo la verdad, y también cometemos el error de no creerle a nuestra pareja cuando también nos está diciendo la verdad.

Entonces, en ese sentido, la base es confianza, la base es verdad, la base es honestidad. Cuando usted abre la puerta, usted genera una estructura para que le digan la verdad ¿Y cómo pudiéramos lograr eso? Cuando usted no juzga, cuando usted no califica, cuando usted no castiga a la hora de que le estén diciendo la verdad, porque muchas veces ocurre que, bueno, vengo yo, te digo la verdad y agarras y de repente, ah, me formas tremendo rollo después que te dije la verdad. ¿Entonces para qué te dije la verdad? La próxima vez te digo mentiras, porque si me voy a calar todo este rollo, te podrás imaginar, que más nunca te voy a decir la verdad. ¿Te das cuenta?

Entonces en la medida en que nosotros podemos ser como flexibles ante las verdades de los demás, no somos tan enjuiciadores, tan estructurados, tan cuadrados, en esa misma medida le estamos dando, le estamos permitiendo a los demás que no digan la verdad, eso aplica para su pareja y aplica también para sus hijos. Cuando usted abre esa puerta, ya está haciendo un gran trabajo en ese sentido.

También tiene que ver con las verdades que se dicen. Oye, mira si usted tiene, vamos a ponerlo, no quiero con esto estereotipar ni nada por el estilo, pero usted ve que usted tiene su marido, y su marido es infiel, y su marido es infiel con muchachas más jóvenes o mucho más jóvenes, okey, y usted lo ve, y consume pornografía de cosas que no son, tú sabes, tan normales, y de repente la hija suya agarra y le dice, mira, mi papá me está mirando feo, tú sabes, raro, o mi papá me tocó.

Insisto, no quiero estereotipar estas cosas, pero eso hay que escucharlo, a eso hay que prestarle atención porque es como antecedente. Entonces tiene que ver con la historia de la verdad, con la historia con la estructura de lo que le están diciendo, porque en esa medida en que usted va escuchando y va observando, cuáles son los relatos que les están estableciendo, en esa misma medida usted puede saber realmente quién está diciendo la verdad o no.

Entonces, en ese aspecto también tiene que ver con un poco de viveza, con un poco, tú sabes, de inteligencia, de saber si lo que te están contando tiene que ver con esto o con lo otro.

¿Cuáles son los antecedentes? ¿Cuáles son las historias? ¿Por dónde vienen los tiros?

Eso es fundamental a la hora de establecer los relatos verdaderos o las circunstancias que realmente están sucediendo en una determinada situación.

¿Qué no debe hacer?

No debe obsesionarse creyéndole a alguien sin prueba, sin mecanismos de comprobación, sin que hay una historia real, sin que hay una secuencia argumental que de alguna manera a usted le diga que eso que le están diciendo es verdad, y entonces usted se cierra los ojos y dice que eso no es así y entonces empiezan a pagar justos por pecadores.

En ese sentido, tiene que tener mucho cuidado, tiene que tener mucho ojo, porque usted puede estar entonces equivocándose, y puede, de alguna forma, estar creyéndole cosas que son mentiras o están asumiendo mentiras como verdades.

Así que, en ese aspecto, mucho ojo, mucha atención, y mucha suspicacia, sin obsesiones, sin estar con uno o con el otro, sino siempre intentando establecer cuáles son los relatos correctos, los argumentos verdaderos, la forma como se dice, la manera como lo dijeron, cuáles son las secuencias que se establecen dentro de lo que se dijo y, desde allí, entonces usted puede tomar mejores decisiones, desde allí, entonces usted puede saber mucho mejor las cosas que están sucediendo, porque si no, si usted se obsesiona, si usted agarra y dice, no, es que lo que me dice fulanito esto es así, porque es así, porque me lo dijo, usted puede estar equivocándose muy fuertemente y muchas equivocaciones traen consecuencias muy negativas.

Sepa.


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Sexualidad no sincronizada en la pareja

Muchas veces los problemas de pareja tienen que ver directamente con una sexualidad que no está bien sincronizada. De alguna forma, uno tiene mucho deseo, el otro tiene poco, no sabemos cuándo tenemos el mismo tiempo, si en la mañana o en la noche y, al final de cuentas, se nos enreda el papagayo.

La sexualidad puede ser un problema que mata el amor, así que hay que hablar de eso.

Cuando nosotros hablamos de la sexualidad, estamos hablando de deseo, estamos hablando de pasión, estamos hablando de química, de atractivo, de cosita, ¿de acuerdo? Cuando estamos hablando de eso, no siempre estamos igual, eso es lo primero que tenemos que entender.

Nuestro día a día hace que, de alguna forma, nuestra sexualidad no esté presente permanentemente, hay veces que tenemos mucho deseo y hay veces en que no tenemos tanto deseo. También tiene que ver con nuestros ciclos hormonales, sobre todo en las mujeres, okey. Dependiendo del ciclo hormonal, pues habrá más deseo o menos deseo.

En el caso de los hombres, la ansiedad, el estrés, la angustia, los problemas económicos, las dificultades, toda esa serie de temas traen como consecuencia que la sexualidad también pueda ser difícil.

Todos esos elementos tienen que ser tomados en cuenta, porque muchas veces cuando agarramos y decimos que hay poco deseo, mucho deseo, ¡no es que el amor está mal!, ¡es que la pareja tiene problemas!, ¡es que de alguna manera ya no me desea! ¡tienes otra!, okey, y todo ese tipo de cosas definitivamente es porque no entendemos que la sexualidad no es permanente, no es constante y, en consecuencia, puede tener fluctuaciones.

También tiene que ver con la edad, también tiene que ver con el tiempo juntos, no es lo mismo la sexualidad en una pareja que tienen un año juntos, a la que tiene 21 años juntos, son cosas totalmente diferentes.

También es un mito aquello de que la sexualidad tiene que estar presente siempre, no es así.

Muchos sexólogos andan por ahí medio equivocados, diciendo que la sexualidad tiene que estar presente todo el tiempo, claro, porque no son viejitos todavía, pero cuando lleguen a la vejez se van a dar cuenta de que en la medida en que va pasando el tiempo y las parejas están siendo estables, la sexualidad decae, pero eso no significa que va a decaer el amor, eso no significa que entonces se acabó la pareja porque no hay sexualidad, ¡no, señor!

Hay mucha gente, con mucha edad, que no tienen sexo y les va perfectamente bien en sus relaciones.

Otros disfrutan su cosita, disfrutan su guaguancó, okey. Entonces, en ese aspecto, no todo está escrito y siempre en la pareja tienen que llegar a acuerdos, siempre en la pareja tienen que establecer prioridades de lo que es importante para ellos, lo que los angustia, lo que no, lo que en este momento están viviendo, lo que, de alguna forma, les trae como consecuencia que no saben resolver bien.

Todos esos aspectos están presentes, y cuando ya no se puede solucionar, hay que buscar ayuda profesional, no hay para dónde coger. No estés tardándote en buscar ayuda cuando de repente has hecho toda esta serie de sugerencias y la cosa no te funciona.


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¿Manipulas a tu ex a través de tus hijos? ¡Déjate de eso!

Muchas veces nosotros tenemos nuestra pareja y nos separamos de ella, y tenemos hijos, y entonces empiezan a manipularnos con los muchachos, con los niños, okey, que si tú haces esto, que si tú no haces esto, que si tú tienes que hacer tal cosa.

Y entonces nos manipulan desde allí con nuestros hijos. Una cosa increíble. Pero bueno, eso pasa y pasa con mucha frecuencia, y de eso hay que hablar.

Muchas veces, mire, uno no conoce a su pareja hasta que te separas de ella, es increíble, salen los demonios, sale el diablo, el apocalipsis. Toda una serie de cosas ahí, horrible, chico, cuando tú te separas de alguien. Es como que, no sé, como que la maldad, tú sabes, sale, okey, después que te separas de la gente.

Y uno de los aspectos más negativos de todo, es cuando empieza la manipulación con los hijos.

Yo no entiendo eso, chico, por qué lo hacen, pero lo hacen, okey, entonces agarran a los hijos como campo de batalla: no, que si tú vas

a salir con otra persona, no, que tú no deberías salir porque tú no le vas a poner otro padre, otra madre a mi hijo, qué tal y qué sé yo.

O eso, mire, los va a traumatizar porque, pobrecitos, los muchachos no pueden entender que tienen otro papá y otra mamá, y toda una cantidad de ignorancias y brutalidades que forman parte de este  asunto de la manipulación.

Con eso hay que acabar.

Primero que nada. Bueno, si tú eres el manipulador y me estás escuchando, deja de hacerlo, deja de hacerlo.

Tus hijos no son un campo de batalla. Tus hijos no son elementos con los que tú puedes coaccionar a tu pareja para que tu pareja o tu ex pareja haga lo que tú deseas que haga, así que definitivamente eso tenemos que cortarlo y deja de estarlo haciendo.

Y segundo, si tú eres una víctima de un manipulador de estos, okey, es fundamental que tú tengas seriedad, estructura de personalidad, autoestima, pero a prueba de balas, okey, y no te dejes movilizar,

que si por el sentimiento de culpa, que si tú eres mala madre o mal padre, que si tú le vas a hacer tal cosa a nuestros hijos.

¡No señor! Usted ahí, firme, firme.

Porque es desde la manipulación cuando a uno lo manipulan, valga la redundancia, es desde la manipulación cuando a uno lo movilizan, cuando a uno, no sé, como que lo flexibilizan a tal forma en que uno se traiciona a sí mismo.

¡No, señor! ¿Okey? No podemos hacerlo desde allí, y no podemos establecer criterios que nos impliquen una flexibilidad tal que nos hagan sentir culpable, que nos hagan dudar de nosotros mismos, y que nosotros no sepamos qué hacer con nuestra vida porque tenemos los hijos de alguien, porque nos están diciendo mal padre, porque nos están diciendo mala madre.

¡No, señor! ¡No, señor, no lo hagas!

Si usted tiene su conciencia tranquila, si usted está haciendo su trabajo como madre o como padre. Si usted está responsabilizándose y educado a sus hijos como debe ser, usted no me acepte manipulación, ni coacción, ni cosas de críticas mal sanas o destructivas, por el hecho de que usted viva la vida que quiere vivir, ¿okey?

Así que no se lo permita, no se deje manipular y no se deje llevar por estas cosas que lo único que quieren es controlarle su vida, a pesar de que usted se separó ¿okey? ¡No lo haga!

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Cómo evitar o liberarte de parejas tóxicas

Siempre nos dicen que para salir de nuestras parejas tóxicas o de relaciones que no sirven, primero tenemos que amarnos a nosotros mismos, tener autoestima, respetarnos, tener dignidad, etc., etc. Y muchas veces no sabemos cómo hacer eso. Cómo tener autoestima, cómo tener dignidad, cómo quererse a sí mismo. Muchas veces no tenemos esa respuesta. Vamos a hablar de eso.

Sí, es verdad, para salir de la relación tóxica tenemos que amarnos a nosotros mismos, tenemos que tener una buena autoestima, tenemos que respetarnos y tener dignidad, sí, pero ¿Cómo se hace eso?

Para amarnos a nosotros mismos tenemos que cuidarnos. Amar significa proteger, amar significa cuidar. En la medida en que nosotros nos protegemos y en la medida en que nos cuidamos, en esa misma medida, nuestra autoestima está funcionando. Cuando hablamos de amor hacia nosotros mismos, y estamos hablando también entonces de autoestima, de alguna forma, entendemos que no podemos desmerecernos, que no podemos insultarnos, que no podemos decirnos que somos tontos.

¿Por qué? Porque si agarras a una persona que tú amas y tú la insultas, evidentemente tú no la estás amando ¿verdad? En consecuencia, no te puedes insultar a ti mismo. Ahí está la combinación de amor y autoestima.

Amor tiene que ver con cuidarse, con protegerse. Y autoestima tiene que ver con respetarse, con no humillarse, con no decirse cosas feas.

¿Te das cuenta la diferencia?

Y ahora, si a eso le sumamos un proceso que implica dignidad, que implica entender que debes tener contextos, estructuras y personalidad para poder salir de una relación tóxica, entonces tienes las tres divinas personas en este sentido ¿verdad? autoestima, amor y dignidad.

La dignidad va dirigida absolutamente al hecho de que tú mereces y tienes el derecho absoluto de vivir bien. Tienes, yo diría como un mandato divino, de que viniste a esta tierra a ser feliz. En consecuencia, nadie puede humillarte, nadie puede menospreciarte y nadie puede intentar hacerte sentir mal con cosas que, al final de cuentas, tú sabes que están bien. La dignidad implica respeto personal, y para tenerlo, lo único que tienes que entender es que tienes el derecho inapelable de ser feliz.

Pero eso no te va a venir del cielo, eso no te va a caer como un milagro, tienes que producirlo tú y eso implica un esfuerzo, eso implica un desarrollo existencial ligado a producirte tu propia felicidad. Ahí es donde vas a encontrar la dignidad.

Si necesitas ayuda, ven a consulta. Junto a mi equipo, sabemos cómo ayudarte.

Entender que no te aman

Esta es una de las cosas más complicadas de entender. Es quizás de los aspectos en las relaciones de pareja que más difícil es de procesar: entender que no te aman.

La tendencia es a pedir amor, atención, cariño y cuidado. Insistimos mil veces, nos ponemos bravos, reclamamos, hacemos malabares para intentar adaptarnos al desamor de la otra persona, hacemos mil cambios, nos hacemos los locos y un sin fin de cosas más para lograr que nos amen, que sean recíprocos, que nos nutran emocionalmente como nosotros pensamos que nutrimos al otro. Al final siempre se fracasa. Siempre.

Pero cuesta mucho entenderlo, cuesta mucho asumirlo y tomar la decisión de hasta aquí llegamos. La razón es que «a veces» si te aman, a veces si te dan ese beso esperado, ese sexo mágico o ese cariño que necesitas, y esos «a veces» se constituyen en el amarre necesario para que agarres aire y pienses que sí te aman, y continúes en el infierno. Es como que cada pedacito de cielo te hace olvidar el enorme infierno en el que vives.

¿Solución? Dejarse de pendejadas. Se tiene que tomar la decisión e irse.

¿Y saben que es lo más paradójico? Que cuando te vas, esa persona que no te estaba dando amor, pide que no la dejes y que deben seguir. Es la cosa más sádica que se puede ver, pero así ocurre, y no debes dejarte. Debes alejarte y terminar esa historia.

Cuando no hay amor, debes aceptar que no lo hay, y si no te sientes amado, debes respetarte e irte de un sitio que lo único que va a producir en ti es dolor y sufrimiento.


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Cómo construir una imagen positiva de uno mismo

Comencemos con varias preguntas que será muy interesante responder para ti:

¿Te han dicho alguna vez que debes tener autoestima y quererte a ti mismo, pero no te han explicado cómo hacerlo? 

¿Te sientes atrapado en un trabajo que odias o en una vida que no quieres vivir? 

¿Te resulta difícil sentirte bien contigo mismo cuando las cosas no van bien? 

La autoestima no se trata de sentirse como la mejor persona del universo. Se trata de reconocer y valorar tus características positivas, mientras aceptas tus desafíos y trabajas para mejorarlos. 

Ventajas de tener una autoestima saludable

Indudablemente, tener una autoestima saludable es como tener un superpoder, te hace sentir fuerte, confiado y capaz de conquistar el mundo. ¿Cuáles son las ventajas de tener en buen nivel nuestro amor propio?

  • Toma mejores decisiones: Cuando tienes una autoestima saludable, tienes mayor confianza en tus habilidades y en tus decisiones, lo que te ayuda a elegir lo que es mejor para ti.
  • Disminuye el estrés: Tener una autoestima saludable te ayuda a aceptarte tal y como eres, lo que disminuye el estrés y te hace sentir más tranquilo y relajado.
  • Mejora tus relaciones: Cuando te sientes bien contigo mismo, es más fácil conectarte con los demás y establecer relaciones saludables y satisfactorias. Chao pescao con la gente que venga a querer joderte.
  • Te hace más resistente: Tener una autoestima saludable te ayuda a superar los obstáculos y a enfrentar los desafíos de la vida con mayor fuerza y determinación.
  • Te hace más feliz: Por último, pero no menos importante, tener una autoestima saludable te hace sentir feliz y pleno, te permite disfrutar de la vida al máximo y alcanzar tus metas y sueños. ¿Acaso no vinimos al mundo a ser felices? Ah, bueno.

4 claves para construir una autoestima positiva

  1. Visualiza tus características positivas: Tómate el tiempo para pensar en lo que eres bueno y en lo que te gusta de ti mismo. Escribe una lista de tus logros, habilidades y talentos, y piensa en cómo puedes usar estas características para avanzar hacia tus metas.
  2. Reconoce tus desafíos: Todos tenemos áreas en las que podemos mejorar. Reconoce tus desafíos sin juzgarte a ti mismo, y trabaja en ellos con una actitud de crecimiento y aprendizaje.
  3. Aprende a aceptar y adaptarte a las situaciones: Si algo no sale como esperas, no te rindas. En lugar de eso, aprende a adaptarte a las situaciones y encontrar nuevas oportunidades para avanzar.
  4. Busca apoyo: A veces, necesitamos la ayuda de otros para sentirnos mejor con nosotros mismos. Busca apoyo en amigos, familiares, mentores o incluso un profesional de la salud mental.

En resumen, la autoestima no es algo que se tenga o no se tenga. Es un proceso constante de reconocimiento y valoración de tus características positivas, mientras aceptas tus desafíos y trabajas para mejorarlos. Construir una autoestima positiva lleva tiempo y esfuerzo, pero vale la pena. 

Es fundamental entender que no hay una fórmula mágica para la autoestima, pero al reconocer tus propias fortalezas y trabajar en tus desafíos, estás dando pasos importantes hacia una imagen positiva de ti mismo.

Sepa.


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